Aumento mamario: lo que debemos saber
  

Desde la antigüedad hasta nuestros tiempos la silueta femenina ha sido fuente de inspiración para pintores y escultores, donde con líneas sutiles en el trazo del perfil corporal se resaltan las glándulas mamarias estilizándolo y otorgando elegancia a la imagen con la que el artista desea expresar maternidad, sexo o simplemente género.
También para los diseñadores de moda de todos los tiempos, el escote es el que resalta la figura femenina. Sin darle importancia, el volumen de la glándula siempre es considerado por admiradores del arte como algo inspirador, es por esto, que tanto hombres como mujeres centralizan a este nivel en forma consciente o inconsciente el ego femenino.
En la consulta, diaria las pacientes expresan el deseo de mejorar su aspecto, para sentirse mejor consigo mismas y aumentar su autoestima y seguridad, frente al sexo opuesto. No existe una definición exacta de lo que son los senos perfectos, este concepto no depende del tamaño ni da la forma, es una definición abstracta y muy personal, por eso la importancia de conversar con el cirujano, quien debe estar capacitado quirúrgicamente y con experiencia en poder entender y explicar a su paciente todas las posibilidades médicas, para llegar a cubrir sus expectativas.
Para conseguir un adecuado perfil mamario acorde a los deseos de la paciente existen técnicas como el aumento de volumen con implantes mamarios, la pexia mamaria que es el 'levantar' la glándula para llevarla al punto habitual de implantación anatómica y por último la reducción mamaria que muchas veces es necesario se realizada, no solo por estética sino para mejorar la calidad de vida de la paciente.
De acuerdo a las estadísticas de consulta médico-quirúrgica, la intervención más solicitada, es el aumento de volumen. Esto se consigue mediante la técnica quirúrgica conocida como inclusión de implantes mamarios. Que pueden ser de silicona, o solución fisiológica. Los más utilizados son los de silicona. Es importante que estos implantes estén aceptados por la FDA y por el ANMAT.
La intervención quirúrgica dura aproximadamente 1 hora, tiene un postoperatorio de 1 semana, esto varia entre paciente y paciente de la misma manera que la tolerancia al dolor, que gracias al progreso farmacológico el postoperatorio es muy bien tolerado por la mayoría de las pacientes. La cirugía debe ser realizada en centros especializados, que cuenten con quirófano habilitado correctamente, bajo sedación y monitoreo cardíaco. Existen tres vías de acceso: submamaria, periareolar y axilar.
La mas recomendable es la vía periareolar por la mínima cicatriz que deja, en cuanto a la sensibilidad esta se recupera paulatinamente durante un año aproximadamente. El plano anatómico se refiere a si el implante se coloca debajo de la glándula o del músculo; esto depende de la cantidad de tejido adiposo periglandular existente para cubrir el implante; en aquellas pacientes que tienen mamas poco desarrolladas, es conveniente elegir el plano retromuscular. Ninguno de los dos planos interfiere en la función normal de la glándula, lo que significa que la lactancia es posible después de la cirugía.
Es importante recalcar que el implante mamario proyecta la glándula y el complejo areola-pezón hacia adelante, no levanta la glándula, en caso de ser necesario deben combinarse dos técnicas quirúrgicas; inclusión y pexia.


Dra. Marlen Bustillos M.N. 94065 – Cirujana Plástica
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