Este domingo 18 de agosto se festeja el día del niño y es importante remarcar, que el 'afecto' -un sentimiento imprescindible para todos los humanos- es especial para los chicos. Para ellos es tan necesario que sin afecto se enferman, y no sólo con disfunciones psicológicas y del comportamiento; también con enfermedades físicas, de sus órganos. La falta crónica de afecto produce disminución de la inmunidad y en consecuencia más infecciones y otros problemas. El afecto reduce el estrés, la ansiedad y los síntomas psicosomáticos.
Y de acuerdo con los especialistas, el déficit afectivo además, conduce a los niños a la inmadurez en el desarrollo como persona, dificultad para relacionarse, inadaptación social y quizás a la delincuencia.
La falta de cariño facilita los accidentes, tanto dentro como fuera del hogar, porque la atención y cuidados disminuyen, aumentando las intoxicaciones, causas importantes de enfermedad e incluso de muerte.
El afecto es como una vacuna que previene contra múltiples enfermedades, un medicamento barato, accesible a todo el mundo y sin efectos secundarios, para la que no se necesita receta, manual de instrucciones ni conocimiento alguno. La mayoría de los animales lo aplican con sus crías, miles de millones de humanos ricos o pobres, cultos o incultos, inteligentes o no, lo han empleado desde siempre con sus hijos.
El nivel de conocimientos o de entrenamiento para dar afecto a los niños, es ninguno. Sólo se precisa disponibilidad y tiempo. Por desgracia, muchos padres actuales, inteligentes, incluso bien situados social y profesionalmente no tienen tiempo para 'aplicar' a sus hijos esta vacuna que no se puede adquirir en el mercado, y que sólo ellos pueden aplicar. Compaginar las legítimas aspiraciones personales y profesionales de los padres, con el tiempo necesario para aplicar este eficaz medicamento, resulta imprescindible.
El afecto y el cariño consisten en escuchar al niño, respetar sus opiniones y entender sus intereses. Para todo esto se necesita tiempo, más en 'calidad' que en 'cantidad'. Sin tiempo no hay roce, no hay contacto físico, verbal, ni visual; y sin roce no hay cariño.
Cuanto antes se aplique la 'vacuna del afecto' mejor; unos años más tarde puede no ser tan efectiva. ¿Qué les parece una 'vacuna de afecto' todos los días?

Daniel Márquez Braga
Director | BUENA PRAXIS El Periódico de la Salud