Fecalismo canino al aire libre: un grave problema ambiental
  
El fecalismo canino al aire libre se ha convertido en un grave problema ambiental con fuerte repercusión en la salud de personas y animales. Es importante ejercer su control, ya sea manejando adecuadamente los desechos de nuestras mascotas o proporcionando información a quienes ignoran sus consecuencias sobre la salud humana, especialmente sobre la de los niños.
Un importante porcentaje de argentinos tiene una mascota en su hogar, siendo la Argentina el país de América Latina con mayor porcentaje de animales de compañía , pudiéndose contabilizar en el ámbito nacional alrededor de 8 millones de perros y de 2 millones de gatos.
En la Ciudad de Buenos Aires conviven con sus dueños más de 450 mil perros, mientras que hay otros 20.000 perros abandonados que sobreviven en la vía pública.
Solo el 15% de los perros que viven con sus dueños están castrados, mientras que en el caso de los gatos el porcentaje es significativamente mayor, ya que casi el 50% de los dueños han esterilizado a sus mascotas.
En contraposición a éstos datos de nuestro país, solo el 20 % de los hogares europeos tienen gatos o perros como animales de compañía.
Según estudios realizados por científicos españoles, la sensibilización alérgica de las personas predispuestas está facilitada por la estrecha convivencia de los animales domésticos con sus dueños. Más de 25 % de los pacientes asmáticos en España conviven con sus mascotas, ya sean perros o gatos, estando aproximadamente un 20% sensibilizados a la descamación de su piel, lo que constituye un importante factor en el origen del asma bronquial.
Es importante difundir el concepto de que es importante que el dueño recoja los excrementos de su perro o de su gato, al mismo tiempo que se debe insistir en que es beneficioso para la salud humana que los mismos sean desechados apropiadamente, ya que ésta tarea evita que los mismos al desintegrarse se incorporen al aire que respiramos, lo que da origen a numerosas enfermedades.
Al fecalismo canino al aire libre se agrega el producido por gatos, aves, palomas y roedores, inclusive el del ser humano, lo que produce un muy serio problema sanitario, dado que se suma a los ya altos índices de contaminación de las grandes ciudades como Buenos Aires.
La materia fecal que se deja en plazas y veredas se seca y se transforma en polvo, el cual contribuye a la polución no sólo del aire, sino también del acuífero subterráneo, variados depósitos de agua, lugares de esparcimiento, además de diversos alimentos elaborados en la vía pública.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un perro de aproximadamente 15 kilos evacua diariamente alrededor de 600 gramos de excremento, lo que significa un total de 18 kilos al mes, que se depositan en la calle o en las plazas a las que lo saca a pasear su dueño o el encargado mensualizado a cargo del animal. Es por ésta razón que prácticamente no hay parques y plazas en Buenos Aires libres de parasitosis, geohelmintiasis que afecta especialmente a los niños que son los más expuestos.
Es de constatación diaria que los dueños o encargados de las mascotas no limpian los excrementos del animal. No ocurre lo mismo en la gran mayoría de las grandes capitales del mundo, como hemos podido comprobar en Londres, Nueva York, Berna, Dusseldorf, Copenhaguen, Estocolmo, Oslo y especialmente en las capitales del Sudeste Asiático, Hong Kong, Bangkok, Pekín, Tokio, Nagasaki, etc.
Se debe considerar al respecto que las calles de Hong Kong se mantienen con una limpieza increíble, pero por la circunstancia de que por ensuciar la acera con heces caninas le aplican al dueño del animal una multa de más de 500 dólares / H.K.
Los gérmenes provenientes de las heces que se desechan al aire libre se introducen en el organismo del ser humano por medio de la respiración o al ingerir alimentos preparados en la calle, lo que ocasiona infecciones por parásitos (lombrices, amebas o bacterias), y variadas enfermedades del aparato digestivo, pérdida de la visión, corazón, hígado y piel, al producir diversas alergias. Son todas enfermedades que también afectan a los animales, lo que termina por constituirlos en reservorios de enfermedades en el hogar.
Son múltiples las enfermedades que transmiten los animales en su contacto con el ser humano, según sean provocadas por:
1. Parásitos: ascaridosis, filariasis. hidatidosis, sarna, leishmaniasis, amebiasis hepática y toxoplasmosis.
2. Bacterias: salmonelosis, brucelosis, tuberculosis, leptospirosis, cólera y shigelosis.
3. Virosis: hantavirus, rabia, hepatitis y neumonitis virósica.
4. Hongos: dermatofitosis.
5. Alergenos: Dermatitis cutánea.
Es un problema que entre todos podemos controlar, ya sea manejando adecuadamente los desechos de nuestras mascotas o proporcionando información a quienes ignoran la gravedad de no realizar ésta desagradable tarea.
Por éstas razones, la sociedad en general y las autoridades sanitarias deben insistir en la necesidad de elevar la conciencia social con respecto a la necesidad de recoger las heces de las mascotas de la vía pública, dado el peligro que significa el fecalismo canino al aire libre para la salud humana.

Dr. Miguel A. Lacour - M.P. 50.520
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