Día Mundial del Cáncer: la clave es la prevención
  
Cada 4 de febrero, se conmemora el Día Mundial del Cáncer. Si bien la lucha de los profesionales de la salud y de los pacientes contra esta enfermedad es constante, en la actualidad se ha progresado en el tratamiento. Desde la primera mitad del siglo XX, el diagnóstico significaba para el paciente un pronóstico cargado de temores, sufrimientos y muerte y para el médico una sensación mezcla de resignación e impotencia.
El avance es producto de pequeños y permanentes logros que se produjeron en todas las áreas:
• La célula tumoral ha sido estudiada hasta su nivel molecular. Se ha podido establecer cómo nace, cómo se hace maligna, cómo se desarrolla, cómo migra a ubicaciones en el organismo humano, distante de su lugar primario de origen.
• Las nuevas tecnologías de diagnóstico por imágenes permiten el reconocimiento de lesiones de escasos milímetros de diámetro.
• En la faz terapéutica se ha sentado un principio indiscutible: ningún enfermo de cáncer puede ser manejado exitosamente en forma unipersonal. El “equipo oncológico” ha reemplazado definitivamente a aquella modalidad.
• La radioterapia puede hoy complementar y en ocasiones suplir lo que la cirugía no logra.
Gracias a esto, en la actualidad el cáncer es la enfermedad crónica con el más alto índice de curación; más del 50 % de los pacientes pueden entrar en el grupo de control prolongado y /o curación de la enfermedad.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, al menos un tercio de todos los casos de cáncer se pueden prevenir. Es por esto que la prevención constituye la estrategia a largo plazo más efectiva contra el cáncer.

En esta línea, es importante recordar ciertos pilares básicos en la prevención:
• Realizarse controles ginecológicos regularmente, en especial el Papanicolau para el cáncer de cuello uterino y su diagnóstico temprano y curación.
• Tratar de desterrar el hábito de fumar y evitar o disminuir de ese modo la incidencia de cáncer de pulmón, cabeza y cuello, vejiga, esófago, etc.
• Prevención de enfermedades de transmisión sexual con el consiguiente beneficio en la incidencia de tumores del área genital y prevención del sida con sus comunes tumores secundarios.
• Evitar la exposición al sol
• Evitar la exposición a ciertas sustancias en diversas ocupaciones: anilinas, asbesto, radiación en sus diversas modalidades (radiación gamma, radium, etc.)
• Disminuir el consumo de alcohol
• Vacunación contra la hepatitis (hepatocarcinoma)
• La colonoscopia a partir de los 50 años de edad, es un método de diagnóstico temprano de pólipos intestinales y/o cánceres tempranos que llevan a la prevención y eventual curación.
• La mamografía anual a partir de 40 años detecta eventual enfermedad temprana en etapa de curación.

Por otro lado, en la lucha contra el cáncer, es clave disipar mitos que desinforman y van en contra de una adecuada prevención, a saber:
→ Mito: El cáncer es hereditario
Realidad: El cáncer en general no es hereditario. Por lo que si un progenitor o familiar ha padecido esta enfermedad no quiere decir que tengamos que padecerla nosotros. Tan solo en algunos casos muy específicos (menor del 10%) puede existir alguna posibilidad hereditaria a desarrollar un cáncer.
→ Mito: Contraer un cáncer es muerte segura
Realidad: Tener cáncer no es ninguna sentencia de muerte, ya que está demostrado que actualmente más de la mitad de los cánceres se superan. Esta recuperación es una consecuencia directa de los programas de detección precoz, ya que 7 de cada 10 casos de cánceres detectados mediante la prevención, son superados.
→ Mito: El microondas, tener estrés o los teléfonos móviles provocan cáncer
Realidad: No existe investigación científica alguna que haya demostrado la veracidad de esa afirmación.
→ Mito: La medicina natural o terapias alternativas pueden curar el cáncer
Realidad: Totalmente falso. Hay que tener mucho cuidado con las falsas terapias naturales que se anuncian como curación al cáncer. La única evidencia científica que existe es que esta enfermedad sólo se supera si se realiza el tratamiento indicado por el especialista médico que está tratando nuestra enfermedad. Es muy importante no hacer caso a curanderos, charlatanes y vendehúmos que aseguran tener el remedio infalible para curar el cáncer. Lo único que hacen es hacernos perder nuestro dinero, pero lo que es más importante… nuestro tiempo y salud. Todo el tiempo que perdamos por culpa de esas falsas terapias alternativas se lo estamos robando a nuestra vida.


Dr. Alfredo Larravide
M.N 41721 - M.P. 51620
Jefe del Servicio de Oncología de la Clínica Constituyentes de Morón
 
Director, Propietario y Periodístico:
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