Una ligera elevación de la presión arterial puede aumentar el riesgo de ACV
  
Hace mucho que la hipertensión se ha señalado como un factor de riesgo del accidente cerebrovascular (ACV), pero un nuevo análisis sugiere que unos niveles de presión arterial incluso ligeramente elevados aumentan las probabilidades de sufrir un ACV.
La abarcadora revisión que publica 'Neurology', analizó datos de 760.000 participantes de estudios a quienes se dio un seguimiento de hasta 36 años. Los investigadores hallaron que las personas con "prehipertensión" (una presión arterial más alta que lo óptimo pero que no se define oficialmente como presión arterial alta o hipertensión) tenían un 66 por ciento más de probabilidades de experimentar un ACV que las que tenían una presión arterial normal.
"Este metaanálisis confirma la evidencia de muchos estudios, y creo que sigue advirtiendo a los médicos y al público que un control más vigoroso de la presión arterial es importante para reducir el riesgo de ACV", planteó el Dr. Ralph Sacco, presidente de neurología de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami (EEUU). El Dr. Sacco no participó en la investigación. "Los hallazgos confirman que incluso unos niveles entre leves y moderados de elevación de la presión arterial son importantes para determinar el riesgo de accidente cerebrovascular".
Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EEUU, el ACV es una importante causa de muerte en ese país, explicando unas 130.000 muertes al año. La mayoría de ACV son desencadenados por un coágulo que evita que la sangre y el oxígeno fluyan en partes del cerebro. La hipertensión, que se define como unas lecturas de 140/90 mm Hg o más altas, afecta a alrededor de uno de cada tres de adultos estadounidenses, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
Para la nueva revisión, investigadores chinos de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou examinaron 19 estudios distintos sobre el riesgo de contraer ACV en los prehipertensos, dividiéndolos en grupos altos y bajo que ubicaban los niveles de presión arterial por encima de 130/85 en el rango alto. Entre el 25 y el 54% de los participantes del estudio tenían prehipertensión, que es más alto que el nivel óptimo de 120/80 mm Hg.
Casi el 20% de los ACV sufridos por los participantes del estudio se debieron a la prehipertensión, según el estudio. Los que estaban en el grupo de rango alto tenían un 95% más de probabilidades de sufrir un ACV que los que tenían una presión arterial normal, mientras que los participantes en el grupo de rango bajo tenían un 44% más de probabilidades.
Los resultados fueron los mismos incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta otros factores que influyen sobre el riesgo de ACV, como el colesterol alto, la diabetes y fumar.
"Un importante mensaje es que incluso si la presión arterial ha sido normal, hay que vigilarla", apuntó el Dr. John Volpi, neurólogo del ACV del Hospital Metodista de Houston, en Texas, que no participó en la investigación. "Si ve que sube poco a poco, ha llegado el momento de preguntarse cómo bajarla".
El Dr. Sacco apuntó que los nuevos hallazgos son particularmente importantes a la luz de directrices recientes que ajustan la "meta" para los niveles de presión arterial de los adultos a partir de los 60 años (sin diabetes ni enfermedad renal crónica) de 140/90 o menos a 150/90 o menos.
Esas directrices, publicadas el pasado diciembre en la revista Journal of the American Medical Association, fueron redactadas por un grupo al que el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EEUU, encargó originalmente que revisara las directrices sobre la presión arterial.
"Creo que es un área controversial", dijo el Dr. Sacco, vicepresidente de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology) y ex presidente de la Asociación Americana del Corazón. "La mayoría de nosotros, sobre todo los que tenemos un interés en prevenir el ACV, consideramos que esta relajación de la meta para los mayores de 60 podrían ser nociva para la prevención del accidente cerebrovascular".
Los doctores Sacco y Volpi se mostraron de acuerdo en que los factores de riesgo como la herencia y la edad podrían predisponer a las personas a unos niveles más altos de presión arterial, pero que unas opciones cuidadosas de estilo de vida pueden ayudar a mantener los niveles bajo control.
"Perder peso, hacer más actividad física y reducir el consumo de sodio son tres conductas clave que se pueden hacer para reducir la presión arterial si se está en el rango de prehipertensión", afirmó el Dr. Sacco. "Si no se puede controlar suficientemente bien, hay que usar fármacos. Hay numerosos medicamentos excelentes disponibles para el control de la presión arterial, pero es importante usarlos en conjunto con cambios en el estilo de vida".
 
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