Los beneficios de caminar en la tercera edad
Es la forma más popular de hacer ejercicio entre quienes han alcanzado la edad dorada y con motivo. Los principales beneficios de caminar se evidencian en el funcionamiento cardiaco, respiratorio y sanguíneo pero también en los músculos y con ellos en la salud ósea.
Según explican desde la web de la Fundación de la Asociación Americana de Geriatría, caminar puede fortalecer los músculos, ayuda a prevenir el aumento de peso, disminuye los riesgos de enfermedad cardiaca, ictus, diabetes y osteoporosis, mejora el equilibrio y disminuye la posibilidad de caerse. Los especialistas advierten, sin embargo, que lo primero que deberían hacer los mayores antes de planear su primera caminata es pedir consejo a su médico.
Estos son los consejos que ofrecen desde la institución para aquellos mayores que quieran emplear el caminar como ejercicio:
Hablar primero con el médico de cabecera: hay que señalar al médico si existe algún dolor o problemas para caminar. Es importante estar tan sano como sea posible antes de comenzar a caminar, pero no hay que dejar que un problema de salud impida empezar a hacerlo. Muchas personas se sienten mejor una vez que comienzan a moverse.
Planear un programa para caminar con el médico: si ha pasado largo tiempo desde que se hacía ejercicio, el facultativo recomendará caminar sólo una o dos manzanas al principio para poco a poco y lentamente alcanzar los 20 o 30 minutos diarios. Es importante tener en mente que lo más importante es comenzar y no preocuparse por la cantidad de kilómetros que se recorran. "Despacio y sin parar se ganan carreras", animan desde la institución estadounidense.
Utilizar el calzado adecuado: unas zapatillas de deporte confortables funcionan a la mayoría de personas, pero es bueno comentarlo con los profesionales de la salud.
Consiga compañía: las posibilidades de mantener un programa para caminar son mayores si se consigue que algún vecino, amigo o familiar camine con el mayor.
No dejar que el bastón o el andador sean un obstáculo: está bien utilizar bastón o andador si el mayor ya tiene uno. Estas dos ayudas pueden mejorar el equilibrio y eliminar peso de las articulaciones doloridas.
Buscar el ritmo correcto: los geriatras estadounidenses recomiendan andar tan rápido como se pueda pero no demasiado rápido. Se debería poder hablar con un amigo al caminar.