¿Vivimos en duelo?
  
Muchos creen que para superar una pérdida resulta necesario atravesar los 12 meses del año, para así una vez transcurridas las 4 estaciones, la persona puede volver a ser igual de feliz que lo era hace un año atrás antes de lo ocurrido. Muchos podrían estar pensando en este instante: «yo llevo más de un año sufriendo». Al momento del incidente, de lo inesperado, de esa noticia que nos cambió la vida, nuestro cuerpo entero sufre un shock del cual pocas veces se está preparado. Pueden necesitarse minutos, o hasta horas para lograr comprender lo sucedido. Esto no es más que un mecanismo de defensa para proteger nuestra salud y nuestra estabilidad mental ante tanto movimiento repentino. Ocurre que ante la sorpresa, nuestra estructura se derrumba y ya no somos 'la casada', ' la sana', 'la abogada', 'la dueña'. El cuerpo necesita de cierto tiempo para lograr entender que ya no es quien era minutos atrás; que esa definición de sí cambió para siempre, que hoy es 'la viuda', 'la enferma', 'la desempleada'.
El derrumbamiento de las estructuras es una fase necesaria de los duelos, algo casi inevitable para que luego se pueda construir una nueva estructura, a partir de quién soy yo hoy… Pérdida; duelo. ¿Vivimos en duelo? ¿Sólo estamos en ese estado cuando algo que sucede cambia nuestra vida drásticamente o podría ser eso que transitamos casi a diario cuando las cosas simplemente cambian de forma para tomar otra nueva y distinta? Duelo; dolor. ¿Siempre hay dolor cuando estamos en duelo, o puede haber duelo sin dolor? Dejarlo en forma de interrogante tiene más sentido para mí que sellarlo con una afirmación. «Estoy de duelo». Muchos de nosotros hemos escuchado quizás una o más veces esta frase que puede remitirnos casi inmediatamente a un momento oscuro, negro, de la vida de cualquier persona. Nos parece imposible imaginarnos a ese ser en momento de duelo transformándose como lo hacen las orugas al momento de hacerse mariposas, donde la transformación es necesaria para seguir viva.
A su vez existen aquellos 'pequeños' duelos diarios que a mi modo de ver forman parte de nuestra vida cotidiana casi sin darnos cuenta. En el momento en que a uno le rayan el auto o se le rompe una prenda de ropa, algo ocurre en nuestro interior… ¿Nostalgia? Inmediatamente aparece una sensación de que algo ya no es o no está como antes, y a esto me refiero cuando hablo de los pequeños duelos cotidianos que aprendemos a atravesar casi sin darnos cuenta, gracias a esa capacidad de apego-desapego que poseemos los seres humanos. Duelo, pérdida, nostalgia, apego… algunas de las palabras que me resuenan al momento de reflexionar sobre el duelo; siendo este un proceso que llega a su fin cuando se logra evocar el recuerdo de lo ocurrido sin que traiga consigo el sufrimiento de aquellos primeros momentos.

Micaela Martin Lilla
Consultora Psicológica - Counselor
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