Cada vez más jóvenes consumen drogas durante el sexo
Un trabajo de investigadores del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades (Córdoba) brinda numerosos indicadores sobre la situación de los adolescentes en Córdoba en relación a la educación sexual, el consumo de drogas, y su paso por situaciones como abortos, abusos sexuales o embarazos.
El estudio se realizó desde el año 1999 período en el cual se encuestó a más de 11.000 estudiantes de 15 a 19 años de escuelas públicas y privadas, religiosas y laicas.
Recientemente, se conocieron los datos aportados por el último relevamiento correspondiente al año 2014.
Se trata de una encuesta anónima realizada a chicos escolarizados, aunque también se incluyeron jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo.
El informe detalla que de los 2.000 estudiantes encuestados en el último año del estudio (2014), el 58,2% tuvo relaciones sexuales, de los cuales sólo el 44,5% usó preservativo.
Sin embargo, el dato es alentador si se considera que en 2012 el 39% había señalado usar este método de barrera en su relación sexual.
Margarita Barrón, directora del proyecto, indicó que surgió además que el 95% de los adolescentes dice saber cuáles son las conductas de riesgo asociadas a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el sida. Pese a ello, un porcentaje menor admitió haber usado preservativo en su última íntima. Los datos se dieron a conocer a través de la Agencia Universitaria de Comunicación de la Ciencia.
«La primera reacción de los jóvenes cuando les preguntamos sobre infecciones de transmisión sexual o embarazos y cómo prevenirlos es que ellos ya saben del tema. Pero cuando profundizamos, observamos que lo desconocen», explicó Barrón a la agencia.
Un ejemplo es el uso incorrecto y generalizado que se hace de la pastilla del día después. «Se ha convertido en la píldora del rato antes», asegura la investigadora en referencia a que las adolescentes la usan antes de consumar la relación, varias veces al mes, y no luego del acto sexual (hasta 48 horas posteriores) y de manera excepcional.
La cifra de embarazos en esta franja etaria aumentó en los últimos años, pasando de 2,9% de esta población en el 2012 al 3,7% en 2014. En tanto, crece el número de chicos que admite consumir alcohol en la relación sexual. Pasó del 13% en el 2012 al 23% en el 2014. Y quienes consumieron drogas en la misma situación pasó de 5,4% al 8,1% en igual período.
Aumentó también la cantidad de jóvenes que se encuentran bajo tratamiento por Enfermedades de Transmisión Sexual, aunque pocos lo admiten. Este índice pasó del 2,9% en el 2012 al 7,6% en el 2014.
«Todavía prevalece el sentimiento de vergüenza y el no reconocimiento de la propia enfermedad, sin saber que en general es curable. Pareciera que se vencieron todos los tabúes, pero hay algunos que todavía están muy presentes», añadió la investigadora al portal universitario.
El estudio se realizó desde el año 1999 período en el cual se encuestó a más de 11.000 estudiantes de 15 a 19 años de escuelas públicas y privadas, religiosas y laicas.
Recientemente, se conocieron los datos aportados por el último relevamiento correspondiente al año 2014.
Se trata de una encuesta anónima realizada a chicos escolarizados, aunque también se incluyeron jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo.
El informe detalla que de los 2.000 estudiantes encuestados en el último año del estudio (2014), el 58,2% tuvo relaciones sexuales, de los cuales sólo el 44,5% usó preservativo.
Sin embargo, el dato es alentador si se considera que en 2012 el 39% había señalado usar este método de barrera en su relación sexual.
Margarita Barrón, directora del proyecto, indicó que surgió además que el 95% de los adolescentes dice saber cuáles son las conductas de riesgo asociadas a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el sida. Pese a ello, un porcentaje menor admitió haber usado preservativo en su última íntima. Los datos se dieron a conocer a través de la Agencia Universitaria de Comunicación de la Ciencia.
«La primera reacción de los jóvenes cuando les preguntamos sobre infecciones de transmisión sexual o embarazos y cómo prevenirlos es que ellos ya saben del tema. Pero cuando profundizamos, observamos que lo desconocen», explicó Barrón a la agencia.
Un ejemplo es el uso incorrecto y generalizado que se hace de la pastilla del día después. «Se ha convertido en la píldora del rato antes», asegura la investigadora en referencia a que las adolescentes la usan antes de consumar la relación, varias veces al mes, y no luego del acto sexual (hasta 48 horas posteriores) y de manera excepcional.
La cifra de embarazos en esta franja etaria aumentó en los últimos años, pasando de 2,9% de esta población en el 2012 al 3,7% en 2014. En tanto, crece el número de chicos que admite consumir alcohol en la relación sexual. Pasó del 13% en el 2012 al 23% en el 2014. Y quienes consumieron drogas en la misma situación pasó de 5,4% al 8,1% en igual período.
Aumentó también la cantidad de jóvenes que se encuentran bajo tratamiento por Enfermedades de Transmisión Sexual, aunque pocos lo admiten. Este índice pasó del 2,9% en el 2012 al 7,6% en el 2014.
«Todavía prevalece el sentimiento de vergüenza y el no reconocimiento de la propia enfermedad, sin saber que en general es curable. Pareciera que se vencieron todos los tabúes, pero hay algunos que todavía están muy presentes», añadió la investigadora al portal universitario.
