El espacio gratuito para combatir el estrés de San Isidro cerró un año exitoso
El Programa de Manejo del Estrés (PROMES), que dirige el Dr. Daniel López Rosetti en el Hospital Central de San Isidro, cerró un año exitoso en cuanto a crecimiento en cantidad de pacientes y buenos resultados para mejorar la calidad de vida.
Se trata de una iniciativa para combatir el estrés que todos los jueves, en tres turnos diferentes, reúne a 600 personas. Debido a la gran cantidad de gente que se acerca al taller, el año que viene se agregará un encuentro más.
Los resultados del PROMES son excelentes. Hay una importante disminución en el uso de medicamentos de personas que llegaron con ansiedad, depresión y presión arterial, entre otras patologías. El balance es exitoso porque además hemos crecido en cantidad de pacientes, contó el Dr. López Rosetti al frente del Servicio de Medicina del Estrés, único en el país, del Hospital Central.
Como metáfora, en el PROMES, el Dr. Rosetti suele utilizar la frase la vida es como un jenga, en alusión al juego en el cual se retiran bloques de madera, evitando que se caiga la torre.
Como una alegoría de la vida, al igual que en el juego, cuando uno nace comienza con la columna bien armada. Pero las cosas se van moviendo laboralmente, emocionalmente, aparecen enfermedades y otras situaciones. Hay que tener la inteligencia emocional para mantener el equilibrio en la vida, argumentó el Dr. Rosetti.
Gracias a los talleres del Dr. Rosetti cambió para bien mi calidad de vida. Aprendí a estar atenta a los síntomas que el cuerpo nos da. Detenerse, respirar, observar y proseguir es la clave, sostuvo Amanda Seoane, vecina de Martínez.
Angel Borda, otro vecino de San Isidro, se sentía estresado y atravesaba un momento emocionalmente difícil. En este taller me enseñaron técnicas de relajación a través de la respiración y me vino bárbaro, opinó.
Hace 6 años, por un estado de estrés elevado, Mónica Serrato se enfermó. Si hubiera conocido en ese momento todo lo que aprendí aquí seguramente hoy no tendría esta enfermedad autoinmune. Ahora trato de ayudar a la gente que sufre de estrés para que no se convierta en un problema crónico. Recomiendo este espacio maravilloso que nos brinda el Hospital Central de San Isidro, concluyó.
Se trata de una iniciativa para combatir el estrés que todos los jueves, en tres turnos diferentes, reúne a 600 personas. Debido a la gran cantidad de gente que se acerca al taller, el año que viene se agregará un encuentro más.
Los resultados del PROMES son excelentes. Hay una importante disminución en el uso de medicamentos de personas que llegaron con ansiedad, depresión y presión arterial, entre otras patologías. El balance es exitoso porque además hemos crecido en cantidad de pacientes, contó el Dr. López Rosetti al frente del Servicio de Medicina del Estrés, único en el país, del Hospital Central.
Como metáfora, en el PROMES, el Dr. Rosetti suele utilizar la frase la vida es como un jenga, en alusión al juego en el cual se retiran bloques de madera, evitando que se caiga la torre.
Como una alegoría de la vida, al igual que en el juego, cuando uno nace comienza con la columna bien armada. Pero las cosas se van moviendo laboralmente, emocionalmente, aparecen enfermedades y otras situaciones. Hay que tener la inteligencia emocional para mantener el equilibrio en la vida, argumentó el Dr. Rosetti.
Gracias a los talleres del Dr. Rosetti cambió para bien mi calidad de vida. Aprendí a estar atenta a los síntomas que el cuerpo nos da. Detenerse, respirar, observar y proseguir es la clave, sostuvo Amanda Seoane, vecina de Martínez.
Angel Borda, otro vecino de San Isidro, se sentía estresado y atravesaba un momento emocionalmente difícil. En este taller me enseñaron técnicas de relajación a través de la respiración y me vino bárbaro, opinó.
Hace 6 años, por un estado de estrés elevado, Mónica Serrato se enfermó. Si hubiera conocido en ese momento todo lo que aprendí aquí seguramente hoy no tendría esta enfermedad autoinmune. Ahora trato de ayudar a la gente que sufre de estrés para que no se convierta en un problema crónico. Recomiendo este espacio maravilloso que nos brinda el Hospital Central de San Isidro, concluyó.
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