Vuelta a clases: la importancia de los aptos físicos
  
Son necesarios para practicar cualquier tipo de ejercicio o deporte de manera segura. Su importancia radica en la detección y prevención de patologías. Febrero, el mes para realizarlos.
La confección del certificado de aptitud física es un requisito fundamental para la práctica segura de cualquier tipo de ejercicio físico y/o deporte. Su principal objetivo es detectar patologías y prevenir riesgos. Esto se logra a través de un interrogatorio, un examen físico y estudios complementarios.

“Realizar ejercicio físico sin saber si estamos en condiciones de hacerlo supone un riesgo para nuestra salud. Para disminuir ese riesgo, es vital contar con un certificado de aptitud física y seguir las pautas médicas según las condiciones de cada paciente en particular”, explica el Dr. Hernán Provera, medico cardiólogo y Coordinador del Área de Prevención Cardiovascular en INEBA (Guardia Vieja 4435, Almagro, CABA, 4867-7700)

La relevancia de los aptos físicos queda demostrada en la reciente modificación de la Ley 139, sancionada a fines de 1998 y conocida como la “Ley de los Gimmasios” que exigía el apto físico a las personas que asistían a estos establecimientos. Ahora, y por el boom del running, la normativa suma el requisito para quienes quieran participar de carreras de 5 kilómetros o más en la Ciudad de Buenos Aires.

“El certificado atestigua la aptitud física del individuo, considerando su edad, sexo, antecedentes y actividad deportiva a desarrollar (competitiva, recreativa, otras).
La certificación comprende tres áreas: clínico / pediátrica, traumatológica y cardiovascular. Ésta última intenta identificar patologías cardiovasculares preexistentes ocultas y relevantes para reducir el riesgo asociado a la práctica del deporte”, agrega Provera.

“Desde INEBA sugerimos que quienes practiquen deportes competitivos o extremos se realicen un chequeo cardíaco para conocer el estado de su corazón y saber si pueden realizar ese tipo de actividad física”, argumenta.

La evaluación mínima de primer nivel para el apto físico cardiovascular en deportes competitivos debe comprender un interrogatorio, un examen físico, un electrocardiograma de reposo y una ergometría de 12 derivaciones en mayores de 40 años o bien en mayores de 30 con factores de riesgo coronario, además de un ecocardiograma doppler en el caso de deportistas de alto rendimiento mayores de 16.


Certificado médico escolar
El apto físico escolar es el certificado solicitado por las escuelas argentinas al niño o adolescente en forma anual que indica su estado de salud. Este determinará si puede o no participar en la clase de educación física. El mismo se rige con los mismos principios del apto que puede solicitar una institución deportiva o gimnasio.

“Si bien el examen cardiovascular es de suma importancia, el médico cardiólogo solo no emite el apto físico definitivo. Es un eslabón más del enfoque multidisciplinario del paciente dado que si bien una persona desde el punto de vista cardiovascular puede estar apta para realizar un ejercicio, puede ser portadora de otras patologías no cardíacas como asma bronquial, epilepsia o diabetes, por mencionar algunas, que desaconsejan o pueden limitar los ejercicios físicos”, aclara el especialista.

Además de cumplir con las instituciones educativas, estos certificados permite a los padres conocer el estado de salud de sus hijos, detectar posibles enfermedades y fomentar la cultura de la prevención.
 
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