Una enfermedad de la sangre aumenta el riesgo cardiovascular
  
Se denomina Policitemia Vera y es considerada la segunda enfermedad de la sangre más común, después de la leucemia mieloide crónica. Provoca una sobreproducción de glóbulos rojos, lo que incrementa el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos y eventos cardíacos.
La Policitemia Vera es uno de los tipos más frecuentes de enfermedades malignas de la sangre, luego de la leucemia mieloide crónica. Los pacientes sufren una mutación que ocasiona una producción anormal de glóbulos rojos, blancos y plaquetas, incrementando el riesgo de formación de coágulos sanguíneos y de eventos cardíacos.

Por eso es importante diagnosticarla rápidamente y tratarla como corresponde.
Tal como describió la Dra. Ana Inés Varela, médica hematóloga del Hospital Ramos Mejía, “en la Policitemia Vera se producen muchos más glóbulos rojos de lo que el organismo necesita. También está incrementada la producción de plaquetas y glóbulos blancos y puede aumentar el tamaño del bazo. Esto hace que cuando la enfermedad aún no se ha detectado, o si no se controla adecuadamente, los pacientes tengan aumentado el riesgo de sufrir eventos trombóticos cardiovasculares como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, y trombosis arterial o venosa en miembros inferiores o en sitios inusuales como en los vasos abdominales”.

El aumento de la viscosidad de la sangre por la sobreproducción de glóbulos rojos es lo que hace que los pacientes presenten alto riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos. Por esa razón, son cuatro veces más propensos a morir de un evento cardíaco. Además, la Policitemia Vera está asociada con una posible transformación a mielofibrosis o leucemia mieloide aguda.

La Dra. Varela afirmó que los eventos trombóticos relacionados a esta enfermedad pueden ser severos causando secuelas graves o incluso la muerte, pero con el diagnóstico y el manejo adecuados, hoy se pueden prevenir de forma muy eficaz: “existe evidencia de cuáles son las conductas que hay que tomar para reducir de forma significativa el riesgo de eventos vasculares. Los pacientes que mantienen control estricto del hematocrito (que es la medida en que se valora la cantidad de glóbulos rojos), siguiendo las indicaciones de su médico hematólogo, tienen 4 veces menos riesgo de muerte por episodios vasculares. Además, como desde 2005 conocemos el mecanismo molecular que regula esta producción aumentada de elementos de la sangre, hemos tenido muchos avances y el desarrollo de drogas nuevas en el área”.

La cardiovascular es la complicación más común y la causa de muerte más frecuente en los pacientes con Policitemia Vera, sostuvo la Dra. Varela: “es muy importante que los pacientes con esta enfermedad no fumen y controlen los factores de riesgo cardiovascular más conocidos como el colesterol elevado, diabetes o hipertensión arterial. Los pacientes mayores de 60 años y que ya han tenido algún evento trombótico presentan más riesgo de padecer otro episodio cardiovascular y entonces son los que necesitan tomar medicación específica. Con el control de estos factores de riesgo y el adecuado control del hematocrito y la toma de determinados medicamentos, se reduce este riesgo en forma significativa”.

Recientemente, la Policitemia Vera ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como neoplasia mieloproliferativa, es decir, enfermedad maligna de la sangre. Es una enfermedad crónica vinculada a la sobreproducción de glóbulos rojos en la médula ósea. La Policitemia Vera es la segunda enfermedad de la sangre más común, después de la leucemia mieloide crónica, y las estadísticas indican que, cada año, podría afectar a más de 11.800 personas en Latinoamérica; su incidencia es de 1 a 3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes por año9. La mediana de edad al diagnóstico es a los 60 años, pero la enfermedad puede presentarse a cualquier edad.

Los síntomas de esta condición pueden ser similares a los de otras enfermedades más conocidas, lo que lleva a que muchos casos no se reporten o se diagnostiquen erróneamente. Sin embargo, es posible detectar la enfermedad con un análisis de sangre de rutina. “Éste es el caso de muchos pacientes, que arriban al diagnóstico sin haber tenido ningún síntoma previo. Otros describen haber sentido frecuentemente picazón después de bañarse, un síntoma molesto y poco común, pero que tiene que ver con la enfermedad”, refirió la especialista.

Sobre posibles síntomas, la Dra. Varela agregó que “un grupo reducido de pacientes puede tener muchos síntomas como cansancio o debilidad que no les permita realizar sus actividades habituales. Estos síntomas se producen porque la enfermedad provoca un estado de inflamación generalizada en el organismo (por liberación de mediadores químicos llamados citoquinas). Estos pacientes y los que tuvieron alguna complicación trombótica que les dejó alguna secuela son los que presentan disminución en la calidad de vida causada por la enfermedad”.

Otros síntomas de la Policitemia Vera son el aumento del tamaño del bazo, una coloración rojiza de la piel y del rostro (debido al aumento de los glóbulos rojos), visión borrosa, zumbidos de oído, dolor de cabeza, prurito, insomnio e hipertensión arterial.

Cómo tratar la Policitemia Vera
En el año 2005, se describió por primera vez la mutación del gen JAK2, que está presente en más del 95% de los pacientes con PV7. En los años que siguieron a este descubrimiento, se comprendió que esta mutación es la que provoca la señal de proliferación a las células enfermas. Como consecuencia, se manifiesta una producción anormal de glóbulos rojos, blancos y plaquetas en la médula ósea y agrandamiento del bazo.

Al entender esto, el esfuerzo científico permitió el desarrollo de drogas dirigidas a este blanco molecular como el ruxolitinib, un inhibidor de JAK2, “que bloquea en las células la señal de proliferación y así se controla la producción excesiva de células e la sangre”, remarcó la Dra. Varela.

Pese a que la Policitemia Vera suele manejarse con eficacia por largos períodos de tiempo a través de flebotomías y tratamientos que reducen el número de glóbulos rojos o plaquetas2, alrededor del 25% de los pacientes son o pueden volverse intolerantes o resistentes a estos medicamentos, lo que produce, en la mayoría de los casos, que no puedan controlar su enfermedad de manera eficaz y presenten riesgo aumentado de progresión.

En ese grupo de pacientes se llevó adelante un estudio clínico de fase III titulado “Ruxolitinib vs. la terapia estándar en el tratamiento de la Policitemia Vera”, publicado en The New England Journal of Medicine. Esta investigación demostró que el ruxolitinib logra una mejora notable en el control del hematocrito (se obtuvo en el 60% de los tratados con esta droga, versus el 20% en el grupo control y en la reducción del tamaño del bazo (en el 21% de los pacientes tratados con ruxolitinib, contra el 1% en quienes recibieron la terapia estándar).

El estudio no fue diseñado para evaluar si ruxolitinib reduce el riesgo de trombosis, sin embargo se observó una menor frecuencia de eventos trombóticos en el grupo de pacientes tratados con esa terapia. Con más estudios se podrá aclarar si ruxolitinib es eficaz en el control de esta complicación causada por la enfermedad.

Con la disponibilidad del ruxolitinib -el primer inhibidor oral selectivo del gen JAK, dirigido específicamente al mecanismo subyacente de estas enfermedades- se ha producido un cambio importante en el tratamiento de la policitemia vera, que representa una nueva esperanza para los médicos y sus pacientes. Algunos pacientes tratados con ruxolitinib presentaron efectos secundarios como herpes zoster, trombocitopenia y anemia.
 
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