En el marco de la Semana Nacional de la Epilepsia, INEBA junto a otras instituciones promueven el conocimiento de la enfermedad, ya que la información permite a los pacientes y a sus familias erradicar mitos y comprender mejor este trastorno de la salud.

La epilepsia es una enfermedad frecuente que afecta al 1% de la población mundial, tanto a hombres como a mujeres. Se calcula que en la Argentina hay unas 400 mil personas que la padecen. Puede comenzar en cualquier momento de la vida aunque es más prevalente en las primeras décadas y sobre todo después de los 60 años.

Es una afección propia y exclusiva del cerebro. Su origen radica en una descarga eléctrica anormal generada por las neuronas, que son las células principales del sistema nervioso. Cuando esos impulsos eléctricos se generan en forma anormal, nos encontramos ante una crisis epiléptica.

La convulsión (movimientos de contracción a modo de sacudidas en todo el cuerpo) es la forma más conocida de crisis epiléptica. Sin embargo, esta enfermedad pueden manifestarse de múltiples formas: pequeños períodos de tiempo en que la persona queda ausente mirando un punto fijo, percepción de sonidos o imágenes inexistentes, pérdida de conciencia con caída o movimiento de los miembros, entre otros. Las manifestaciones clínicas son tan variadas que en ocasiones se hace difícil determinar un correcto diagnóstico.

El diagnóstico se realiza mediante la correcta interpretación de los síntomas clínicos con un completo y detallado interrogatorio y con estudios complementarios como el electroencefalograma y la resonancia magnética, que permiten determinar la causa y la zona del cerebro donde se genera.

En las últimas décadas ha habido múltiples avances respecto al diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, siendo que casi el 70% de los pacientes logran controlar completamente sus crisis con la medicación adecuada.

Uno de ellos tiene que ver con el uso medicinal de la marihuana (cannabis sativa), ya que contiene Tetra-hidroccannabidol (con efectos psicotrópicos) y Cannabidiol, con posibles efectos antoconvulsionantes; aunque aún no se conocen con precisión la repercusión de estos componentes en el sistema nervioso central.

“Dado lo complejas que son las epilepsias refractarias y como afectan la vida del paciente y sus cuidadores, muchas familias deciden avanzar frente a tratamientos alternativos como estos a pesar de que no haya certezas aún”, comenta la Dra. Analía Calle, neuróloga e integrante del equipo especializado en Epilepsia de INEBA.

Y agrega: “Es importante aclarar que la marihuana por vía inhalatoria o vía oral utilizada, comúnmente utilizada con fines recreativos, no tiene un efecto beneficioso sobre la epilepsia y, por el contrario, puede interferir con varios agentes anticonvulsión de uso habitual”.

Según reportes aislados y pequeñas series de casos en la literatura científica el componente Cannabidiol podría tener efectos terapéuticos en algunas epilepsias de difícil manejo, pero aún las investigaciones están en curso y no tienen resultados concretos.