Epidemia de obesidad: un complejo desafío
Según la OMS el 65% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la desnutrición. Se calcula que el 44% de los casos de diabetes, el 23% de la cardiopatía isquémica y hasta un 41% de los casos de cáncer son atribuibles a la obesidad.
Esto se debe a que por un lado la especie humana está diseñada de manera de proteger las reservas de grasa. Por tanto, a medida que nuestra disponibilidad calórica ha aumentado y nuestra vida se ha tornado sedentaria, la obesidad y las co-morbilidades han incrementado su prevalencia. Si bien la obesidad está causada por un balance positivo de energía, muchos otros factores determinan la pandemia:
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
La definición de la OMS es la siguiente:
Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
Se aconseja la incorporación de hábitos saludables tanto para tratar la enfermedad, como para su prevención. La alimentación saludable y la actividad física suficiente y regular son los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud durante toda la vida.
Desde la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) recomiendan generar conciencia a nivel comunitario e individual sobre esos dos ejes: Alimentación y Estilo de Vida.
Dra. Zulema Stolarza Presidente de la SAN.
Dra. Mónica Katz Miembro de la Comisión Directiva de la SAN.
Esto se debe a que por un lado la especie humana está diseñada de manera de proteger las reservas de grasa. Por tanto, a medida que nuestra disponibilidad calórica ha aumentado y nuestra vida se ha tornado sedentaria, la obesidad y las co-morbilidades han incrementado su prevalencia. Si bien la obesidad está causada por un balance positivo de energía, muchos otros factores determinan la pandemia:
- Normas de consumo de productos altos en calorías en porciones hipertróficas.
- Normas de movilidad restringida debido a largas jornadas escolares y laborales, elevada criminalidad, intensa mecanización, alto desarrollo tecnológico y la competencia entre el mercado del entretenimiento y la práctica de actividad física.
- Altos niveles de estrés y de incertidumbre generan no solo ansiedad y depresión sino malas decisiones.
- Prescripción de medicamentos que aumentan la ingesta y el peso.
- Disbiosis de la microbiota que genera ganancia de peso e inflamación. -deuda de sueño (dormimos menos de 7 horas por noche) que incrementa hambre y disminuye el gasto energético.
- Climatización constante de los ambientes que minimiza la demanda energética.
- Presencia de disruptores hormonales que interfirieren con la señalización hormonal.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
La definición de la OMS es la siguiente:
Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
Se aconseja la incorporación de hábitos saludables tanto para tratar la enfermedad, como para su prevención. La alimentación saludable y la actividad física suficiente y regular son los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud durante toda la vida.
Desde la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) recomiendan generar conciencia a nivel comunitario e individual sobre esos dos ejes: Alimentación y Estilo de Vida.
Dra. Zulema Stolarza Presidente de la SAN.
Dra. Mónica Katz Miembro de la Comisión Directiva de la SAN.