Capacitan a vecinos para luchar contra el Aedes Aegypti
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a "vecinos multiplicadores" para lograr manzanas libres (del mosquito) Aedes Aegypti, transmisor del dengue, la fiebre chikungunya y el zika, al tiempo que distribuye sensores para detectar cuando la hembra pone el huevo, como parte del plan de prevención contra estas enfermedades de cara al inicio de la temporada estival.
La presentación del plan de prevención, control y vigilancia para controlar la aparición del mosquito fue realizada por autoridades del Ministerio de Salud de la Ciudad en la Defensoría del Pueblo porteño.
Agentes del gobierno de la Ciudad porteño iniciaron una capacitación en todas las comunas a vecinos multiplicadores, quienes tienen a cargo su manzana para informar y ayudar a eliminar los posibles criaderos y además cuentan con material para recoger larvas y pupas.
Hoy ya tenemos 200 multiplicadores capacitados, y otros 2.000 en capacitación, afirmó el gerente operativo de Epidemiología del ministerio de salud porteño, Julán Antman quien agregó que la mayoría de los vecinos pasó a formar parte del programa luego de comunicarse -a través del 147, del Sistema de Atención Ciudadana (Suaci)- para denunciar la presencia de criaderos.
Además, para informar sobre la prevención del dengue y para buscar vecinos multiplicadores" se realizan timbreos los sábados cada dos semanas, "y en las comunas se capacitan a todas las asociaciones civiles del área para que a su vez lo promocionen.
Lo ideal es llegar a tener un multiplicador por manzana, pero este no es un objetivo a corto plazo. Por catastro, en Buenos Aires hay más de 13.000 manzanas, de la cuales unas 7.000 son habitables, y la cantidad necesaria de agentes por manzana depende de cuán densamente poblada esté la zona, continuó Antman.
Explicó que lo fundamental del plan "es la prevención, el mosquito es intradomiciliario, y el 80 por ciento de los criaderos está en las plantas que la gente tiene en agua adentro de las casas.
Y agregó: La única forma de controlar la aparición del mosquito es con la participación real de la sociedad. El Estado acompaña, capacita y da insumos.
Como parte del plan, "también se hacen relevamientos ambientales en las instituciones públicas para eliminar criaderos y un trabajo de monitoreo del vector con 220 sensores de ovipostura distribuidos en distintos puntos de la ciudad que son gestionados por la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, añadió.
Los sensores son muy simples: un frasco negro con un palito donde la hembra del aedes aegypti pone el huevo, y cuando aparece un sensor positivo, hacemos una acción de prevención, que nunca es la fumigación, continuó.
Y aclaró: La fumigación preventiva no sirve, sólo se plantea en brotes grandes y emergencias, y agregó que tiene muy poco efecto porque mata al 30 por ciento del mosquito adulto.
Cuando aparecen casos sospechosos, como parte del protocolo de control vectorial, que es muy concreto, lo primero que se hace es ir a la casa del paciente y a toda la manzana para relevar y eliminar criaderos, también se verifica que no haya febriles, porque si está presente el mosquito, puede picar a otros, contó el funcionario.
"La última instancia de este protocolo es la fumigación para el bloqueo de transmisión, que se hace adentro de las casas, pero sólo un 10 por ciento de los vecinos permite entrar a los fumigadores, porque fumigar implica rociar insecticida que queda en las casas", aclaró.
El aedes aegypti mosquito es humano dependiente e intradomiciliario, "por lo que la fumigación de parques y plazas que tanto se pide, no tiene ningún sentido", remarcó Antman.
Además, informó que con los sensores de ovipostura se determinó que el mosquito "empieza a aparecer en octubre y noviembre", aunque todavía no hay riesgo de transmisión de enfermedades porque "no hay casos importados".
La Defensoría del Pueblo porteño pidió a las autoridades de la Ciudad en mayo último que elaboren un "plan estratégico para evitar un nuevo brote de dengue en el verano 2016-2017", y ahora, en función de esa recomendación, se presentaron las distintas etapas de ese plan.
La presentación del plan de prevención, control y vigilancia para controlar la aparición del mosquito fue realizada por autoridades del Ministerio de Salud de la Ciudad en la Defensoría del Pueblo porteño.
Agentes del gobierno de la Ciudad porteño iniciaron una capacitación en todas las comunas a vecinos multiplicadores, quienes tienen a cargo su manzana para informar y ayudar a eliminar los posibles criaderos y además cuentan con material para recoger larvas y pupas.
Hoy ya tenemos 200 multiplicadores capacitados, y otros 2.000 en capacitación, afirmó el gerente operativo de Epidemiología del ministerio de salud porteño, Julán Antman quien agregó que la mayoría de los vecinos pasó a formar parte del programa luego de comunicarse -a través del 147, del Sistema de Atención Ciudadana (Suaci)- para denunciar la presencia de criaderos.
Además, para informar sobre la prevención del dengue y para buscar vecinos multiplicadores" se realizan timbreos los sábados cada dos semanas, "y en las comunas se capacitan a todas las asociaciones civiles del área para que a su vez lo promocionen.
Lo ideal es llegar a tener un multiplicador por manzana, pero este no es un objetivo a corto plazo. Por catastro, en Buenos Aires hay más de 13.000 manzanas, de la cuales unas 7.000 son habitables, y la cantidad necesaria de agentes por manzana depende de cuán densamente poblada esté la zona, continuó Antman.
Explicó que lo fundamental del plan "es la prevención, el mosquito es intradomiciliario, y el 80 por ciento de los criaderos está en las plantas que la gente tiene en agua adentro de las casas.
Y agregó: La única forma de controlar la aparición del mosquito es con la participación real de la sociedad. El Estado acompaña, capacita y da insumos.
Como parte del plan, "también se hacen relevamientos ambientales en las instituciones públicas para eliminar criaderos y un trabajo de monitoreo del vector con 220 sensores de ovipostura distribuidos en distintos puntos de la ciudad que son gestionados por la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, añadió.
Los sensores son muy simples: un frasco negro con un palito donde la hembra del aedes aegypti pone el huevo, y cuando aparece un sensor positivo, hacemos una acción de prevención, que nunca es la fumigación, continuó.
Y aclaró: La fumigación preventiva no sirve, sólo se plantea en brotes grandes y emergencias, y agregó que tiene muy poco efecto porque mata al 30 por ciento del mosquito adulto.
Cuando aparecen casos sospechosos, como parte del protocolo de control vectorial, que es muy concreto, lo primero que se hace es ir a la casa del paciente y a toda la manzana para relevar y eliminar criaderos, también se verifica que no haya febriles, porque si está presente el mosquito, puede picar a otros, contó el funcionario.
"La última instancia de este protocolo es la fumigación para el bloqueo de transmisión, que se hace adentro de las casas, pero sólo un 10 por ciento de los vecinos permite entrar a los fumigadores, porque fumigar implica rociar insecticida que queda en las casas", aclaró.
El aedes aegypti mosquito es humano dependiente e intradomiciliario, "por lo que la fumigación de parques y plazas que tanto se pide, no tiene ningún sentido", remarcó Antman.
Además, informó que con los sensores de ovipostura se determinó que el mosquito "empieza a aparecer en octubre y noviembre", aunque todavía no hay riesgo de transmisión de enfermedades porque "no hay casos importados".
La Defensoría del Pueblo porteño pidió a las autoridades de la Ciudad en mayo último que elaboren un "plan estratégico para evitar un nuevo brote de dengue en el verano 2016-2017", y ahora, en función de esa recomendación, se presentaron las distintas etapas de ese plan.
