La protección de la visión es tan importante como la de la piel
  
Es habitual en esta época del año tener una mayor exposición a los rayos del sol. Y para poder hacerlo de forma segura es necesario protegerse de los rayos ultravioletas (UV) que provienen de su luz.

Desde la oftalmología podemos afirmar que los dermatólogos nos llevan mucho tiempo de ventaja en cuanto a la concientización de la importancia de la prevención. Bien es conocido por una gran parte de la sociedad la relación existente entre la exposición al sol y el aumento en el riesgo de cáncer de piel o melanoma.

Así como podemos utilizar protector solar para la piel, también podemos cuidar los ojos de los potenciales riesgos que este genera en nuestro sentido de la visión.

Afortunadamente hoy en día es fácil encontrar anteojos lindos y económicos que bloquean 100% los rayos UV que llegan al ojo. Si además agregamos un sombrero, estamos listos para enfrentar el verano de una manera segura.

Las posibles enfermedades oculares asociadas al sol son varias. Podemos enumerar algunas de ellas:
  • Cataratas: se desarrollan en menos tiempo y su único tratamiento en la actualidad es la cirugía.
  • Degeneración macular: se conoce a la luz UV como un factor de riesgo para dicha enfermedad, muy incapacitante por cierto, y de muy difícil tratamiento.
  • Pterigion: proliferación de tejido conjuntival sobre la córnea como mecanismo de defensa para proteger el ojo, cuyo tratamiento también es quirúrgico.
  • Queratitis aguda: inflamación de la córnea que produce gran molestia, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo.
  • Cáncer: se puede desarrollar cáncer en los tejidos del ojo.
Es importante, además, no olvidar el riesgo aumentando en los bebes y niños pequeños. Los más chicos siempre deben utilizar anteojos que protejan de los rayos ultravioletas.

Algunas de las recomendaciones más importantes de la Academia Americana de Oftalmología son:

  • Utilizar anteojos de sol marcados con el sello “100% protección UV”.
  • Elegir monturas de diseño envolvente para que los rayos no puedan entrar lateralmente.
  • Utilizar sombrero además de los anteojos de sol.
  • No olvidar anteojos para los niños.
  • No olvidar que las nubes no bloquean los rayos UV.
  • Saber que el sol es dañino todo el año, no solo en verano.
  • Tener mayor cuidado en los horarios del mediodía y siesta.
¿Cómo elegir un buen par de anteojos de sol?
  • Deben tener el sello protección UV 100%.
  • Entre más grande su tamaño, mejor.
  • Los anteojos más oscuros no necesariamente brindan mayor protección.
  • Los lentes de color muchas veces mejoran las condiciones de visión pero no bloquean los rayos UV.
  • Los lentes polarizados reducen el destello, pero no los rayos ultravioletas.
  • No necesariamente los anteojos deben ser caros para que tengan una buena protección.
Como en cada aspecto de la salud, la prevención es de suma importancia, ya que en muchos casos el daño que se genera es irreversible. Con simples medidas es posible evitar enfermedades potencialmente incapacitantes o que inclusive pongan en riesgo la vida. No hay que olvidar que el daño que produce el sol, tanto en la piel como en los ojos, es acumulativo, por lo que la exposición requiere de mucho cuidado.

Dr. Carlos Asención,
Médico oftalmólogo de INEBA
 
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