El TOC tendría vinculación con una inflamación en el cerebro
  
Las personas con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tienen unos niveles altos de inflamación en el cerebro, un descubrimiento que según los investigadores podría conducir a nuevos tratamientos.

En el TOC, las personas por lo general tienen pensamientos negativos frecuentes que intentan controlar mediante la repetición de ciertos rituales o conductas, como lavarse las manos o revisar que las puertas estén cerradas.

Los investigadores canadienses compararon a 20 pacientes con TOC con un grupo de control de 20 personas sin la afección. Los pacientes con TOC tenían una inflamación un 32% más alta en 6 regiones del cerebro que tienen un rol en el trastorno, según el estudio que publica la revista 'JAMA Psychiatry'.

"Nuestra investigación mostró una potente relación entre la inflamación del cerebro y el TOC, sobre todo en las partes del cerebro que se sabe que funcionan de forma distinta en el TOC. Este hallazgo representa uno de los mayores avances en la comprensión de la biología del TOC, y podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos", apuntó el autor principal, el Dr. Jeffrey Meyer.

El Dr. Meyer es director del Programa de Imágenes Neuroquímicas en los Trastornos del Estado de Ánimo y de Ansiedad del Centro de Adicción y Salud Mental de Toronto.

La inflamación o hinchazón es la respuesta del cuerpo ante una infección o lesión. Aunque ayuda al cuerpo a sanar, a veces puede ser nociva. Alterar el equilibrio entre los efectos útiles y los nocivos podría ser una clave para tratar el TOC, dijo Meyer en un comunicado de prensa del centro.

Señaló que unos medicamentos desarrollados para dirigirse a la inflamación cerebral implicada en otros trastornos podría ayudar a tratar el TOC.

Encontrar un nuevo método de tratamiento es importante, porque los fármacos actuales no ayudan a casi un tercio de los pacientes de TOC. Más o menos entre un 1 y un 2 por ciento de los adolescentes y adultos tienen el trastorno de ansiedad.

"Hay que trabajar para descubrir factores específicos que contribuyan a la inflamación cerebral, pero encontrar una forma de reducir los efectos nocivos y aumentar los efectos útiles de la inflamación podría permitirnos desarrollar un tratamiento nuevo mucho más rápidamente", concluyó el Dr. Meyer.
 
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