El 80% de las personas padece trastornos respiratorios relacionados con el sueño y no lo sabe
  
¿Te despertas cansado? ¿Como si no hubieses dormido? ¿Roncas y no dejas dormir a los demás? ¿Te despiertan porque parece que dejas de respirar?

Todos pueden ser síntomas de trastornos respiratorios relacionados con el sueño (TRRS), que hacen referencia a una respiración anormal mientras dormimos y pueden causar ronquidos, jadeos, sueño interrumpido o apneas de sueño.

El término apnea del sueño suele referirse al síndrome de apnea obstructiva del sueño, en el que “la persona deja de respirar brevemente “(10 segundos), pero muchas veces (5, 15, 30 o más) durante la noche, debido al cierre intermitente y repetitivo de la vía aérea superior, cerrando el flujo de aire total (apnea) o parcialmente( hipopnea).

Esto se debe a que mientras dormimos, nuestros músculos están relajados y la lengua y la relajación de los músculos de la garganta, pueden causar el estrechamiento de las vías respiratorias deteniendo temporalmente la respiración.

Estas paradas respiratorias de duración variable y repercusión diferente se deben a la falta de oxígeno (hipoxia), que alerta a tu cerebro y te despierta temporalmente para restablecer la respiración. Al ser breve no se recuerda y te parece que dormiste bien, sin embargo al interrumpirse el sueño profundo reparador, el resultado es somnolencia durante el día con efectos graves sobre la calidad del sueño y la salud general.

Clínicamente podemos encontrar presente una triada: ronquidos, somnolencia diurna y pausas de apnea. El signo más común es el “ronquido”, referido por los pacientes o sus acompañantes, como resultado del estrechamiento de la faringe y vibración de las partes blandas de la vía aérea superior (paredes faríngea, úvula y velo del paladar).

El sonido es cada vez más sonoro como consecuencia del aumento de la actividad de los músculos respiratorios, que intentan vencer la limitación del flujo aéreo. En determinado momento se produce el colapso de la faringe, lo que determina el comienzo de un periodo de apnea. Finalmente el silencio de la apnea se rompe con un ronquido que refleja el restablecimiento de la permeabilidad.

Los gases respiratorios se normalizan, el sueño se recupera y se reinicia así un ciclo que se repite múltiples veces cada noche. Son habituales también las sacudidas de los miembros superiores e inferiores, despertares súbitos con sensación de asfixia, caída de la cama, movimientos bruscos, caminar o hablar dormidos.

“El paciente roncador tiene un 90% de probabilidades de padecer síndrome de apneas obstructivas del sueño, pero no quiere decir que todas las personas que roncan lo presenten”.

Los síntomas pueden aparecer de “día”: somnolencia excesiva, falta de concentración, dolores de cabeza matutino, cambios de humor, boca seca, síndrome de piernas inquietas, problemas estomacales, reflujo, impotencia o disminución de la potencia sexual y de “noche”: insomnio, apneas, sueño sin descanso, sudor, despertar con ahogos ,sueños vividos, necesidad de orinar, salivación, desgaste dentario.

Puede alterarse el intercambio gaseoso intrapulmonar aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y vasculocerebrales, aumento de la presión arterial, arritmias cardiacas, muerte súbita nocturna, niños con retraso de crecimiento por disminución de producción de hormona de crecimiento.

La falta de sueño profundo y reparador también está asociado a trastornos de conducta y de personalidad (síndrome depresivo, irritabilidad, paranoia) a la perdida de la memoria, deterioro intelectual, disminución de habilidad motora.

Estudios han demostrado que los TRRS son muy frecuentes en niños y se debe detectar y tratar tempranamente (1/ 2/3 años), ya que las causas se desarrollan durante la primera infancia. El factor más común es el agrandamiento de amígdalas y adenoides, lo que hace que este trastorno sea más frecuente entre los 2 y 6 años cuando ambos tejidos linfoideos están más hipertrofiados. Por lo tanto muchas veces la solución definitiva es la extirpación quirúrgica previo reentrenamiento muscular de la respiración y deglución para evitar recidivas.

Los papás deben tener en cuenta que el chupete es un hábito muy dañino, porque evita el desarrollo cráneo facial correcto y los maxilares cierran el espacio de pasaje de aire.



En los niños el síndrome de apnea obstructiva del sueño siempre va acompañado de ronquido, lo que no quiere decir que todos los niños que roncan presentan apneas. La mayoría son simples roncadores habituales, sin otra alteración añadida.

Pueden estar presentes otros síntomas como: enuresis (se hacen pis), excesiva sudoración nocturna, inquieto durante el día a diferencia del adulto ,la somnolencia diurna puede estar completamente ausente, predominando la hiperactividad o déficit de atención, problemas de conducta y bajo rendimiento escolar.

¿Cuáles son las causas de los TRRS?
Las causas más comunes son:
  • La respiración bucal crónica.
  • La mala alimentación: “obesidad moderada o severa” como el factor de riesgo más común e importante en los adultos ,porque está acompañada de un incremento del tejido graso alrededor de la garganta, que es mayor en el hombre.
  • El desarrollo incorrecto de los maxilares.
  • Factores genéticos.
La ortodoncia con extracciones, la congestión nasal grave en niños y adultos, el tabaco (es irritante) el alcohol (aumenta la relajación muscular) y todo aquello que causa estrechamiento de la garganta empeora los problemas respiratorios.

¿Cómo se diagnostica?
Con frecuencia se sospecha a partir de síntomas y exámenes clínicos, pero en la mayoría de los casos es necesario monitorear el sueño para confirmarlo. Un estudio detallado del sueño denominado polisomnografìa registra las ondas cerebrales, la actividad muscular, los movimientos de los ojos, la actividad cardiaca, el movimiento del tórax, el flujo de aire en la nariz y la boca y el nivel de oxígeno en sangre.

Este estudio se realiza en una unidad del sueño y en niños puede tener poco valor ya que están intranquilos en un lugar desconocido. También se usan equipos portátiles.

El nivel de somnolencia durante las horas del día se puede evaluar con un sencillo cuestionario, que cuantifica la posibilidad de quedar dormido en diferentes situaciones de la vida diaria.

¿Cómo se trata?
El 80% de las personas que padecen TRRS ni siquiera lo saben.

La primera fase del tratamiento en adultos consiste en motivarlos a hacer cambios en su estilo de vida que pueden estar induciendo a esta patología. Esto incluye: sobrepeso, sedentarismo, consumo de alcohol, tabaco, comidas pesadas, medicinas.

Si tras el seguimiento de una vida más sana el paciente no experimenta mejoría existen otros tratamientos que pueden ayudar: cirugías para corregir obstrucciones de las vías respiratorias (nariz, garganta), también existe un aparato de presión positiva: CPAC , que aumenta la presión de aire en la garganta.

Los niños se tratan en 3 dimensiones:
  • Extirpación de amígdalas y adenoides si es necesario (previa reeducación).
  • Ejercicios respiratorios diafragmáticos.
  • Dieta mejorada (disminuyendo los carbohidratos por que disparan las apneas del sueño).
Los odontólogos contamos con una solución que nos permite dar al tratamiento de los TRRS en niños y adultos un enfoque no invasivo y miofuncional que alivia los síntomas de ronquido y otros trastornos respiratorios adelantando la mandíbula y abriendo la mordida para liberar las vías aéreas superiores y así regular la respiración.

Esto se puede lograr usando aparatos orales del sistema myOSA de MRC, diseñados específicamente y que conjuntamente con ejercicios de respiración seleccionados por el profesional que el paciente hace diariamente en su casa, y supervisados en cada consulta no solo se alivian los síntomas sino que tiene como objetivo, corregir la disfunción neuromuscular de las vías aéreas superiores mejorando la calidad de vida del paciente.

Conclusión:
Los trastornos respiratorios relacionados al sueño son un problema se salud pùblica de gran trascendencia.

Por un lado la somnolencia diurna tiene un importante impacto familiar, social,laboral con deterioro de las relaciones personales, ausentismo laboral y accidentes de tránsito.
Por otro lado su prevalencia se encuentra infradiagnosticada y la mayoría no tiene diagnóstico. Se necesita tener más conciencia de esta enfermedad y sus consecuencias en niños y adultos sin tratamiento.

El 90 % de los niños tienen mal oclusión y son potenciales a hacer apneas, su diagnóstico y tratamiento precoz son la mejor forma de evitar problemas graves a futuro.

El papel del odontólogo es crucial en el diagnóstico de pacientes con TRRS, con apnea o hipopnea obstructiva del sueño que no se ajustan al perfil típico : no roncan ,no presentan somnolencia diurna, no son obesos, pero: tienen dolores musculares y desgastes dentarios mecánicos (bruxismo), signos de xerostomía (boca seca),caries rampante, enfermedad periodontal, aftas, desgaste químico por reflujo gastroesofágico.

“La prevención es siempre el mejor el camino”.


Dra. Viviana Schiaretti
Odontopediatra - MN 18219
Directora de ODONTOVIP
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