Las hemorroides son venas hinchadas en el recto o el ano. El tipo de hemorroides que tenga dependerá del lugar donde ocurran.

Las hemorroides internas involucran las venas dentro del recto. Las hemorroides internas generalmente no duelen, pero pueden sangrar sin dolor.

Las hemorroides prolapsadas puede estirarse hasta que se abultan fuera del ano. Las hemorroides prolapsadas puede regresar dentro del recto por sí solas. Si no, se las puede empujar suavemente hacia adentro.

Las hemorroides externas involucran las venas fuera del ano. Pueden causar comezón o dolor, y algunas veces pueden agrietarse y sangrar.

Si tiene hemorroides, puede sentir un bulto sensible en el borde del ano. También puede ver sangre en el papel higiénico o en el inodoro después de defecar. Puede sentir comezón en esa área.

También puede sentir dolor. El dolor es más probable que ocurra después de una evacuación intestinal o una actividad extenuante.

Las hemorroides son causadas por un aumento de la presión en las venas del ano o el recto. Una de las principales causas es el esfuerzo cuando se intenta evacuar. Esto puede suceder si está estreñido o si tiene diarrea.

También puede suceder si se sienta en el inodoro demasiado tiempo. Las hemorroides también son causadas por la obesidad, levantar objetos pesados o cualquier otra actividad que cause tensión.


Probablemente ya sepa si tiene hemorroides. A menudo es posible diagnosticarlas con solo mirar. No obstante, si tiene hemorroides internas, un médico puede realizar un examen rápido para confirmarlo.

Utilizará un dedo enguantado y lubricado para palpar dentro y alrededor del recto. El médico también puede solicitar una sigmoidoscopía. Durante una sigmoidoscopia, insertará una pequeña cámara para examinar su recto.

También pueden realizar una anoscopia. Un pequeño instrumento llamado anoscopio se inserta unas pulgadas en el ano para examinar el canal anal.

Es importante que vea a su médico si nota sangrado por el recto. Debe asegurarse de que la causa sean las hemorroides y no algún otro problema. Las hemorragias del recto o el ano o las heces con sangre puede ser un signo de algo más grave, como cáncer.

Casi todo el mundo tiene hemorroides en algún momento. Sin embargo, existen algunos factores que incrementan las probabilidades de padecerlas. Las personas cuyos padres tenían hemorroides pueden ser más propensas a contraerlas.

Las mujeres embarazadas a menudo tienen hemorroides debido a la tensión de llevar al bebé y dar a luz. Tener mucho sobrepeso o soportar o levantar demasiado peso puede empeorar las hemorroides.

La mayoría de las veces, los síntomas de las hemorroides desaparecen después de unos días, incluso sin tratamiento. Si no, el tratamiento se enfoca en aliviar el dolor. Hable con su médico de cabecera antes de usar un medicamento para hemorroides.

• Tome baños tibios.
• Límpiese el ano después de cada evacuación intestinal. Hágalo suavemente, con papel higiénico húmedo o almohadillas humedecidas, como las toallitas húmedas para bebés.
• Use compresas de hielo para aliviar la inflamación.
• Use paracetamol, ibuprofeno o aspirina para aliviar el dolor.
• Aplique una crema que contenga hamamelis o use un ungüento anestésico en el área. Puede usar cremas que contengan hidrocortisona para combatir la picazón o el dolor.

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Cirugía
Las hemorroides dolorosas generalmente dejan de doler por sí solas en 1 a 2 semanas. Si las suyas siguen causando problemas, hable con su médico. Se puede usar una ligadura con banda de goma para tratar las hemorroides internas. Implica colocar una pequeña banda de goma alrededor de la base de la hemorroide. Esto detiene el flujo de sangre al área y la hemorroide se seca.

Las hemorroides internas se pueden destruir inyectándolas con un químico. Es posible que necesite una hemorroidectomía (extirpación quirúrgica de la hemorroide) si las hemorroides internas son prolapsadas o muy grandes.

Los síntomas de las hemorroides pueden aparecer y desaparecer. Muchos factores pueden afectarlas, especialmente esforzarse para evacuar los intestinos. Use estos consejos para ayudar a prevenir el estreñimiento:

• Incluya más fibra en su dieta. Las frutas frescas, las verduras de hoja y los panes y cereales integrales son buenas fuentes de fibra.
• Beba mucho líquido (excepto alcohol). Ocho vasos de agua al día es lo ideal.
• Haga ejercicio con regularidad.
• Evite los laxantes
• Cuando sienta la necesidad de defecar, no espere demasiado para ir al baño.

REF: NIH