Las múltiples causas del dolor cervical
  
Todos estos adjetivos le van perfecto, es recurrente, persistente y frecuente. La columna cervical se ha convertido en una preocupación para los seres humanos. Cuando pregunto a un paciente desde cuando lo sufre, también las respuestas se repiten "hace años, desde que tengo uso de razón, no sé cómo es no tener dolor".

Las respuestas se vuelven más interesantes para mí cuando pregunto en qué momento del día le duele, porque el dolor suele manifestarse durante el funcionamiento o mal funcionamiento de algún sistema en apariencia sin conexión con la columna cervical.

Además del dolor, el paciente puede sufrir: mareos, náuseas, molestias visuales y auditivas y falta de equilibrio.



En cada ejemplo podremos explicar una causa posible del dolor cervical. No necesito aclarar que esto no es un artículo científico, no estoy rodeada de libros en este momento. Solo quiero trasmitir de manera sencilla y honesta lo que veo y trato todos los días.

Primer paciente: dolor cervical apenas abre los ojos, acompañado en ocasiones de cefaleas. La primera acusada es la almohada, pero ya ha gastado mucho dinero en almohadas inteligentes, no tanto, con semillas, temperatura, diseñadas por la NASA, etc. y ninguna parece ser la solución.

Es posible, muy posible que este paciente apriete los dientes o bruxe durante la noche y como hay una conexión neurológica entre los músculos masticatorios y la médula cervical alta, el efecto es similar a pasar la noche diciendo si, no, si, no.

Segundo Paciente: este si es un dolor cervical puro en este momento pero todavía no puedo aventurar el origen dado que es una tortícolis aguda y no puede mover la cabeza en ninguna dirección. La prioridad en esa consulta es el alivio del dolor respetando el dolor y nada más.

Pero con la suficiente experiencia uno aprende a realizar un primer examen clínico que nos puede orientar a una patología discal o a una contractura muscular severa.

¿En qué cambia esto las cosas? En los cuidados que propondré al paciente hasta tener más certezas de acuerdo a la evolución o a los estudios que se realice.

Tercer paciente: Comienzo lento de dolor cervical hasta convertirse en algo molesto. ¿Cuando le duele? Todo el día. Se mueva o no se mueva puede ser un caso. ¿Cuánto hace? Tres meses!!

Qué pasó hace tres meses, es lo primero que quiero saber. En este caso una fuerte gastroenteritis que duró casi un mes, con mucho dolor abdominal. Le costó mucho recuperarse y ahora que está un poco mejor aparece este dolor tan molesto en el cuello.

¿La relación? Cuando somos un embrión nuestros tejidos están literalmente plegados, y el crecimiento consiste en una verdadera migración de órganos y proliferación de los tejidos a medida que el embrión crece.

En esos tiempos el diafragma estaba muy cerca de la médula cervical, quién emite un nervio hacia este músculo para hacerlo funcionar. Cuando el diafragma se ubica sobre la cavidad abdominal aún depende de este nervio que salió de la zona cervical.

Pero también las vísceras le cuentan todo lo que pasa en el abdomen. Cuando algo ocurre a nivel abdominal, el diafragma suele sufrir un espasmo, como cualquier músculo. ¿Y adivinen a quiénes les llega la noticia de este espasmo?

No me estoy olvidando de los celulares, la computadora y las tabletas. Será tema de otro momento. Lo cierto es que cuando me recibí no había ninguno de estos maravillosos elementos y el dolor cervical era muy común.



También estoy dejando de lado de manera deliberada la palabra stress u origen emocional. Los especialistas en el tema afirman que lo emocional está detrás de todas las enfermedades.Tengo la opinión formada por los años de tratar con pacientes pero eso no me autoriza a decirle al paciente que tiene neumonía porque está triste.

Jugar al psicoanalista es una tentación muy grande cuando se trata con paciente y cada día me propongo dar un paso más para alejarme de ella. Con que yo sepa que mi paciente ha sufrido un trauma emocional o lo esté atravesando es suficiente.

Si adhiero a lo que me enseñó la Medicina Ayurveda: La mente es la que te enferma pero es la única que te puede curar.


Lo novedoso parece ser el cambio en la edad de los pacientes que más sufren esta dolencia, ahora son más jóvenes quienes consultan. No es una buena noticia para los mayores, a quienes en general les duele menos porque también tienen menos movilidad.

Yo estoy maravillada de tener pacientes de 75,80 y más años. Adultos mayores que han estabilizado el colesterol, la presión, la glucemia, etc.

Cuando les propongo una actividad de estiramiento, respiración o posturas suelen resistirse.
Les digo: "Usted está sano a los 80 años y ahora la vida es larga, así que espero verlo muchos años más, pero me gustaría que pudiera girar la cabeza para ver si viene un auto cuando cruza la calle".




Lic. OLGA GARAY
Kinesióloga (UBA) – Osteópata

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