Argentina lideró ranking de obesidad infantil en América Latina
  
Argentina lideró la lista más alta en porcentaje de obesidad infantil de 9,9%, le siguen Perú con un 9,8% y Chile con un 9,5%. Esto se desprende del Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su último Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe.

A su vez, los patrones alimentarios de la población están migrando del consumo de alimentos naturales y comidas caseras hacia los productos ultraprocesados con alta cantidad de azúcar, grasa, sal y bajo valor nutricional, ubicándose Argentina entre los de mayor consumo de estos productos, señala el mismo estudio.

Funcionarios de los ministerios de Salud y Agroindustria se comprometieron a avanzar en políticas para promover la alimentación saludable y detener la creciente epidemia de sobrepeso y obesidad, durante una reunión desarrollada en Buenos Aires con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), además de la participación de referentes de varias carteras, entre otras instituciones.

Los participantes del encuentro llamaron a trabajar de manera transversal desde los ministerios nacionales -integrando a carteras como Educación, Desarrollo Social y Producción- para frenar la obesidad infantil, crear entornos escolares saludables, facilitar la distribución de agua en los colegios y promover la ingesta de frutas y verduras, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados para 2030.



De acuerdo a la OMS, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Según el organismo, el problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano, y su prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante.

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL
“Tenemos que compatibilizar las agendas que permitan el desarrollo productivo y a la vez defienda desde la perspectiva de la salud pública el desarrollo de generaciones futuras que hoy están amenazadas por la obesidad”, afirmó el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, durante la apertura de la jornada “La Seguridad Alimentaria y Nutricional para el Desarrollo Sostenible”, realizada en la Jefatura de Gabinete de Ministros.

También desde OPS se instó a trabajar en políticas de regulación para detener la obesidad. “La realidad nos demuestra que no alcanza con solamente poner el enfoque en educación alimentaria y en la responsabilidad del individuo para conseguir una alimentación y nutrición adecuada en la población, sino que se requieren políticas integradas en múltiples niveles del sistema alimentario”, señaló la representante de la OPS/OMS en Argentina, Maureen Birmingham.

En este sentido, Birmingham sostuvo que “para dar respuestas eficaces a este problema es clave promover la lactancia materna, la alimentación saludable y la educación alimentaria, implementar políticas en relación a etiquetado frontal de bebidas y productos alimenticios que garanticen a los consumidores las advertencias necesarias para poder ejercer sus derechos de elegir libremente, regular la publicidad dirigida a niños de productos no saludables, proteger los entornos alimentarios escolares y avanzar con políticas fiscales en relación a las bebidas azucaradas”.

“Si hoy vemos las cifras de los chicos en Argentina, si vemos población más vulnerable, los dos quintiles de menores ingresos que tienen cobertura pública exclusiva, el sobrepeso y la obesidad infantil supera por cuatro veces la desnutrición clásica que conocimos históricamente”, describió Rubinstein, “y el principal determinante de la epidemia de enfermedades crónicas es la malnutrición y la mala alimentación”.

Reiteró además que la lucha contra las enfermedades crónicas, especialmente el sobrepeso y la obesidad, con énfasis en la obesidad infantil, son una prioridad para el ministerio de Salud”.

EL CAMINO ES LA COOPERACIÓN
El jefe de Gabinete del ministerio de Agroindustria, Santiago del Solar Dorrego, manifestó que “tenemos el enorme desafío que nos plantean los Objetivos para el Desarrollo Sustentable y podemos ser recordados por la generación que terminó con el hambre en el mundo”, y para eso, dijo, “el camino no es la interacción, sino la cooperación”.

De la apertura también participó la asesora en Agricultura Familiar y Desarrollo Rural de la FAO en Argentina, Patricia Areco, quien recordó que “la agenda 20-30 es clave para el desarrollo sostenible y cada país debe adecuar las metas a sus propias necesidades”.

Del encuentro también participaron el asesor en Nutrición y Determinantes Sociales de la OPS/OMS, Rubén Grajeda, y el oficial de Seguridad Alimentaria Regional de FAO, Ricardo Rapallo, quienes trazaron un perfil de la situación nutricional en las Américas y las acciones a llevar adelante para revertir los desafíos.

“Necesitamos incentivar la producción de alimentos saludables (legumbres, frutas, vegetales, hortalizas, etc.) provenientes en los posible de la agricultura familiar. Los circuitos cortos, ferias libres, mercados tradicionales o tiendas de abasto local acuerdos entre productores y cadenas de venta al detalle mejoran los vínculos entre la población rural y urbana”, mencionó Rapallo.

Como conclusión, los representantes de los Ministerios de Agroindustria y Salud, FAO y OPS/OMS resaltaron la importancia de continuar en diálogo para buscar estrategias comunes para la construcción de una agenda compartida con el fin de trabajar en sistemas alimentarios sostenibles, capaces de garantizar la seguridad alimentaria y la alimentación saludable, teniendo en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas fijadas para el año 2030.

AUMENTO DE SOBREPESO Y OBESIDAD INFANTIL
Se calcula que en 2016, más de 41 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo tenían sobrepeso o eran obesos. Cerca de la mitad de los niños menores de 5 años con sobrepeso u obesidad vivían en Asia y una cuarta parte vivían en África.

Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente, hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.

La prevalencia del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes se define de acuerdo con los patrones de crecimiento de la OMS para niños y adolescentes en edad escolar (sobrepeso = el IMC para la edad y el sexo con más de una desviación típica por encima de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS, y obesidad = el IMC para la edad y el sexo con más de dos desviaciones típicas por encima de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS).
 
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