Osteoporosis: Qué es, síntomas. diagnóstico y tratamiento
  
¿QUÉ ES?
La osteoporosis es una enfermedad que afecta los huesos. Ocasiona la pérdida de masa ósea de quien la padece. La osteoporosis se presenta con mayor frecuencia en los adultos mayores.

Las mujeres tienen más probabilidades de padecerla que los hombres. Esto se debe a diversos factores. En primer lugar, las mujeres tienen menos masa ósea que los varones. Las mujeres, además, tienden a vivir más años y a absorber menos calcio.

En las mujeres, la velocidad de la pérdida ósea se incrementa tras la menopausia, cuando caen los niveles de estrógeno. Dado que los ovarios producen el estrógeno, es posible que la pérdida ósea se acelere si se extirpan los ovarios.

SÍNTOMAS
Es posible que no sepa que tiene osteoporosis hasta que los síntomas sean graves. Entre los síntomas, se destacan las fracturas frecuentes de huesos, dolor en la zona lumbar o espalda encorvada.

La osteoporosis puede hacerlo perder estatura con el tiempo. Esta enfermedad puede causar el aplastamiento de las vértebras (los huesos de la columna). Estos problemas tienden a presentarse después de que ya se ha perdido mucho calcio en los huesos.



¿QUÉ OCASIONA?
La osteoporosis puede manifestarse de dos maneras. Puede perder demasiado hueso, o su cuerpo no puede formar suficiente hueso. Algunas personas tienen ambos problemas. En la juventud, los huesos son densos y fuertes. La osteoporosis hace que sus huesos se vuelvan frágiles y quebradizos.

Es natural perder algo de masa ósea a medida que envejece. En la mayor parte de los adultos, esto comienza a suceder alrededor de los 25 años. Otros factores pueden aumentar el riesgo de sufrir osteoporosis. Algunos de los factores de riesgo están fuera de su control. En otros casos, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo. Hable con su médico de cabecera sobre sus factores de riesgo.

Los siguientes factores de riesgo no se pueden controlar:

Sexo: La osteoporosis es más común en mujeres que en hombres.
Edad: A medida que envejece, aumentan las probabilidades de padecer osteoporosis.
Raza: Los caucásicos y los asiáticos son más propensos a sufrir osteoporosis.
Genética: Su riesgo de tener osteoporosis es mayor si tiene antecedentes familiares.
Menopausia: Este período de la vida de una mujer tiene efectos físicos y hormonales. Por ejemplo, se reducen los niveles de estrógeno. Estos cambios pueden aumentar el riesgo de sufrir osteoporosis. El riesgo es aún mayor si la menopausia ocurre en una edad temprana (antes de los 45).
Contextura: Las personas de contextura delgada y pequeña tiene más probabilidades de sufrir osteoporosis.
Estado de salud: Algunas enfermedades, como el cáncer o los accidentes cerebrovasculares, pueden provocar osteoporosis.

Los siguientes factores de riesgo se pueden controlar:

  • Falta de calcio o vitamina D.
  • Estilo de vida sedentario o falta de ejercicio.
  • Fumar o consumir tabaco.
  • Abuso de alcohol.
  • Trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa.
  • Desequilibrios hormonales. Entre algunos ejemplos, se incluyen niveles bajos de estrógeno o testosterona, y niveles altos de tiroides.
Uso de determinados medicamentos en el largo plazo. Algunos ejemplos son los corticosteroides y los inhibidores de la bomba de protones (IBP). Los corticosteroides se utilizan para tratar la inflamación, el dolor y las enfermedades crónicas, como el asma y la artritis reumatoide. Los IBP contribuyen a reducir el ácido estomacal. Estos medicamentos pueden dificultar la absorción de calcio del cuerpo y provocar osteoporosis.

DIAGNÓSTICO
Póngase en contacto con su médico si tiene síntomas o antecedentes familiares de osteoporosis. Se recomienda realizarse una prueba para detectar la osteoporosis.

Esto incluye a las mujeres de 65 años en adelante y a aquellas que están en igual o mayor riesgo de sufrir fracturas. Su médico puede ayudarlo a determinar su riesgo de sufrir fracturas.

Para diagnosticar esta afección, su médico le realizará una densitometría ósea, examen común que mide su densidad ósea. Se lo denomina “radioabsorciometría de doble energía” (DEXA). A menudo, el examen se utiliza para observar la cadera, la columna y la muñeca. Estas son las partes del cuerpo que más comúnmente presentan osteoporosis.



PREVENCIÓN
No siempre se puede evitar. Sin embargo, hay algunos cambios que puede hacer para prevenir o reducir el riesgo. Hacer ejercicio y consumir la cantidad suficiente de calcio y vitamina D son algunos ejemplos. Estos nutrientes ayudan a mantener la salud de los huesos a medida que envejece.

Calcio. Las mujeres de 50 años o menos y los hombres de 70 años o menos deben consumir 1000 mg de calcio por día. Las mujeres y los hombres mayores de 50 y 70 años, respectivamente, deben consumir 1200 mg de calcio por día. Las mujeres posmenopáusicas pueden llegar a necesitar 1500 mg de calcio por día.

Lo mejor es obtener el calcio de los alimentos. Los productos lácteos sin grasa y de bajo contenido de grasa son buenas fuentes de calcio. Otras opciones son los guisantes secos, el salmón, la espinaca y el brócoli. Si no obtiene suficiente calcio de los alimentos que consume, es posible que el médico le sugiera tomar un suplemento de calcio.

Vitamina D. La mayor parte de las personas necesitan alrededor de 800 unidades internacionales (UI) de vitamina D todos los días. Esta vitamina permite que el cuerpo absorba calcio. La vitamina D se puede obtener del sol, los alimentos y los suplementos. La piel forma la vitamina D cuando está expuesta a la luz solar. Sin embargo, debe ser cuidadoso con la exposición al sol. Demasiada exposición puede provocar cáncer de piel. Su médico puede hacerle un análisis de sangre para medir su nivel de vitamina D. Si el nivel de vitamina D es bajo, es posible que su médico le sugiera tomar un suplemento.

Haga ejercicio. El ejercicio habitual permite desarrollar los huesos y mantenerlos fuertes. Por eso, es importante que comience a tener un estilo de vida activo de joven. No obstante, nunca es demasiado tarde para empezar a ejercitarse. Pídale a su médico que lo aconseje sobre cómo hacer ejercicio de forma segura. Trate de hacer una combinación de entrenamiento de fuerza y ejercicios con peso corporal.

TRATAMIENTO
El tratamiento de la osteoporosis comienza con cambios en la dieta y el estilo de vida. Debe obtener el calcio y la vitamina D suficientes. Su médico le sugerirá que aumente la actividad física, para fortalecer los huesos y aumentar la masa ósea. Algunos ejemplos de ejercicios con peso corporal son caminar, trotar y subir escaletas. También debe dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol.

Si presenta riesgo de sufrir caídas, redúzcalo eliminando los peligros de tropiezos en su casa. Por ejemplo, quite las alfombras, evite las superficies resbalosas y cambie de lugar los cables de electricidad. Puede instalar barras de apoyo en algunos lugares, como el baño o la ducha. Las barras pueden ayudarlo a moverse de forma más sencilla y segura.

Es posible que su médico le recete medicamentos para tratar la osteoporosis. Existen varios tipos y formas.

Bifosfonatos. Este tipo de medicamento reduce el riesgo de quebraduras y fracturas. También incrementa la densidad ósea. Puede administrarse por vía oral (pastilla) o intravenosa (IV o inyección). Entre los efectos secundarios, están las náuseas o el dolor estomacal. Es posible que tenga irritación en el esófago (el tubo que conecta la boca con el estómago). Algunas personas no pueden tomar bifosfonatos. Por ejemplo, las personas que tienen una enfermedad renal o niveles bajos de calcio en la sangre, y las mujeres embarazadas o que amamantan.

Estos son algunos ejemplos de bifosfonatos:

Alendronato y risedronato. Estos medicamentos se utilizan para prevenir y tratar la osteoporosis. Contribuyen a reducir el riesgo de fracturas, porque disminuyen la velocidad de la pérdida ósea. Están disponibles en pastillas. Su efecto secundario más común es el dolor de estómago.

Ibandronato. Este medicamento permite desacelerar la pérdida ósea y aumentar la densidad ósea. Se administra en pastillas o inyecciones. Tiene dos opciones para las pastillas. Puede ingerirlas de forma diaria o mensual. Para la inyección, su médico o enfermero le aplicará una inyección cada 3 meses. Los efectos secundarios pueden ser dolor lumbar o en los lados, dificultad para respirar, opresión en el pecho y orina turbia o con sangre.

Ácido zoledrónico. Este medicamento se administra por vía intravenosa una vez por año.

Calcitonina. Esta es una hormona que permite desacelerar la pérdida ósea. Está disponible como inyección o aerosol nasal. Los efectos secundarios de la inyección pueden ser diarrea, dolor de estómago, náuseas y vómitos. Los efectos secundarios del aerosol nasal pueden ser dolor de cabeza e irritación de la mucosa nasal.

Raloxifeno. Este medicamento ayuda a prevenir y tratar la osteoporosis en mujeres. Incrementa la densidad ósea. No es una hormona, pero imita algunos de los efectos del estrógeno. Entre los efectos secundarios, se destacan los sofocones y el riesgo de coágulos sanguíneos.

Teriparatida. Este medicamento contribuye a la formación de hueso. Es una forma sintética de la hormona paratiroidea. Tanto hombres como mujeres pueden usarla. Se puede administrar con inyecciones. Se inyecta en el muslo o en el estómago una vez por día. Los efectos secundarios habituales son náuseas, dolor de estómago, dolor de cabeza, debilidad muscular, cansancio y pérdida del apetito.


No existe una cura absoluta para la osteoporosis. Debe trabajar con su médico para tratar esta enfermedad. También puede modificar su dieta y estilo de vida para reducir los efectos y evitar caídas.


Ref: NIH



 
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