Trastorno de somatización: Qué es, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento
  
El trastorno de somatización (TS) es una condición crónica en la que la persona tiene síntomas físicos relacionados con varias partes del cuerpo, aunque no se encuentran causas físicas.

Estas personas no tienen una necesidad urgente de pasar a la acción y resolver los problemas, sino que se sienten enfermas y débiles continuamente.

Por otra parte, la vida de estas personas puede llegar a girar en torno a sus síntomas, convirtiéndose en parte de su identidad.

Los síntomas interfieren con el trabajo, relaciones personales, y llevan a la persona a visitar distintos médicos o centros de salud.

El dolor y otros síntomas que estas personas sienten no son creados a propósito o intencionadamente; los sienten realmente.

Causas
Una de las explicaciones más antiguas para el trastorno de somatización es que es el resultado de los intentos del organismo para afrontar el estrés psicológico y emocional.

Esta teoría sostiene que el organismo tiene una capacidad finita para enfrentarse con el estrés psicológico, emocional y social y que tras cierto punto, los síntomas se experimentan como físicos, principalmente afectando al sistema reproductor, digestivo y nervioso.

Otra hipótesis es que las personas con este trastorno tienen una mayor sensibilidad a las sensaciones físicas internas y al dolor.

Las teorías cognitivas explican la somatización como surgiendo de pensamientos negativos y catastróficos, y reforzando esos pensamientos.

Los pensamientos catastróficos podrían guiar a la persona a pensar que los síntomas son evidencia de enfermedades. Esos pensamientos pueden ser reforzados por el apoyo social, por ejemplo cuando una esposa o amigo responde más a las quejas de dolor.

Los niños cuyos padres se preocupan demasiado por las quejas somáticas de sus hijos tienen más probabilidades de desarrollar este trastorno.

Hay una modelo con cierto sustento que apoya que el trastorno de somatización (TS) parte de un síndrome de desinhibición de base neurobiológica; el sistema de inhibición conductual asegura una mayor sensibilidad a la amenaza y al peligro.

Síntomas
Las personas con TS tienen muchas quejas físicas que duran durante años, siendo en su mayoría dolores y problemas con el sistema digestivo, nervioso y reproductor.

Algunos síntomas que pueden ocurrir son:

  • Dolor abdominal
  • Amnesia
  • Dolor de espalda
  • Diarrea
  • Dolor de pecho
  • Dificultad al tragar
  • Mareos
  • Impotencia
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor de articulaciones
  • Dolor durante el coito
  • Dolor al orinar
  • Menstruación dolorosa
  • Dolor en brazos o piernas
  • Palpitaciones
  • Parálisis o debilidad muscular
  • Diagnóstico
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Criterios diagnóstico del DSM-IV Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
➡ Historia de múltiples síntomas físicos que empieza antes de los 30 años, persiste durante varios años y obliga a la búsqueda de atención médica o provoca un deterioro significativo social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

➡ Deben cumplirse todos los criterios que se exponen a continuación, y cada síntoma puede aparecer en cualquier momento de la alteración:

⚫ Cuatro síntomas dolorosos: historia de dolor relacionada con al menos cuatro zonas del cuerpo o cuatro funciones (por ejemplo cabeza, abdomen, dorso, articulaciones, extremidades, tórax, recto, durante la menstruación, el acto sexual, o micción).

⚫ Dos síntomas gastrointestinales: historia de al menos dos síntomas gastrointestinales distintos al dolor (por ejemplo nauseas, distensión abdominal, vómitos, diarrea o intolerancia a diferentes alimentos).

⚫ Un síntoma sexual: historia de al menos un síntoma sexual o reproductor al margen del dolor (por ejemplo, indiferencia sexual, disfunción eréctil o eyaculatoria, menstruaciones irregulares, pérdidas menstruales excesivas, vómitos durante el embarazo).

⚫ Un síntoma seudoneurológico: historia de al menos un síntoma o déficit que sugiera un trastorno neurológico no limitado a dolor (síntomas de conversión de tipo de alteración de la coordinación psicomotora o del equilibrio, parálisis o debilidad muscular localizada, dificultad para deglutir, sensación de nudo en la garganta, afonía, retención urinaria, alucinaciones, diplopía, ceguera, sordera, convulsiones, síntomas disociativos con amnesia o pérdida de conciencia durante el desmayo.


La décima versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades describe el Trastorno de somatización como:

“Las principales características son múltiples, recurrentes y frecuentes síntomas físicos de al menos dos años de duración. La mayoría de pacientes tienen un historial complicado y duradero de contacto con médicos especialistas o centros médicos. Los síntomas pueden ser de cualquier parte o sistema del cuerpo. El curso del trastorno es crónico y fluctuante, y a menudo está asociado con interferencia en el comportamiento social, interpersonal y familiar”.

Tratamiento
Hasta la fecha, la terapia cognitiva-conductual es el tratamiento mejor establecido para este trastorno.

Su meta es ayudar a las personas a darse cuenta de que sus dolencias no son catastróficas y a permitirles que vuelvan a realizar las actividades en las que antes participaban, sin miedo a que empeoren los síntomas.

Con la práctica, las personas aprenden a reconocer los pensamientos negativos y a desarrollar explicaciones más racionales a sus sensaciones.

Otros tipos de tratamiento incluyen técnicas de relajación, higiene del sueño y entrenamiento en habilidades sociales.

Un objetivo importante es que se estimule a la persona a que practique métodos más apropiados de interacción con los demás.

En cuanto a la medicación, los antidepresivos pueden ayudar a aliviar los síntomas, aunque si se decide su uso, se deben usar junto al tratamiento con terapia cognitiva-conductual.

Posibles complicaciones: Posibilidad de volverse dependiente a fármacos reductores del dolor o a sedantes.


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