Según un estudio el diclofenac tiene riesgos cardíacos
  
Un analgésico de uso común podría ser demasiado riesgoso para que las personas lo sigan tomando, según sugiere un nuevo estudio publicado en BMJ. Investigadores encontraron que las personas que usan diclofenac, un fármaco antinflamatorio no esteroideo (AINE), tienen más probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares que las personas que toman otros AINE o Paracetamol.

El diclofenac se vende bajo varias marcas, tanto sin receta como por prescripción médica. Si bien el medicamento tal vez no sea tan conocido como otros AINE en Estados Unidos, tales como el ibuprofeno, en realidad es uno de los medicamentos más populares y recomendados con más frecuencia que se venden en todo el mundo, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. El diclofenac es clasificado como una medicina esencial en más de 70 países, según un estudio de 2013.

Sin embargo, durante años los médicos se han preocupado por los potenciales riesgos cardíacos del diclofenac. Algunas investigaciones han sugerido que el medicamento podría aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares, similar al Rofecoxib, un AINE que fue retirado del mercado en el 2004, cinco años después de que obtuviera permisos para salir a la venta. Debido a que probablemente no sería ético realizar el tipo de ensayo aleatorio a gran escala que podría confirmar en definitiva estas sospechas (además de muy costoso), los investigadores daneses detrás del nuevo estudio optaron por un tipo de estudio único.

Utilizando la población nacional de Dinamarca y los registros de medicamentos recetados, pudieron consultar los registros médicos de más de 6 millones de adultos daneses entre 1996 y 2016. Después usaron estos datos para emular cientos de ensayos clínicos a la vez. Por ejemplo, analizaron a las personas que informaron haber tomado diclofenaco en 1996, y después rastrearon su salud durante los siguientes 12 meses, mientras los comparaban con personas que tomaron otros AINE, como paracetamol, o ninguno.

Tras promediar todos estos ensayos simulados, encontraron que las personas que tomaron diclofenaco tuvieron 50% más probabilidades de tener problemas cardiovasculares en los primeros 30 días después del uso que las personas que no tomaron nada.

También tuvieron el doble de probabilidades de desarrollar problemas que las personas que tomaron otros AINE o paracetamol. El riesgo relativamente mayor se observó en todos los ámbitos, incluso en personas que tomaron una dosis más baja, así como en aquellos con bajo riesgo de enfermedad cardiovascular.

El uso de diclofenac en general también se asoció con un mayor riesgo de hemorragia gastrointestinal en comparación con el uso de la mayoría de otros AINE y paracetamol, aunque su riesgo fue bastante similar al de usar un AINE conocido como Naproxeno.

“Es hora de que reconozcamos el riesgo potencial para la salud del diclofenaco y reducir su uso”, anunciaron los autores en el estudio.

Si bien la cifra del 50% da miedo, merece la pena tener en cuenta que el riesgo absoluto aún es bastante pequeño. Según el estudio, de las 1.000 personas que toman diclofenac y tienen un bajo riesgo de enfermedad cardiovascular, 4 personas adicionales podrían desarrollar un problema de salud mayor en un año, y una morirá como resultado (en comparación con las personas que no usan ningún medicamento). Para las personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, ese número se dispararía a 40, y la mitad moriría.

El estudio también se basa en datos de observación, por lo que no puede demostrar directamente que el diclofenaco causa problemas. Pero dado que otras investigaciones muestran un riesgo elevado similar, los autores dicen que está claro que el diclofenac debe manejarse con más cuidado, o incluso considerar eliminar por completo su uso.

“El tratamiento del dolor y la inflamación con un AINE puede valer la pena para algunos pacientes para mejorar su calidad de vida a pesar de los posibles efectos secundarios”, explican en el estudio. “Sin embargo, teniendo en cuenta sus riesgos cardiovasculares y gastrointestinales, hay poca justificación para iniciar el tratamiento con diclofenac antes que otros AINE tradicionales”.

También han sugerido que se prohíba la venta libre del diclofenaco como medicamento, y solo se recete con una etiqueta de advertencia. Los científicos también deberían evitar el uso de diclofenac como punto de referencia para comparar otros AINEs y analgésicos en los ensayos y pruebas de seguridad, dados sus riesgos únicos.


Ref: The BMJ
 
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