ANMAT aprobó un medicamento contra la obesidad y sobrepeso
  
En Argentina la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la venta de una nueva droga para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso. El nombre genérico es liraglutida y se administra en forma inyectable. Por primera vez en más de 20 años, se presentó en el país una alternativa farmacológica nueva contra la obesidad respaldada por numerosas investigaciones científicas.

La droga demostró beneficios significativos en la reducción del peso corporal y, por lo tanto, mejoras en los factores de riesgo cardiometabólico, al indicarse junto a una dieta sana reducida en calorías y un programa regular de actividad física.

Este nuevo medicamento se administra en forma inyectable mediante una lapicera prellenada. Es un análogo del GLP-1, una hormona que el organismo libera en el intestino después de comer. Actúa sobre los receptores del cerebro que controlan el apetito y la saciedad, lo que resulta en una menor ingesta de alimentos y la consecuente pérdida de peso.

Por primera vez en más de 20 años, se presentó en el país una alternativa farmacológica nueva que cuenta con un verdadero respaldo científico. Está indicada bajo supervisión médica para personas mayores de 18 años con un índice de masa corporal (IMC, coeficiente que surge de dividir el peso sobre la altura dos veces) mayor o igual a 30 (obesidad) o mayor o igual a 27 (sobrepeso), siempre que presenten alguna enfermedad relacionada con el exceso de peso, como prediabetes, diabetes mellitus tipo 2, presión arterial elevada, niveles anormales de grasas en sangre o problemas respiratorios durante el sueño denominados apnea obstructiva del sueño.

"Por primera vez en más de 20 años, se presenta en nuestro país una alternativa farmacológica nueva respaldada por numerosas investigaciones científicas que demostraron que, combinada con actividad física y dieta saludable, los participantes que recibieron la nueva droga obtuvieron una reducción de peso considerablemente superior respecto de quienes recibieron placebo y, lo que es todavía más importante, lograron mantener ese descenso en el tiempo", sostuvo el médico diplomado en Enfermedades Crónicas Dr. Alberto Cormillot, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Isalud.

Por su parte, la médica especialista en Nutrición Dra. Mónica Katz, directora de posgrados en obesidad de la Universidad Favaloro, destacó que "la aparición de un fármaco para uso crónico es una herramienta fundamental para enfrentar la epidemia incontrolable de obesidad y sobrepeso. Sobre todo si tiene, como en el caso de liraglutida, un perfil de seguridad y eficacia importante".

Ambos especialistas coincidieron en la importancia de que la indicación de este medicamento siempre se dé en el marco del seguimiento a cargo de un médico especialista, que incluya además cambios en el estilo de vida: un plan de alimentación equilibrado y actividad física habitual a largo plazo.

La obesidad es una condición crónica que se asocia con el desarrollo en el tiempo de serias comorbilidades como hipertensión, diabetes tipo 2, trastornos en los lípidos, ciertos tipos de cáncer y una reducción de la expectativa de vida. Estos riesgos se incrementan en los casos de obesidad mórbida (IMC mayor de 35). Es una enfermedad compleja y multifactorial en la que confluyen factores genéticos, psicosociales, de comportamiento y psicológicos.

La eficacia y seguridad de liraglutida fue evaluada en el programa de estudios clínicos SCALE (Saciedad y Adiposidad Clínica – Evidencia con Liraglutida en pacientes diabéticos y no diabéticos), que incluyó más de 5 mil pacientes con obesidad o con sobrepeso, que presentaban al menos una comorbilidad asociada al exceso peso.

En este programa, liraglutida, asociada a un plan de alimentación y ejercicio, demostró ser superior al placebo (plan de alimentación y ejercicio solamente) en términos de pérdida de peso y mejoría de los factores de riesgo cardiometabólico.

Uno de los estudios de dicho programa, liderado por el Dr. Pi-Sunyer y publicado en el New England Journal of Medicine, mostró que en pacientes no diabéticos con obesidad o con sobrepeso que presentaban al menos una comorbilidad asociada al exceso de peso, el 63,2% de los pacientes logró reducir más del 5% de su peso, el 33,1% bajó el 10% y 14,4% obtuvo una disminución superior al 15%, logrando mejorar su bienestar y calidad de vida.

Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, cada año en promedio ingresan a la categoría de sobrepeso u obesidad más de 500 mil mayores de 18 años

En el estudio realizado por el Dr. Pi- Sunyer también se evidenció que, en promedio, los pacientes redujeron su perímetro de cintura en 8,2 centímetros. El perímetro de cintura es un indicador antropométrico que señala específicamente riesgo cardiometabólico. El máximo recomendado es de 102 centímetros para los varones y 88 en las mujeres.

"Los protocolos de investigación detrás de liraglutida evidencian un muy buen perfil de eficacia y seguridad: muchas personas pierden más del 10% del peso inicial y los efectos adversos reportados son gastrointestinales, leves y transitorios", destacó la Dra. Katz, a lo que el Dr. Cormillot agregó: "Nuestro cerebro está diseñado evolutivamente para defenderse de la carencia, pero no de la abundancia. Y muchas personas, ante la sobreoferta de alimentos, se exceden en la ingesta. En una persona delgada, se produce un equilibrio entre la grasa que se ingiere y el requerimiento del cerebro, manteniéndose lo que se denomina neuroplasticidad cerebral".

"En un individuo que ingiere demasiadas grasas, sal y azúcares, ese equilibrio que está regulado por una hormona llamada leptina se rompe y el cerebro pierde la función de poner un límite -ahondó el médico-. El sistema de alimentación que tenemos hoy en día contribuye a que se rompa ese sistema. Sólo por dar un ejemplo, según las cifras de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, cada año en promedio ingresan a la categoría de sobrepeso u obesidad más de 500 mil mayores de 18 años".

La Asociación Americana de Medicina reconoció en 2013 a la obesidad como una enfermedad que tiene un impacto sobre la salud de quienes la padecen y sobre los sistemas de salud, debido al alto costo que conlleva el tratamiento de sus comorbilidades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer.

Actualmente, 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso en el mundo; de éstos, 650 millones presentan obesidad.

En la Argentina, según las cifras de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles de la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación Argentina, el 37,1% de los argentinos mayores de 18 años tiene sobrepeso (43,3% en varones y 31,3% en mujeres), mientras que 1 de cada 5 (20,8%) padece obesidad (22,9% en varones y 18,8% en mujeres). En total, casi 6 de cada 10 (57,9%) presentan sobrepeso u obesidad.
 
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