Ponen en marcha el Plan 'ASÍ'
El gobierno, a través del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, puso en marcha el Plan Nacional de Alimentación Saludable en la Infancia y la Adolescencia, Plan ASÍ, una iniciativa que tiene por objetivo consolidar una estrategia intersectorial y en distintos niveles jurisdiccionales para detener la epidemia creciente de sobrepeso y obesidad en niños, niñas y adolescentes 2019-2023.
«Estamos poniendo en marcha hoy una estrategia que va a tener un enorme impacto en la salud y el desarrollo de nuestros chicos, pero también y especialmente, que va a transformar el futuro de los argentinos, disminuyendo el sobrepeso, la obesidad y la carga de una serie de enfermedades crónicas asociadas a éstas como son las cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer», indicó Adolfo Rubinstein, secretario de Gobierno de Salud de la Nación, tras la publicación ayer en Boletín Oficial.
El funcionario enfatizó que en la actualidad «de cada cinco niños pobres con malnutrición, cuatro tienen sobrepeso u obesidad, y uno baja talla, la característica de la desnutrición», y puntualizó que «en los quintiles de menores ingresos esto se agrava, ya que según los datos alrededor del 34 por ciento presentó sobrepeso u obesidad».
El fenómeno que afecta a los chicos es parte de una tendencia mundial que se extiende también a la población adulta. Según la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2018/2019, el 61,6% de los argentinos reportó tener exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con sobrepeso y 25,4% con obesidad y con una constante tendencia en aumento desde el 2005.
El Plan ASÍ, publicado bajo la resolución 996/2019, contempla la implementación articulada y conjunta de intervenciones educativas, comunicacionales y regulatorias que han mostrado evidencia científica para lograr el objetivo de detener la epidemia de sobrepeso y obesidad.
En ese marco, Rubinstein destacó el trabajo conjunto entre las carteras de Salud y Desarrollo Social, Educación y Agroindustria ya que para revertir esta situación «el abordaje no puede ser exclusivamente sanitario porque hay una enorme cantidad de aristas que tienen que ver con componentes educativos y nutricionales, con el manejo de la alimentación en la población vulnerable; con la producción de alimentos saludables sostenible y con la regulación de entornos saludables, entre otros, que requieren un tratamiento articulado».
Por su parte la directora de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Verónica Schoj, aseguró que «la obesidad es uno de los principales factores de incidencia, mortalidad y morbilidad de las enfermedades crónicas no transmisibles por lo que trabajar por la alimentación saludable y prevención del sobrepeso y la obesidad es una política para garantizar la reducción de la inequidad y de la vulnerabilidad».
Además Schoj advirtió que «si bien las enfermedades crónicas no transmisibles producen el 60% de las muertes en el mundo, en nuestro país esa cifra asciende al 73,4%».
🔸 La sensibilización y movilización de la comunidad y de actores claves sobre la problemática del sobrepeso y la obesidad en niños, niñas y adolescentes (NNyA), desde un enfoque sociocultural de la comunicación, que contempla un conjunto de acciones de comunicación en medios masivos, redes sociales, materiales de campaña y eventos territoriales.
🔸 La promoción de una adecuada calidad nutricional en los programas con componente alimentario e incentivar sistemas alimentarios sostenibles a fin de proteger la salud y estado nutricional de los grupos poblacionales, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad en el país, evaluando las políticas existentes, y analizando la calidad nutricional de las mismas para promover diversas intervenciones para mejorarlas a partir de un diagnóstico adecuado.
🔸 Promover políticas a nivel nacional y subnacional que regulen los entornos y los productos para facilitar el cumplimiento de las pautas nutricionales y la promoción de la actividad física, basadas en los mejores estándares regulatorios internacionales.
Por último, un elemento clave para la gobernanza del Plan -establece la norma-, es la articulación con actores intergubernamentales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF y FAO, y otros actores no gubernamentales y académicos, en el marco de un consejo asesor.
Otro dato fundamental que surge del Programa SUMAR es que la malnutrición con sobrepeso es 4,3 veces más frecuente que la malnutrición con bajo peso (34,5% vs 8,1% respectivamente).
Esta información convalida el cambio de paradigma mundial, donde se observa una reducción de las formas clásicas de desnutrición con bajo peso, con un simultáneo aumento de niños y niñas que presentan malnutrición con exceso de peso.
«Estamos poniendo en marcha hoy una estrategia que va a tener un enorme impacto en la salud y el desarrollo de nuestros chicos, pero también y especialmente, que va a transformar el futuro de los argentinos, disminuyendo el sobrepeso, la obesidad y la carga de una serie de enfermedades crónicas asociadas a éstas como son las cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer», indicó Adolfo Rubinstein, secretario de Gobierno de Salud de la Nación, tras la publicación ayer en Boletín Oficial.
El funcionario enfatizó que en la actualidad «de cada cinco niños pobres con malnutrición, cuatro tienen sobrepeso u obesidad, y uno baja talla, la característica de la desnutrición», y puntualizó que «en los quintiles de menores ingresos esto se agrava, ya que según los datos alrededor del 34 por ciento presentó sobrepeso u obesidad».
El fenómeno que afecta a los chicos es parte de una tendencia mundial que se extiende también a la población adulta. Según la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2018/2019, el 61,6% de los argentinos reportó tener exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con sobrepeso y 25,4% con obesidad y con una constante tendencia en aumento desde el 2005.
El Plan ASÍ, publicado bajo la resolución 996/2019, contempla la implementación articulada y conjunta de intervenciones educativas, comunicacionales y regulatorias que han mostrado evidencia científica para lograr el objetivo de detener la epidemia de sobrepeso y obesidad.
En ese marco, Rubinstein destacó el trabajo conjunto entre las carteras de Salud y Desarrollo Social, Educación y Agroindustria ya que para revertir esta situación «el abordaje no puede ser exclusivamente sanitario porque hay una enorme cantidad de aristas que tienen que ver con componentes educativos y nutricionales, con el manejo de la alimentación en la población vulnerable; con la producción de alimentos saludables sostenible y con la regulación de entornos saludables, entre otros, que requieren un tratamiento articulado».
Por su parte la directora de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Verónica Schoj, aseguró que «la obesidad es uno de los principales factores de incidencia, mortalidad y morbilidad de las enfermedades crónicas no transmisibles por lo que trabajar por la alimentación saludable y prevención del sobrepeso y la obesidad es una política para garantizar la reducción de la inequidad y de la vulnerabilidad».
Además Schoj advirtió que «si bien las enfermedades crónicas no transmisibles producen el 60% de las muertes en el mundo, en nuestro país esa cifra asciende al 73,4%».
Los objetivos estratégicos del Plan ASI son:
🔸 El fortalecimiento de la educación alimentaria y nutricional, y de la actividad física en referentes sociales multiplicadores, a través de estándares homologados como los que hoy proveen las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) de la Secretaría de Gobierno de Salud.
🔸 La sensibilización y movilización de la comunidad y de actores claves sobre la problemática del sobrepeso y la obesidad en niños, niñas y adolescentes (NNyA), desde un enfoque sociocultural de la comunicación, que contempla un conjunto de acciones de comunicación en medios masivos, redes sociales, materiales de campaña y eventos territoriales.
🔸 La promoción de una adecuada calidad nutricional en los programas con componente alimentario e incentivar sistemas alimentarios sostenibles a fin de proteger la salud y estado nutricional de los grupos poblacionales, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad en el país, evaluando las políticas existentes, y analizando la calidad nutricional de las mismas para promover diversas intervenciones para mejorarlas a partir de un diagnóstico adecuado.
🔸 Promover políticas a nivel nacional y subnacional que regulen los entornos y los productos para facilitar el cumplimiento de las pautas nutricionales y la promoción de la actividad física, basadas en los mejores estándares regulatorios internacionales.
Por último, un elemento clave para la gobernanza del Plan -establece la norma-, es la articulación con actores intergubernamentales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF y FAO, y otros actores no gubernamentales y académicos, en el marco de un consejo asesor.
Obesidad infantil en la Argentina
La obesidad infantil y en adultos viene creciendo de manera acelerada en Argentina, acompañando una tendencia mundial. Datos provenientes del programa SUMAR del Ministerio de Salud muestran que, en una población de más de 3 millones de niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años que se atiende en el subsector público de todo el país, y que corresponde a población de los quintiles 1 y 2 de ingresos, el 34,5% presentó sobrepeso u obesidad en 2016.
Otro dato fundamental que surge del Programa SUMAR es que la malnutrición con sobrepeso es 4,3 veces más frecuente que la malnutrición con bajo peso (34,5% vs 8,1% respectivamente).
Esta información convalida el cambio de paradigma mundial, donde se observa una reducción de las formas clásicas de desnutrición con bajo peso, con un simultáneo aumento de niños y niñas que presentan malnutrición con exceso de peso.