Síndrome de Poland y Pectus Excavatum, entre la cirugía y la aceptación emocional
  
El Síndrome de Poland y Pectus Excávatum es una malformación genética que se caracterizan por presentar una asimetría óseo-muscular torácica, es decir que los pechos no son parejos por la falta de desarrollo total o parcial del músculo pectoral. Sobre cómo ayudar a sobrellevarlo opinó la Dra. Marlen Bustillos, cirujana plástica especialista en estética y reparadora, quemados y Cirugía 3D de Tórax.
.

Durante las primeras etapas del embarazo, algunos bebés tienen problemas con la formación de los órganos y las partes del cuerpo. Estos problemas de salud se conocen como "malformaciones congénitas".

Algunas veces se diagnostican mediante una ecografía realizada durante el transcurso de la gestación. Cuando eso no sucede, generalmente son una sorpresa para los padres.

El Síndrome de Poland y Pectus Excávatum se caracterizan por presentar una asimetría óseo-muscular torácica, es decir que sus pechos no son parejos por la falta de desarrollo total o parcial del músculo pectoral. También por tener el tórax con forma de embudo. El grado más severo de Poland está marcado por la ausencia del desarrollo de la mano. Ambos diagnósticos afectan sobre todo a los varones.

Para tener una vida normal, es necesario que estos pacientes accedan a una cirugía ya sea reparadora y/o estética sobre todo entre adolescentes y adultos donde es más evidente el desarrollo de una sola glándula mamaria.


En grados severos el compromiso funcional lleva a que los Hospitales o Entidades privadas de la salud cubran el tratamiento quirúrgico para reparar lo funcional sin extenderse a lo estético Pero ¿cuál es el límite de la imagen corporal perfecta: ¿cómo soy? ¿O cómo me ven? Depende de la relación que tenemos con el medio social. Esta percepción es personal y la simetría corporal y las proporciones adecuadas nos lleva al equilibrio.

Para Donald Woods Winnicott, un célebre pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés, el primer espejo es el rostro de la madre. Figurativamente hablando, el chico puede verse a través de sus padres y/o familiares siendo aceptado totalmente sin evaluación ni presión a que cambie. Sin embargo, el hecho de que el estado subsidie el Síndrome de Poland como una incapacidad, no debe ser un rótulo que limite a la persona a realizar actividades normales, cuando tranquilamente puede cumplirlas.

El apoyo psicológico durante la infancia y la adolescencia es vital para estos pacientes que, a pesar de corregida la asimetría torácica con implante a medida, no recuperan su deficiente autoestima. En consecuencia, creo que la inserción social debe iniciarse en el momento del diagnóstico, lo que se dificulta por la falta de conocimiento tanto a nivel médico como de pacientes, por ser una patología de baja incidencia (se da en 3 bebés por cada 15.000 nacidos vivos).

La Secretaría de Salud tiene la obligación de tratar y prevenir toda enfermedad ya sea física y/o mental, exigiendo sean declaradas las malformaciones congénitas por más que estas no comprometan la vida del paciente. Es la única forma de lograr una estadística real que sea útil para trabajar en el apoyo tanto al paciente como a su entorno. Estas personas, con un seguimiento del desarrollo, pueden evitar las consecuencias físicas que se presentan durante el crecimiento, como la escoliosis, el distrés respiratorio y otras afecciones. La clave está en el acceso oportuno a una rehabilitación kinesiológica, el control estricto del desarrollo corporal, y a un acompañamiento psicológico.

Es acá donde la psicoterapia juega un papel fundamental, permitiendo que el chico acepte la asimetría corporal de la misma manera que se acepta el color de ojos o el tipo de piel entre otros rasgos físicos. Si en un futuro decide realizarse la intervención quirúrgica, esta será exitosa porque el paciente encontrará valores personales más allá de su aspecto físico.



Dra. Marlen Bustillos
Cirujana plástica especialista en estética y reparadora, quemados y Cirugía 3D de Tórax.
Contacto: dramarlenbustillos@gmail.com
 
Director, Propietario y Periodístico:
D. M. B.
Urquiz 123 (3000)
Santa Fe - Santa Fe.
Tel.: 15 3287-8912
Seguinos
BUENA PRAXIS. El Periódico de la Salud © Todos los derechos reservados. web design Triliton