Fibromialgia: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamientos
  
¿Qué es?
El síndrome de fibromialgia es una forma común de fatiga y dolor muscular general. La palabra fibromialgia significa dolor en los músculos y en los tejidos que conectan los huesos, ligamentos y tendones. La causa de la fibromialgia se desconoce.

Aunque aquellas personas con fibromialgia puedan presentar dolores como los de quienes padecen de una enfermedad de las articulaciones, la fibromialgia no produce inflamación, y por lo tanto no es una forma de artritis (la cual se caracteriza por la inflamación de las articulaciones). Más bien, la fibromialgia es una forma de reumatismo de los tejidos blandos.

Causas
No se sabe qué causa la fibromialgia, pero se piensa que se debe a anomalías en la función del sistema nervioso central, resultando en una "amplificación" de las señales normales de dolor. Es como si el control del volumen se predeterminara demasiado alto en los nervios del cuerpo de la persona, así que lo que no le produce dolor a la mayoría de la gente, le genera dolor a quienes tienen fibromialgia.

Síntomas
Dolor
El dolor musculoesquelético generalizado constituye el síntoma más destacado de la fibromialgia. Por lo general, se presenta en varios lugares alrededor del cuerpo, aunque podría iniciar en una región, tal como en el cuello y en los hombros y después aparecer en otras áreas al cabo de un cierto tiempo.

El dolor producido por la fibromialgia ha sido descrito de diversas formas, tales como: ardiente, mordisqueante, pulsante o como rigidez y sensibilidad. A menudo varía según la hora del día, el nivel de actividad, el clima, los patrones de sueño y el estrés. La mayoría de las personas con fibromialgia dice que siempre siente algo de dolor. Estas personas sienten el dolor principalmente en los músculos. Para algunas personas, el dolor puede ser bastante severo.

Aunque el resultado del examen físico general casi siempre es normal y las personas tienen un aspecto saludable, un examen cuidadoso de los músculos de las personas con fibromialgia, revela zonas sensibles al tacto en lugares específicos, llamados puntos hipersensibles. Los puntos hipersensibles son áreas del cuerpo que resultan dolorosas cuando se ejerce presión sobre ellas .


La presencia y el patrón de estos característicos puntos hipersensibles diferencian la fibromialgia de otras afecciones. No todos los médicos saben cómo detectar estos puntos, pero la mayoría de los reumatólogos puede llevar a cabo una evaluación de puntos hipersensibles.

Los puntos hipersensibles asociados con la fibromialgia tienen una ubicación similar a la de los puntos hipersensibles presentes en otros tipos comunes de dolor muscular y óseo, tales como el codo de tenista (epicondilitis lateral). Un punto hipersensible a un lado del cuerpo suele tener un punto hipersensible correspondiente en el mismo lugar, en el lado opuesto del cuerpo.

La gente a menudo desconoce la ubicación exacta o incluso la presencia de muchos de estos puntos hipersensibles, hasta que un médico lleva a cabo una evaluación de puntos hipersensibles.

Fatiga y alteraciones en el sueño
Alrededor del 90% de las personas con fibromialgia experimenta fatiga moderada o severa, menor resistencia al esfuerzo, o el agotamiento típico que conllevan la gripe o la falta de sueño. A veces la fatiga es más problemática que el dolor.

Las personas con fibromialgia pueden experimentar un tipo de fatiga parecido al que ocasiona otra afección, conocida como síndrome de fatiga crónica (SFC). Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades han desarrollado criterios para diagnosticar el SFC.

Para diagnosticar a una persona con SFC, ésta debe presentar un historial de por lo menos seis meses de fatiga inexplicada, evaluada clínicamente, además de cuatro de los siguientes ocho síntomas: dificultad para pensar con claridad, irritación de garganta, hipersensibilidad de los ganglios linfáticos, dolores musculares, dolores en las articulaciones, dolores de cabeza, alteraciones en el sueño y malestar durante más de 24 horas tras un esfuerzo.

Usted puede observar que algunas personas con fibromialgia tienen síntomas que pueden encajar en la descripción de SFC, y viceversa. Otros trastornos que agrupan síntomas similares son los desórdenes somatoform (donde el dolor físico y la sintomatología está relacionada con factores psicológicos), y sensibilidades químicas múltiples.

La mayoría de las personas con fibromialgia experimenta trastornos del sueño. Aunque puedan conciliar el sueño sin grandes dificultades, tienen un sueño muy ligero y se despiertan con frecuencia durante la noche. A menudo, estas personas se levantan sintiéndose cansadas, incluso después de haber dormido durante toda la noche. La fatiga resultante puede ir desde la apatía y la disminución de resistencia hasta el agotamiento. El nivel de fatiga experimentado puede variar de un día para otro.

Las investigaciones han demostrado que la perturbación del sueño profundo altera muchas funciones críticas del cuerpo, como la producción de hormonas necesarias para reparar el tejido muscular, así como los niveles de sustancias que controlan la percepción del dolor por parte de la persona. Está claro que los problemas del sueño pueden agravar los síntomas de la fibromialgia, por lo cual poner atención a mejorar el sueño es parte integral del manejo de este trastorno.


Síntomas del sistema nervioso
Cuando se tiene fibromialgia, los cambios de estado de ánimo son comunes. Muchos individuos se sienten tristes o decaídos, aunque aquéllos que padecen de depresión clínica representan sólo un 25 % del total. Las personas con fibromialgia también pueden sentirse ansiosas. Hay investigadores que creen que es posible que exista una conexión entre la fibromialgia y algunos tipos de depresión y ansiedad crónica.

Sin embargo, cualquier persona que padezca de una enfermedad crónica -no únicamente fibromialgia- puede sentirse deprimida en ocasiones, al luchar contra el dolor y la fatiga que siente.

Los individuos con fibromialgia pueden reportar dificultades al concentrarse o al realizar tareas mentales sencillas. No hay evidencia que demuestre que estos problemas se agraven con el tiempo; simplemente suelen aparecer y desaparecer. Se han observado problemas parecidos en muchas personas que presentan cambios de estado de ánimo, alteraciones del sueño u otras enfermedades crónicas.

Otros problemas
Los dolores de cabeza, sobre todo los musculares (de tensión) y las migrañas, son síntomas comunes de la fibromialgia. Los dolores abdominales, la distensión y la oscilación entre estreñimiento y diarrea (llamada síndrome de intestino irritable) también son comunes. Los espasmos y la irritabilidad de la vejiga podrían causar urgencia o frecuencia urinaria.

Algunos estudios sobre la fibromialgia sugieren que se pueden asociar otros problemas con esta dolencia, tales como calambres, mareos y dolor en la articulación temporomaxilar (TMJ), que une la mandíbula inferior al cráneo en ambos lados del rostro.

En algunas personas, la piel puede cambiar de color temporalmente, debido a la sensibilidad circulatoria a la temperatura y la humedad. Pueden sentir cosquilleo o entumecimiento en las manos, brazos, pies, piernas o rostro.


Diagnóstico
El síndrome de fibromialgia no puede diagnosticarse a través de pruebas de laboratorio. Los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares son normales. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en un examen físico de los síntomas del paciente, el cual es llevado a cabo por un médico.

Además de dolor, las personas con fibromialgia también señalan los siguientes síntomas: dificultades para dormir; fatiga; dolores de cabeza crónicos (cefaleas); problemas estomacales o digestivos; adormecimiento o inflamación de las articulaciones; ansiedad o depresión; y cambios en el dolor que se asocian al clima, la tensión o la actividad física.

Normalmente se diagnostica con fibromialgia a un individuo que presenta un historial de dolor generalizado en al menos tres partes distintas del cuerpo que dura un mínimo de tres meses. A menudo los doctores hacen un diagnóstico de fibromialgia cuando existen múltiples áreas específicas de dolor o puntos hipersensibles e historial de dolor generalizado. Manifestar estos síntomas junto con fatiga, insomnio, cefalea, ansiedad o síndromes asociados como enfermedad del intestino irritable o síndrome de piernas inquietas puede también apuntar al diagnóstico.

Tratamiento
Su médico puede personalizar su tratamiento para ajustarse a sus necesidades particulares. Algunas personas con fibromialgia tienen síntomas leves y necesitan poco tratamiento una vez que comprenden lo que es la fibromialgia y cómo evitar lo que empeora su condición. Sin embargo, otras personas precisan un programa de cuidados exhaustivo que incluye fármacos, ejercicio y entrenamiento sobre técnicas para ayudarles a sobrellevar el dolor.

Cómo controlar la fibromialgia
A menudo, las personas que padecen de fibromialgia se han sometido a muchas pruebas y han visitado a muchos especialistas en busca de una respuesta. Con frecuencia se les dice que puesto que su apariencia es buena y los resultados de las pruebas son normales, no sufren de ningún trastorno verdadero. Es posible que amigos y familiares, además de los médicos, duden de la veracidad de sus quejas, lo cual puede aumentar su sentimiento de aislamiento, culpabilidad y rabia.

Tanto usted como su familia deben comprender que la fibromialgia causa dolor y fatiga crónicos. Usted debe asumir un papel activo en el control de la fibromialgia, haciendo ejercicio con regularidad, educándose sobre su dolencia, y aprendiendo a implementar técnicas de relajación y de control del estrés.

Afortunadamente, la fibromialgia no supone una amenaza para la vida y no causa deformidad. Aunque la intensidad de los síntomas varía, la dolencia en general no suele empeorar con el tiempo. En un pequeño estudio que se enfocó en el estado de pacientes con fibromialgia 10 años después de haber sido diagnosticados, los autores del estudio descubrieron que a pesar de que los síntomas puedan persistir, muchas personas se sentían mejor con ayuda de tratamientos y del paso del tiempo.

Sin embargo, algunas personas que sufren de fibromialgia tienen síntomas tan severos que no son capaces de desenvolverse bien, ni laboral ni socialmente. Dichos individuos podrían requerir de una mayor atención a través de un programa que utilice terapeutas físicos u ocupacionales, trabajadores sociales, enfermeras, profesionales de la salud mental, consejeros de rehabilitación y especialistas del sueño.

Entre las opciones para el tratamiento se incluyen:

Educación: Comprender la naturaleza de la condición y aprender formas de controlar sus síntomas son la base de cualquier programa de tratamiento.
Medicamentos: Algunos pueden disminuir el dolor mientras otros mejorar el sueño.

Analgésicos: Existen diversos tipos de fármacos para el dolor. El acetaminofeno (Tylenol) está disponible mediante estantería abierta y es bastante confiable; tramadol es más fuerte que el acetaminofeno y no tan adictivo como los narcóticos. Los analgésicos narcóticos raramente se recetan para el dolor de la fibromialgia.

AINE: Fármacos antiinflamatorios no esteroides, como la aspirina, ibuprofeno y naproxeno, son frecuentemente empleados por sus propiedades analgésicas más que por las antiinflamatorias. Pueden ayudar aliviar los dolores musculares, menstruales y dolores de cabeza a menudo asociados con la fibromialgia.

Antidepresivos tricíclicos: Esta clase de antidepresivos, como la amitriptilina ), nortriptilina y duloxetina, funcionan elevando los niveles de norepinefrina (antes nombrada adrenalina) en el cerebro. Suministrados en dosis menores de las requeridas para efectos antidepresivos, estos fármacos pueden mejoran la calidad del sueño. También pueden relajar músculos adoloridos y amplificar el efecto de la endorfina -el analgésico natural del cuerpo-.

◾ ISRSs: Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, son antidepresivos como fluoxetina, paroxetina, sertralina, que incrementan la cantidad de serotonina en el cerebro, reduciendo la fatiga y posiblemente el dolor en personas con fibromialgia. Los ISRS se recetan a menudo junto con antidepresivos tricíclicos porque los ISRS solos pueden obstaculizar el sueño.

◾ Inhibidores de recaptación mixtos: Algunos antidepresivos nuevos elevan los niveles de serotonina y norepinefrina y están siendo estudiados para el tratamiento de la fibromialgia. Estos medicamentos incluyen venlafaxina, nefazadona y milnacipran.

◾ Relajantes musculares: El relajante muscular ciclobenzaprina ha demostrado ser útil para el tratamiento de la fibromialgia y se receta con frecuencia para ayudar a aliviar la tensión muscular y mejorar el sueño.

◾ Otros fármacos: Las benzodiazepinas (clonazepam y diazepam) pueden ayudar a relajar músculos dolorosos, promover el sueño y aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas (sensaciones desagradables en las piernas que le obligan a moverlas constantemente), pero son adictivas. Tegaserod y alosetron están disponibles para el tratamiento del síndrome del intestino irritable (episodios de diarrea y estreñimiento con distensión abdominal). Otro medicamento que está siendo estudiado para su empleo en personas con fibromialgia es el antiespasmódico gabapentina y tizanidine.


◾ Ejercicio: Los estudios han demostrado que el ejercicio esencial para aminorar los síntomas de la fibromialgia. Debido al dolor, la fatiga y la debilidad que sienten los individuos con esta enfermedad, la mayoría presentan una condición física inadecuada. El ejercicio aeróbico, sin embargo, posee efectos analgésicos y antidepresivos, y mejora su sensación de control y bienestar. Si inicia un programa de ejercicios lentamente y lo aumenta en forma gradual, cosechará los beneficios del ejercicio sin aumentar su fatiga o dolor.

◾ Estiramientos: Estirar los rígidos y adoloridos músculos una vez al día o en pequeños segmentos varias veces a lo largo del día le brindará alivio al dolor. Calentar los músculos con movimientos suaves o con agua caliente antes de estirarlos hará el estiramiento más cómodo.

◾ Estrategias cotidianas: Hay muchas técnicas que puede aprender para ayudar a aliviar la tensión, ansiedad y dolor, incluyendo relajación, visualización, meditación y bioretroalimentación, así como minimizar los pensamientos negativos, los sentimientos de desesperanza y de verse como víctima.

◾ Terapias complementarias: Ciertas personas con fibromialgia han encontrado alivio con tratamientos de masajes, meditación, terapias de movimiento (como Pilates), manipulaciones quiroprácticas y acupuntura, entre otros.


¿Quién tiene riesgo?
El paciente típico de fibromialgia es una mujer de entre 30 y 50 años. Estudios en el país señalan que la enfermedad afecta del 3 - 5 % de las mujeres adultas y cerca del 0.5 % de los hombres adultos. La incidencia aumenta con la edad, pero el síndrome también existe en niños.

Las personas con enfermedades autoinmunes preexistentes pueden experimentar síntomas de fibromialgia. Los estudios indican que hasta el 25% de los individuos con trastornos inflamatorios, como LES (lupus), AR y espondilitis anquilosante, también cumplen con el criterio de fibromialgia.


Ref: Arthritis Foundation
 
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