El rol de la dieta en el Síndrome de Intestino Irritable
El Síndrome de Intestino Irritable ( SII), también conocido como colon irritable, ha adquirido gran relevancia en nuestro entorno sanitario, ya que es el trastorno gastrointestinal más frecuente con una alta prevalencia entre 10 a 20% , en Argentina es de aproximadamente un 12%, siendo más frecuente en mujeres que en hombres, con un alto impacto en la calidad de vida. Los pacientes con Síndrome de Intestino Irritable reciben diversos tratamientos de forma continuada, no siempre con éxito.
Es un trastorno funcional digestivo, que se caracteriza clínicamente por la asociación de hinchazón, dolor/molestia abdominal y alteraciones del hábito en el ritmo intestinal, que puede variar desde estreñimiento, diarrea o ambos. Las causas que lo provocan son poco conocidas.
El diagnóstico se basa en un adecuado interrogatorio, limitados estudios y un cuidadoso seguimiento.
Por dicho motivo, los pacientes buscan estrategias para controlar los síntomas que muchas veces pasan por modificar los hábitos dietéticos.
Es importante en el interrogatorio evaluar la dieta que realiza el paciente (consumo de harina, café, frutas, verduras, jugos de frutas, gaseosas, chicle, etc.) ya que puede desencadenar o exacerbar síntomas.
El estado emocional suele tener un papel importante en el desencadenamiento del cuadro descripto.
2. No existen alimentos prohibidos o malos. Cada persona debe identificar que alimentos le sientan peor y eliminarlos. Como norma general hay alimentos como especias, cafeína, picantes, grasas o comidas muy condimentadas que deben evitarse.
3. Es recomendable beber agua, comer frutas y verduras.
4. Establecer un patrón regular de comidas ( desayuno, almuerzo, merienda, cena y colaciones) según corresponda,. Evitar saltear comidas, no dejar largos espacios entre comidas.
5. Evitar comidas abundantes, tomar el tiempo necesario para comer, sentarse y masticar los alimentos.
6. La prevalencia del Síndrome de Intestino Irritable se ha incrementado de forma paralela al consumo de fructosa, de alimentos procesados y aditivos.
7. Se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco.
8. No se deben realizar dietas de exclusión, es decir, eliminar alimentos como la lactosa y el gluten entre otras.
9. Es importante realizar una consulta al gastroenterólogo y licenciado en nutrición para que realicen el diagnóstico y la implementación de un plan de alimentación adecuado e individualizado.
Ref: Lic. en Nutrición Marisa E. Canicoba (MN 1353 / MP 052) - DIM CENTROS DE SALUD
Directora de la Carrera de Especialización Nutrición Clínica- Sede Hospital Posadas (UBA) Coordinadora Centro Alimentación Saludable
Es un trastorno funcional digestivo, que se caracteriza clínicamente por la asociación de hinchazón, dolor/molestia abdominal y alteraciones del hábito en el ritmo intestinal, que puede variar desde estreñimiento, diarrea o ambos. Las causas que lo provocan son poco conocidas.
El diagnóstico se basa en un adecuado interrogatorio, limitados estudios y un cuidadoso seguimiento.
Por dicho motivo, los pacientes buscan estrategias para controlar los síntomas que muchas veces pasan por modificar los hábitos dietéticos.
Es importante en el interrogatorio evaluar la dieta que realiza el paciente (consumo de harina, café, frutas, verduras, jugos de frutas, gaseosas, chicle, etc.) ya que puede desencadenar o exacerbar síntomas.
El estado emocional suele tener un papel importante en el desencadenamiento del cuadro descripto.
Consejos a seguir:
1. Llevar a cabo un plan de alimentación saludable, realizar actividad física.
2. No existen alimentos prohibidos o malos. Cada persona debe identificar que alimentos le sientan peor y eliminarlos. Como norma general hay alimentos como especias, cafeína, picantes, grasas o comidas muy condimentadas que deben evitarse.
3. Es recomendable beber agua, comer frutas y verduras.
4. Establecer un patrón regular de comidas ( desayuno, almuerzo, merienda, cena y colaciones) según corresponda,. Evitar saltear comidas, no dejar largos espacios entre comidas.
5. Evitar comidas abundantes, tomar el tiempo necesario para comer, sentarse y masticar los alimentos.
6. La prevalencia del Síndrome de Intestino Irritable se ha incrementado de forma paralela al consumo de fructosa, de alimentos procesados y aditivos.
7. Se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco.
8. No se deben realizar dietas de exclusión, es decir, eliminar alimentos como la lactosa y el gluten entre otras.
9. Es importante realizar una consulta al gastroenterólogo y licenciado en nutrición para que realicen el diagnóstico y la implementación de un plan de alimentación adecuado e individualizado.
Ref: Lic. en Nutrición Marisa E. Canicoba (MN 1353 / MP 052) - DIM CENTROS DE SALUD
Directora de la Carrera de Especialización Nutrición Clínica- Sede Hospital Posadas (UBA) Coordinadora Centro Alimentación Saludable