La OMS reanuda los ensayos con hidroxicloroquina para el COVID-19
La pasada semana la OMS informaba de que suspendía temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en pacientes de la COVID-19 dentro del ensayo Solidarity. El anuncio se producía unos días después de conocerse los resultados de un macroestudio, publicado en la revista The Lancet, que advertía sobre un incremento en los problemas cardíacos y en el riesgo muerte de los pacientes tratados con este fármaco.
Ahora, la OMS dice que retoma estos ensayos, según señaló ayer su director general, Tedros Adhanom, en una videoconferencia de prensa. El anuncio de la OMS coincide con las crecientes dudas sobre los datos aportados en el estudio publicado en The Lancet, proporcionados por Surgisphere, una empresa poco conocida con sede en Chicago
El nuevo anuncio de la organización coincide con las crecientes dudas sobre los datos aportados en el estudio de The Lancet, que fueron proporcionados por Surgisphere, una empresa poco conocida con sede en Chicago que suministró datos de 671 hospitales en seis continentes. Esos datos están siendo ahora cuestionados por los expertos. "Se han planteado serias dudas sobre la fiabilidad de los hallazgos reportados en este artículo", escribió Richard Horton, editor de The Lancet, en Twitter.
Los datos de otro estudio, publicado en New England Journal of Medicine, sobre un fármaco para la tensión arterial que podría ser usado en pacientes de COVID-19 -también realizado por investigadores del mismo equipo e igualmente con los datos de Surgisphere- están ahora siendo cuestionados por esta revista.
Investigadores españoles también han manifestado su preocupación por las irregularidades en los datos procedentes Surgisphere y señalan que los resultados y conclusiones basados en sus datos "no pueden ser confiables".
Todas estas dudas parecen haber llevado a la OMS a reanudar los ensayos con hidroxicloroquina en pacientes con la COVID-19. Tedros Adhanom señaló, sin embargo, que el Comité de Seguridad de Datos de la organización "seguirá vigilando de cerca" la seguridad de todos los fármacos del ensayo Solidarity. Hasta ahora, se han reclutado más de 3.500 pacientes en 35 países, según el responsable.
También declaró que estaba "especialmente preocupado" por el brote de la COVID-19 en América Central y del Sur, donde los contagios se han extendido rápidamente. Por otro lado, el potencial de la hidroxicloroquina para tratar la infección causada por el coronavirus se ha convertido también en una cuestión política, con el Presidente Trump y sus aliados alentando su uso, a pesar de que todavía no hay ensayos clínicos de referencia que demuestren su eficacia.
Ahora, la OMS dice que retoma estos ensayos, según señaló ayer su director general, Tedros Adhanom, en una videoconferencia de prensa. El anuncio de la OMS coincide con las crecientes dudas sobre los datos aportados en el estudio publicado en The Lancet, proporcionados por Surgisphere, una empresa poco conocida con sede en Chicago
El nuevo anuncio de la organización coincide con las crecientes dudas sobre los datos aportados en el estudio de The Lancet, que fueron proporcionados por Surgisphere, una empresa poco conocida con sede en Chicago que suministró datos de 671 hospitales en seis continentes. Esos datos están siendo ahora cuestionados por los expertos. "Se han planteado serias dudas sobre la fiabilidad de los hallazgos reportados en este artículo", escribió Richard Horton, editor de The Lancet, en Twitter.
Los datos de otro estudio, publicado en New England Journal of Medicine, sobre un fármaco para la tensión arterial que podría ser usado en pacientes de COVID-19 -también realizado por investigadores del mismo equipo e igualmente con los datos de Surgisphere- están ahora siendo cuestionados por esta revista.
Investigadores españoles también han manifestado su preocupación por las irregularidades en los datos procedentes Surgisphere y señalan que los resultados y conclusiones basados en sus datos "no pueden ser confiables".
Todas estas dudas parecen haber llevado a la OMS a reanudar los ensayos con hidroxicloroquina en pacientes con la COVID-19. Tedros Adhanom señaló, sin embargo, que el Comité de Seguridad de Datos de la organización "seguirá vigilando de cerca" la seguridad de todos los fármacos del ensayo Solidarity. Hasta ahora, se han reclutado más de 3.500 pacientes en 35 países, según el responsable.
También declaró que estaba "especialmente preocupado" por el brote de la COVID-19 en América Central y del Sur, donde los contagios se han extendido rápidamente. Por otro lado, el potencial de la hidroxicloroquina para tratar la infección causada por el coronavirus se ha convertido también en una cuestión política, con el Presidente Trump y sus aliados alentando su uso, a pesar de que todavía no hay ensayos clínicos de referencia que demuestren su eficacia.