En EEUU prohíben la hidroxicloroquina para el COVID-19
La agencia Administración de Alimentos y Fármacos , encargada de habilitar la venta y consumo masivo de medicinas, concluyó que las drogas hidroxicloroquina y cloroquina no son efectivas en el tratamiento del coronavirus y revocó la autorización.
La agencia Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés), encargada de habilitar la venta y consumo masivo de medicinas, concluyó que las drogas hidroxicloroquina y cloroquina no son efectivas en el tratamiento del coronavirus y revocó la autorización para su uso, pese que el presidente Donald Trump dijo estar consumiéndola hace solo unas semanas.
"A la vista de los graves accidentes cardíacos y de los demás efectos colaterales graves, los beneficios conocidos y potenciales de la cloroquina y de la hidroxicloroquina no superan a los riesgos conocidos y potenciales de su uso autorizado", informó la FDA en un comunicado.
En concreto, la FDA cita los resultados de un estudio clínico en pacientes que padecen de Covid-19 y están hospitalizados.
Los resultados "demuestran que la hidroxicloroquina no ha tenido ningún efecto positivo en la mortalidad ni en la aceleración de la recuperación", sostuvo la agencia federal, según la agencia de noticias DPA.
"Hemos dejado claro a lo largo de esta emergencia de salud pública que nuestras acciones se guiarían por la ciencia y que nuestras decisiones podrían evolucionar a medida que supiéramos más sobre el virus SARS-CoV-2", nombre técnico del nuevo coronavirus, explicó el subcomisario de Asuntos Médicos y Científicos de la FDA, Anand Shah.
La FDA emitió una autorización para el uso de urgencia de la cloroquina y de la hidroxicloroquina en marzo pasado, en el inicio de la pandemia, para pacientes que estuvieran hospitalizados por coronavirus y aquellos que participaran en ensayos clínicos.
Ya en abril, la agencia había pedido públicamente que no se prescribieran esos fármacos fuera de los centros médicos, algo que no evitó que Trump anunciara al mes siguiente que estaba consumiendo hidroxicloroquina, solo como medida preventiva.
Estas dos drogas se utilizan hace décadas para tratar la malaria y también suelen ser recetadas para el lupus y la artritis reumatoide, por lo que los médicos todavía podrán administrarla a los pacientes de coronavirus, siempre y cuando no la receten expresamente para la COVID-19.
La decisión adoptada por la FDA no significa el fin de los ensayos clínicos con estos dos medicamentos para enfermos de COVID-19, solo el uso fuera de estas pruebas controladas.
Trump, durante marzo y abril, defendió el uso de la hidroxicloroquina como tratamiento contra el coronavirus. Sostuvo que los pacientes "no tienen nada que perder" tomando esa medicina e, incluso, sugirió su uso de forma preventiva.
Pese a las críticas que esto generó, a mediados de mayo, el mandatario anunció frente a la prensa que estaba tomando el medicamento de forma preventiva y que no tenía ningún efecto secundario.
El uso y la efectividad de la hidroxicloroquina ha sido uno de los temas más polémicos en el mundo durante esta pandemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a suspender sus ensayos clínicos, pero luego los retomó porque, reconoció, se había basado en evidencia dudosa que había sido reproducida por respetadas revistas científicas, lo que alimentó aún más la polémica global.
Hoy día, el único consenso que existe sobre el tema es que no hay evidencia seria a nivel internacional de que ninguna de las dos drogas tengan efectos positivos sobre pacientes de COVID-19, que justifiquen el riesgo de los potenciales efectos secundarios.