Pérdidas durante el aislamiento social: ¿Cómo atravesar un duelo en este contexto?
La ausencia de despedida a la persona fallecida y la falta de presencia física de la red de contención a los allegados más cercanos, puede dificultar o prolongar los procesos de duelo durante este período. Especialistas en el tema brindan herramientas para atravesarlos.
Sufrir la pérdida de un ser querido es una experiencia muy dolorosa en sí misma. El duelo es una experiencia global que afecta al ser humano en diferentes ámbitos: psicológico, emotivo, mental, físico, social y espiritual. Que esta experiencia suceda durante este período de aislamiento social obligatorio, puede agravar este dolor, en tanto las redes de apoyo que resultan esenciales, sólo pueden ofrecer su apoyo en forma virtual.
«Atravesar un duelo no significa solamente dejar que el tiempo pase, sino que consiste en una actividad que implica revisar todos los significados del universo de una persona. El proceso de reconstrucción de significados es la dinámica más importante del duelo» comienza a explicar la Lic. María Fernanda Giralt Font, Subdirectora del Departamento de Psicoterapia de INECO.
La red de apoyo -personas del entorno, familiares, amigos, etc.- se vuelve clave sobre todo en las primeras etapas luego de la pérdida. Si bien entendemos que, en este escenario, la distancia es sólo física y no social, es posible que muchas personas en duelo sufran la falta del gesto de afecto y consuelo que brinda la presencia, el abrazo y el contacto físico. «Especialmente durante los primeros días posteriores a la pérdida, se suele observar una cierta dificultad transitoria para realizar actividades cotidianas como puede ser una compra, trámite, etc. Esos momentos serán más desafiantes de atravesar sin una red de apoyo» destaca la Lic. Mariana Herrero del Departamento de Psicoterapia de INECO.
Si bien cada duelo es individual y muy distinto, los recursos y las fortalezas personales, la posibilidad de construir resiliencia y el reconocimiento de la compañía existente -aunque no sea física- serán los elementos imprescindibles para atravesar saludablemente los duelos en este momento sin precedentes. Las psicoterapeutas destacan que, aunque los rituales pueden contribuir a la transición al nuevo estado y a tomar conciencia y contacto con lo perdido, el velatorio no es la única forma de ritual o despedida.
A pesar de que 'el duelo no es una enfermedad y no hay que patologizarlo', explican que los psicólogos pueden dar contención y acompañamiento en el proceso y en la toma de decisiones que implica atravesarlo. Intervienen como facilitadores que acompañan el proceso y ayudan a reconstruir el universo de significados del mundo personal de quién sufrió la pérdida, colaborando con el consultante para que pueda transitar este proceso, de la manera más resiliente posible.
Ciertos duelos pueden complicarse. En los casos en los que aparece sensación de culpa, pensamientos de suicidio, desesperación extrema, depresiones prolongadas o ira incontrolada, síntomas físicos, abusos de sustancias, entre otros, será necesaria la consulta profesional.
Finalmente, la Lic. Giralt Font y la Lic. Herrero, brindan algunas recomendaciones muy útiles que pueden desarrollar aquellas personas en la situación de despedir un ser querido en estas circunstancias:
● Tomarse tiempo para conectarse con los sentimientos.
● Encontrar formas sanas de procesar el estrés.
● Confiar en alguien, apoyarse en la red social aunque no se haga presente físicamente.
● Generar algún ritual de la pérdida que tenga sentido para uno mismo.
● No resistirse al cambio.
● Tomar en cuenta las propias convicciones religiosas o espirituales.
Así como también, algunas herramientas de contención para quienes acompañan la pérdida desde un plano no físico:
● Escuchar y compartir el dolor.
● Ayudar a tomar decisiones.
● Compartir parte de las experiencias de pérdida que haya tenido quién escuche.
● Disponibilidad para trabajar los sentimientos más profundos del otro (antes que nuestras respuestas o recomendaciones).
Sufrir la pérdida de un ser querido es una experiencia muy dolorosa en sí misma. El duelo es una experiencia global que afecta al ser humano en diferentes ámbitos: psicológico, emotivo, mental, físico, social y espiritual. Que esta experiencia suceda durante este período de aislamiento social obligatorio, puede agravar este dolor, en tanto las redes de apoyo que resultan esenciales, sólo pueden ofrecer su apoyo en forma virtual.
«Atravesar un duelo no significa solamente dejar que el tiempo pase, sino que consiste en una actividad que implica revisar todos los significados del universo de una persona. El proceso de reconstrucción de significados es la dinámica más importante del duelo» comienza a explicar la Lic. María Fernanda Giralt Font, Subdirectora del Departamento de Psicoterapia de INECO.
La red de apoyo -personas del entorno, familiares, amigos, etc.- se vuelve clave sobre todo en las primeras etapas luego de la pérdida. Si bien entendemos que, en este escenario, la distancia es sólo física y no social, es posible que muchas personas en duelo sufran la falta del gesto de afecto y consuelo que brinda la presencia, el abrazo y el contacto físico. «Especialmente durante los primeros días posteriores a la pérdida, se suele observar una cierta dificultad transitoria para realizar actividades cotidianas como puede ser una compra, trámite, etc. Esos momentos serán más desafiantes de atravesar sin una red de apoyo» destaca la Lic. Mariana Herrero del Departamento de Psicoterapia de INECO.
Si bien cada duelo es individual y muy distinto, los recursos y las fortalezas personales, la posibilidad de construir resiliencia y el reconocimiento de la compañía existente -aunque no sea física- serán los elementos imprescindibles para atravesar saludablemente los duelos en este momento sin precedentes. Las psicoterapeutas destacan que, aunque los rituales pueden contribuir a la transición al nuevo estado y a tomar conciencia y contacto con lo perdido, el velatorio no es la única forma de ritual o despedida.
A pesar de que 'el duelo no es una enfermedad y no hay que patologizarlo', explican que los psicólogos pueden dar contención y acompañamiento en el proceso y en la toma de decisiones que implica atravesarlo. Intervienen como facilitadores que acompañan el proceso y ayudan a reconstruir el universo de significados del mundo personal de quién sufrió la pérdida, colaborando con el consultante para que pueda transitar este proceso, de la manera más resiliente posible.
Ciertos duelos pueden complicarse. En los casos en los que aparece sensación de culpa, pensamientos de suicidio, desesperación extrema, depresiones prolongadas o ira incontrolada, síntomas físicos, abusos de sustancias, entre otros, será necesaria la consulta profesional.
Finalmente, la Lic. Giralt Font y la Lic. Herrero, brindan algunas recomendaciones muy útiles que pueden desarrollar aquellas personas en la situación de despedir un ser querido en estas circunstancias:
● Tomarse tiempo para conectarse con los sentimientos.
● Encontrar formas sanas de procesar el estrés.
● Confiar en alguien, apoyarse en la red social aunque no se haga presente físicamente.
● Generar algún ritual de la pérdida que tenga sentido para uno mismo.
● No resistirse al cambio.
● Tomar en cuenta las propias convicciones religiosas o espirituales.
Así como también, algunas herramientas de contención para quienes acompañan la pérdida desde un plano no físico:
● Escuchar y compartir el dolor.
● Ayudar a tomar decisiones.
● Compartir parte de las experiencias de pérdida que haya tenido quién escuche.
● Disponibilidad para trabajar los sentimientos más profundos del otro (antes que nuestras respuestas o recomendaciones).