China aprobó la primera patente de una vacuna contra el SARS-CoV-2
China aprobó la primera patente en el país de una vacuna para el coronavirus y podría "ser producida en masa en un periodo de tiempo breve", según informaron medios locales este lunes 17-08
La vacuna, llamada Ad5-nCoV, utiliza un virus debilitado del resfriado común -un adenovirus tipo 5- para introducir material genético del nuevo coronavirus dentro del cuerpo humano.
Fue desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Pekín y la biofarmacéutica china CanSino Biologics, y su objetivo es entrenar al cuerpo a que produzca anticuerpos que reconozcan la proteína en forma de lanza del coronavirus SARS-CoV-2 y lo combatan.
La prensa local asegura que provoca una "buena respuesta inmunológica en ratones y roedores, y puede inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo".
Según una investigación publicada en la revista The Lancet el mes pasado, la fase II del ensayo clínico, que incluyó más de 500 personas, demostró que es segura y que genera una respuesta inmune en la mayoría de los receptores después de una única inmunización.
En comparación con los más jóvenes, los participantes de mayor edad generalmente obtuvieron respuestas inmunes significativamente más bajas, según el estudio de Lancet. Como resultado, las personas mayores podrían requerir una dosis adicional para inducir una respuesta inmune más fuerte, pero se necesitarían más investigaciones para confirmar este enfoque.
Esto podrá verse durante la fase III, que involucra a un número mucho mayor de participantes.
Tanto la seguridad como la efectividad de la vacuna de CanSino deberán confirmarse en la última fase del ensayo, que está previsto que se desarrolle en Arabia Saudita.
CanSino también está en conversaciones con otros países entre los que se encuentran Rusia, Brasil y Chile para realizar allí la fase III de sus ensayos.
El desarrollo de una vacuna toma décadas, generalmente. Sin embargo, muchos países han acelerado el proceso de ensayos clínicos para determinar una vacuna eficaz y segura contra el COVID-19 y combatir la pandemia actual.
La semana pasada, Rusia aprobó la Sputnik V, convirtiéndose en el primer país en autorizar una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Sin embargo, ese anuncio fue recibido con escepticismo entre la comunidad científica internacional, incluida la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que la vacuna rusa aún no había pasado por la fase III, la última etapa del proceso de ensayos, cuando se prueba en miles de personas.
Alrededor del mundo están siendo desarrolladas y probadas más de 150 vacunas en contra del COVD-19.
De acuerdo con datos de la OMS, hay 28 que están siendo sometidas a ensayos clínicos entre las cuales hay 6 que se encuentran en la fase III.
La vacuna, llamada Ad5-nCoV, utiliza un virus debilitado del resfriado común -un adenovirus tipo 5- para introducir material genético del nuevo coronavirus dentro del cuerpo humano.
Fue desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Pekín y la biofarmacéutica china CanSino Biologics, y su objetivo es entrenar al cuerpo a que produzca anticuerpos que reconozcan la proteína en forma de lanza del coronavirus SARS-CoV-2 y lo combatan.
La prensa local asegura que provoca una "buena respuesta inmunológica en ratones y roedores, y puede inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo".
Según una investigación publicada en la revista The Lancet el mes pasado, la fase II del ensayo clínico, que incluyó más de 500 personas, demostró que es segura y que genera una respuesta inmune en la mayoría de los receptores después de una única inmunización.
En comparación con los más jóvenes, los participantes de mayor edad generalmente obtuvieron respuestas inmunes significativamente más bajas, según el estudio de Lancet. Como resultado, las personas mayores podrían requerir una dosis adicional para inducir una respuesta inmune más fuerte, pero se necesitarían más investigaciones para confirmar este enfoque.
Fase III
Cabe aclarar que ninguno de los participantes de los ensayos estuvo expuesto al virus tras la inoculación, por lo cuál es demasiado pronto para saber si la vacuna protege o no contra el virus.
Esto podrá verse durante la fase III, que involucra a un número mucho mayor de participantes.
Tanto la seguridad como la efectividad de la vacuna de CanSino deberán confirmarse en la última fase del ensayo, que está previsto que se desarrolle en Arabia Saudita.
CanSino también está en conversaciones con otros países entre los que se encuentran Rusia, Brasil y Chile para realizar allí la fase III de sus ensayos.
El desarrollo de una vacuna toma décadas, generalmente. Sin embargo, muchos países han acelerado el proceso de ensayos clínicos para determinar una vacuna eficaz y segura contra el COVID-19 y combatir la pandemia actual.
La semana pasada, Rusia aprobó la Sputnik V, convirtiéndose en el primer país en autorizar una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Sin embargo, ese anuncio fue recibido con escepticismo entre la comunidad científica internacional, incluida la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que la vacuna rusa aún no había pasado por la fase III, la última etapa del proceso de ensayos, cuando se prueba en miles de personas.
Alrededor del mundo están siendo desarrolladas y probadas más de 150 vacunas en contra del COVD-19.
De acuerdo con datos de la OMS, hay 28 que están siendo sometidas a ensayos clínicos entre las cuales hay 6 que se encuentran en la fase III.