COVID-19: Desarrollarán método para determinar la carga viral en pacientes positivos
Científicos del Conicet La Plata desarrollarán un método para determinar la carga viral en pacientes con coronavirus con el objetivo de establecer correlaciones entre la concentración de virus y la gravedad que alcance el cuadro infeccioso, se informó en un comunicado.
Se trata de uno de los 137 proyectos seleccionados en el marco de la convocatoria del "Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19" del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) dados a conocer en junio pasado.
El trabajo propone desarrollar y estandarizar una herramienta que permita conocer la cantidad de partículas virales que tienen las muestras de pacientes positivos, algo que hasta el momento solamente se puede estimar pero no conocer con exactitud.
El investigador del Conicet Martín Abba, coordinador de la propuesta, explicó que "el método convencional que se utiliza para los testeos de hecho tiene el potencial para arrojar información sobre la concentración de virus" y detalló que su idea es "llevar adelante todas las pruebas y las calibraciones necesarias para conseguir que lo haga".
El circuito organizado en que vienen trabajando comenzó a funcionar en abril y, actualmente, procesa un promedio de 80 hisopados por día, lo que suma un total acumulado de 3.500.
El método utilizado para la detección molecular del virus Sars-CoV-2 -causante de la enfermedad-, es el denominado RT-qPCR (Reacción en Cadena Polimerasa cuantitativa, por sus siglas en inglés) y funciona buscando un fragmento del material genético del microorganismo patógeno, en este caso el coronavirus.
Lo que se analiza es un hisopado de las fosas nasales o el fondo de la garganta del paciente con síntomas, y arroja resultados altamente confiables en pocas horas.
"Esta prueba revela ausencia o presencia del virus, pero no determina la carga viral, un dato muy importante que muchas veces los infectólogos piden y que podemos inferir sólo de manera aproximada a través de lo que se conoce como valor de ciclo umbral o valor Ct", describió Abba.
Conocer el número de partículas virales permitiría estudiar la dinámica de la enfermedad, y lograr, por ejemplo, establecer correlaciones entre la cantidad de virus que tiene un paciente y la evolución del cuadro, es decir, si es más o menos severo.
"Más allá de que existe una población vulnerable y dentro de ella ciertos grupos con factores de riesgo, en anteriores epidemias se vio que una infección con carga alta de Sars-CoV podía producir lo que se conoce como tormenta de citoquinas, una reacción del sistema inmunológico que complica mucho el estado de una persona, aunque sea joven y sana", explicó.
El especialista dijo que, "si bien por tratarse de algo nuevo este punto todavía se desconoce en el caso del coronavirus, es necesario estudiar cómo incide ese factor en el progreso de la afección, y de esa manera saber si eventualmente serviría como un marcador predictivo para adelantarse a la situación".
La segunda parte del proyecto prevé estudiar de manera clínica a un grupo de pacientes hospitalizados para conocer el estado de aquellos que tenían baja, moderada o alta carga viral al momento de ser diagnosticados.
Se trata de uno de los 137 proyectos seleccionados en el marco de la convocatoria del "Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19" del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) dados a conocer en junio pasado.
El trabajo propone desarrollar y estandarizar una herramienta que permita conocer la cantidad de partículas virales que tienen las muestras de pacientes positivos, algo que hasta el momento solamente se puede estimar pero no conocer con exactitud.
El investigador del Conicet Martín Abba, coordinador de la propuesta, explicó que "el método convencional que se utiliza para los testeos de hecho tiene el potencial para arrojar información sobre la concentración de virus" y detalló que su idea es "llevar adelante todas las pruebas y las calibraciones necesarias para conseguir que lo haga".
El circuito organizado en que vienen trabajando comenzó a funcionar en abril y, actualmente, procesa un promedio de 80 hisopados por día, lo que suma un total acumulado de 3.500.
El método utilizado para la detección molecular del virus Sars-CoV-2 -causante de la enfermedad-, es el denominado RT-qPCR (Reacción en Cadena Polimerasa cuantitativa, por sus siglas en inglés) y funciona buscando un fragmento del material genético del microorganismo patógeno, en este caso el coronavirus.
Lo que se analiza es un hisopado de las fosas nasales o el fondo de la garganta del paciente con síntomas, y arroja resultados altamente confiables en pocas horas.
"Esta prueba revela ausencia o presencia del virus, pero no determina la carga viral, un dato muy importante que muchas veces los infectólogos piden y que podemos inferir sólo de manera aproximada a través de lo que se conoce como valor de ciclo umbral o valor Ct", describió Abba.
Conocer el número de partículas virales permitiría estudiar la dinámica de la enfermedad, y lograr, por ejemplo, establecer correlaciones entre la cantidad de virus que tiene un paciente y la evolución del cuadro, es decir, si es más o menos severo.
"Más allá de que existe una población vulnerable y dentro de ella ciertos grupos con factores de riesgo, en anteriores epidemias se vio que una infección con carga alta de Sars-CoV podía producir lo que se conoce como tormenta de citoquinas, una reacción del sistema inmunológico que complica mucho el estado de una persona, aunque sea joven y sana", explicó.
El especialista dijo que, "si bien por tratarse de algo nuevo este punto todavía se desconoce en el caso del coronavirus, es necesario estudiar cómo incide ese factor en el progreso de la afección, y de esa manera saber si eventualmente serviría como un marcador predictivo para adelantarse a la situación".
La segunda parte del proyecto prevé estudiar de manera clínica a un grupo de pacientes hospitalizados para conocer el estado de aquellos que tenían baja, moderada o alta carga viral al momento de ser diagnosticados.