Bajo un sol radiante y rodeados de los aplausos de médicos y profesionales de la salud, 22 médicos residentes recibieron sus diplomas tras finalizar las capacitaciones de posgrado en el Hospital municipal Materno Infantil donde justamente hay residencias de la Facultad de Medicina de la UBA con actividad docencia de excelencia.

«Es un momento muy emocionante. Un cierre a tanto esfuerzo y tiempo de capacitación que da comienzo a una tarea tan importante para la sociedad y, en este caso, para nuestro sistema de salud», expresó el intendente Gustavo Posse.

A su lado, el secretario de Salud Pública de San Isidro, Juan Viaggio, subrayó: «Esto es una alegría enorme. Los mejores sistemas de atención en el mundo tienen tres patas: asistencia, investigación y educación. Nosotros cumplimos con estas tres áreas, lo que nos permite tener un sistema cada vez más completo, eficiente y con personal altamente capacitado».

Existe una rigurosa selección de postulantes, quienes luego de intensos años de trabajo hospitalario con la tutoría de sus maestros logran el objetivo que es una formación científica y humanitaria en el abordaje integral de la problemática de sus pacientes.

En San Isidro se estimula fuertemente este régimen de formación entendiendo que el esfuerzo docente y la actualización médica continua, jerarquizan los distintos servicios y redundan en beneficio de los pacientes asistidos.

«Es un día distinto ya que no podemos compartirlo con nuestros familiares pero eso no quita la felicidad de vivir este momento de cierre de etapa y reconocimiento», comentó Tatiana Conde con su diploma en mano.

Con una enorme sonrisa, Adrián Zapata completó: «Estoy muy emocionado por poder cumplir esta meta tan importante que es la formación en pediatría. Es un honor poder dar la mano y ayudar a los que están atravesando alguna dificultad, más en este momento tan particular que estamos viviendo».