Médicos residentes del Hospital Central de San Isidro recibieron su diploma
Sin lugar a dudas, la fiesta fue completa. Por un lado, una nueva camada de residentes del Hospital Central recibió sus diplomas por finalizar las capacitaciones de posgrado. Por el otro, un gran homenaje a la directora del CAPS San Isidro Labrador, Cristina De Piero, por sus 35 años de servicio. Años de distancia, momentos diferentes pero unidos por una misma convicción: ayudar al prójimo.
«Este siempre es un evento muy emotivo pero hoy se vuelve aún más especial. 23 jóvenes que comienzan un camino más que importante para toda la sociedad y la despedida de la doctora De Piero, un ejemplo de esfuerzo y dedicación», expresó el intendente Gustavo Posse, tras entregar los reconocimientos.
El secretario de Salud Pública de San Isidro, Juan Viaggio, comentó: «Estamos muy orgullosos de poder brindar esta formación de calidad que nos permite ampliar nuestro y mejorar nuestro sistema de salud. Para Cristina no tengo más que palabras de agradecimiento. Si bien estaba para jubilarse decidió seguir adelante para afrontar esta pandemia, algo que habla no sólo de su profesionalismo sino de la calidad de persona que es».
Con una enorme sonrisa y las manos llenas de regalos que recibió de sus compañeros de trabajo, Cristina De Piero destacó: «Realmente estoy muy emocionada. Me encanta ver las ganas y el entusiasmo de los nuevos profesionales y poder compartirles mi experiencia. La medicina es una profesión que hay que amarla y me voy con ese sentimiento intacto».
Existe una rigurosa selección de postulantes, quienes luego de intensos años de trabajo hospitalario con la tutoría de sus maestros logran el objetivo que es una formación científica y humanitaria en el abordaje integral de la problemática de sus pacientes.
En San Isidro se estimula fuertemente este régimen de formación entendiendo que el esfuerzo docente y la actualización médica continua, jerarquizan los distintos servicios y redundan en beneficio de los pacientes asistidos.
Con su diploma en mano, María Sol García Liali contó: «Esta es la segunda vez que recibo el diploma. El año pasado como residente de cuarto año egresada y en este caso como jefa de residentes. Termina un ciclo de mucho esfuerzo donde uno no solo se llena de conocimientos sino también de amigos y compromiso».
«Este siempre es un evento muy emotivo pero hoy se vuelve aún más especial. 23 jóvenes que comienzan un camino más que importante para toda la sociedad y la despedida de la doctora De Piero, un ejemplo de esfuerzo y dedicación», expresó el intendente Gustavo Posse, tras entregar los reconocimientos.
El secretario de Salud Pública de San Isidro, Juan Viaggio, comentó: «Estamos muy orgullosos de poder brindar esta formación de calidad que nos permite ampliar nuestro y mejorar nuestro sistema de salud. Para Cristina no tengo más que palabras de agradecimiento. Si bien estaba para jubilarse decidió seguir adelante para afrontar esta pandemia, algo que habla no sólo de su profesionalismo sino de la calidad de persona que es».
Con una enorme sonrisa y las manos llenas de regalos que recibió de sus compañeros de trabajo, Cristina De Piero destacó: «Realmente estoy muy emocionada. Me encanta ver las ganas y el entusiasmo de los nuevos profesionales y poder compartirles mi experiencia. La medicina es una profesión que hay que amarla y me voy con ese sentimiento intacto».
PROGRAMA MÉDICOS RESIDENTES
San Isidro ofrece capacitaciones de posgrado en el Hospital Central y el Materno Infantil, donde justamente hay residencias de la Facultad de Medicina de la UBA con actividad docencia de excelencia.
Existe una rigurosa selección de postulantes, quienes luego de intensos años de trabajo hospitalario con la tutoría de sus maestros logran el objetivo que es una formación científica y humanitaria en el abordaje integral de la problemática de sus pacientes.
En San Isidro se estimula fuertemente este régimen de formación entendiendo que el esfuerzo docente y la actualización médica continua, jerarquizan los distintos servicios y redundan en beneficio de los pacientes asistidos.
Con su diploma en mano, María Sol García Liali contó: «Esta es la segunda vez que recibo el diploma. El año pasado como residente de cuarto año egresada y en este caso como jefa de residentes. Termina un ciclo de mucho esfuerzo donde uno no solo se llena de conocimientos sino también de amigos y compromiso».