La fibrilación auricular (FA) es uno de los tipos de arritmia más frecuentes. Puede aparecer sin generar síntomas o provocar palpitaciones, latidos anormales o rápidos, falta de aire, debilidad o dificultad al ejercitarse, dolor en el pecho, mareos o desmayos, cansancio y confusión.

Una de las consecuencias más graves de la fibrilación auricular es que la sangre no circula adecuadamente y pueden producirse coágulos que tapan arterias en órganos vitales produciendo, por ejemplo, accidentes cerebrovasculares (ACV). Las consecuencias del ACV pueden ser, desde alteraciones neurológicas transitorias a secuelas neurológicas (por ej, parálisis) que causan discapacidad.

Con el objetivo de disminuir el riesgo de que se produzcan coágulos en pacientes con fibrilación auricular, se utilizan medicamentos que vuelven la sangre menos propensa a coagularse. Estos fármacos pueden ser antiagregantes plaquetarios, como la aspirina o el clopidogrel, o anticoaguhttp://www.diplox.com.ar/dipfusionPrototype/generico.php?code=emRuUTBzelUzY1hqemQ3RG13JTNEJTNE&url=aHR0cDovL2J1ZW5hcHJheGlzLmNvbS9hZG1pbi8j&admin=add&id=35970#lantes orales.

Dentro de los anticoagulantes, los de primera generación son el acenocumarol y la warfarina.

Como opción a estos medicamentos de primera generación se encuentran los nuevos anticoagulantes orales que son el rivaroxaban, apixaban y dabigatrán.

La Fundación Cardiológica Argentina se encuentra colaborando con el Ministerio de Salud de la Nación para evaluar qué tipo de anticoagulación es más conveniente en las personas que tienen fibrilación auricular. Dentro de este proceso de evaluación es muy importante la opinión de los pacientes que tienen este tipo de arritmias por lo que te invitamos a expresar la tuya completando una encuesta haciendo click en el siguiente link:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSci1Ss6No6c1SYR03FdXWDNjm9saPGo902GHsyNBRSoOmafgw/viewform