Preocupa que sólo menos de 2 de cada 10 argentinos usen preservativos
Fue en el año 2012 que la organización estadounidense AIDS Healthcare Foundation (AHF) propuso el 13 de febrero como Día Mundial del Condón, en un esfuerzo por reducir la propagación del VIH a través de prácticas sexuales seguras. Desde su inicio en 2009, ha sido una celebración informal celebrada en conjunto con el Día de San Valentín.
Según los resultados arrojados por una investigación que realizó AHF Argentina, sólo el 14,5% de los argentinos utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales, el 65% lo hace solo a veces y el 20,5% nunca. Como si esto fuera poco, recientemente, en el marco de la pandemia por COVID-19, el 61,5% de las personas no tuvo acceso a preservativos de manera gratuita, tanto porque no había disponibilidad en el lugar donde retiran habitualmente o porque no pudieron acercarse al lugar por restricciones de circulación, advierten desde la organización.
«El 51,6% normalmente retiraba en hospitales o centros de salud públicos, lugares que mayoritariamente se enfocaron a la pandemia por COVID-19, perdiendo esfuerzos en otras cuestiones de salud», dijo Natalia Haag, directora de Testeo y Prevención de VIH de AHF Argentina.
Los condones son esenciales para la protección de la salud de las personas durante la pandemia de COVID-19. La organización sin fines de lucro ha establecido en sus recomendaciones al inicio de la misma, priorizar las acciones de prevención del VIH y otras ITS, entre ellas, la continuación de su programa de distribución de condones, cuidando las medidas de sana distancia.
Por su parte, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Coalición Global para la Prevención de VIH, hicieron un llamado mundial al inicio de la pandemia para reconocer que los condones y otros anticonceptivos son productos esenciales, a mantener la producción de condones, a responder a las necesidades de comunidades clave y gente joven y sostener la entrega de los mismos apoyando el distanciamiento social.
«La cuarentena y restricciones debido al COVID-19 han sido una amenaza constante para el acceso a los condones, particularmente en países donde los desabastecimientos y otras barreras ya dificultaban que las personas obtuvieran condones», manifestó Terri Ford, Jefa de Promoción y Política Global de AHF.
En la misma línea, Michael Weinstein, presidente de fundación, aseguró: «Siempre hemos colocado el acceso a los condones en un lugar destacado de nuestra lista de prioridades. El Día Internacional del Condón nos brinda una plataforma para pedir a los gobiernos y las instituciones de salud pública que se aseguren de que las personas tengan las herramientas para protegerse a sí mismas y a sus seres queridos, lo cual es especialmente importante cuando todavía vemos 1,7 millones de nuevas infecciones por el VIH cada año. Eso simplemente no es aceptable cuando tenemos los medios para distribuir condones a personas en todo el mundo para mantenerlas a salvo de enfermedades prevenibles».
«Si se ha reacondicionado y adaptado la atención clínica en muchas instalaciones a los largo de la región para asistir a pacientes con COVID-19, así también, debemos readecuar las políticas de prevención del VIH y del sida así como de todas las ITS, adoptando estrategias de comunicación, promoción de su uso, compra y distribución de preservativos, para que lleguen a quienes lo necesitan», finalizó Guillermina Alaniz, directora de Abogacía de AHF América Latina y El Caribe.
Hay 1,7 millones de nuevas infecciones por VIH anualmente y más de 1 millón de nuevos casos de ITS curables todos los días, según ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud, respectivamente. Un dato inaceptable cuando esas condiciones son cien por ciento prevenibles: los gobiernos y las organizaciones mundiales de salud deben hacer más para garantizar que las personas tengan fácil acceso a condones gratuitos o económicos.
Según datos del último Boletín Epidemiológico de la Dirección de SIDA, ETS, Hepatitis y TBC de la Secretaría de Salud de la Nación, durante los últimos años, en todo el mundo y en especial en América Latina y el Caribe, se ha observado un aumento en la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS), con un claro predominio de la sífilis por sobre las otras.
«Es fundamental que la prevención de ITS en esta población esté basada en consejería sobre conductas de riesgo, medidas de prevención (fundamentalmente el uso adecuado de preservativo), vacunación contra HPV y hepatitis B más tamizaje de laboratorio», aseguran los investigadores en el informe.
«A partir de las respuestas de más de 30.000 personas a las que realizamos la prueba rápida y confidencial de VIH, hemos determinado que sólo el 14,5% utiliza siempre el preservativo, mientras que el 65% lo usa en algunas oportunidades y el 20,5% reconoció no usarlo nunca», informaron.
Sobre la tendencia de poco uso del preservativo, Haag indicó: «Creemos que hay un relaje en torno a las medidas preventivas por el hecho de que el VIH se volvió una infección crónica y ya no algo mortal. La falta de propaganda como política pública sobre la importancia del uso, y la falta de la correcta implementación de la Ley de Educación Sexual Integral también dificultan que a corta edad los adolescentes tomen conciencia sobre el uso del condón e inicien su actividad sexual protegidos».
Según los resultados arrojados por una investigación que realizó AHF Argentina, sólo el 14,5% de los argentinos utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales, el 65% lo hace solo a veces y el 20,5% nunca. Como si esto fuera poco, recientemente, en el marco de la pandemia por COVID-19, el 61,5% de las personas no tuvo acceso a preservativos de manera gratuita, tanto porque no había disponibilidad en el lugar donde retiran habitualmente o porque no pudieron acercarse al lugar por restricciones de circulación, advierten desde la organización.
«El 51,6% normalmente retiraba en hospitales o centros de salud públicos, lugares que mayoritariamente se enfocaron a la pandemia por COVID-19, perdiendo esfuerzos en otras cuestiones de salud», dijo Natalia Haag, directora de Testeo y Prevención de VIH de AHF Argentina.
Los condones son esenciales para la protección de la salud de las personas durante la pandemia de COVID-19. La organización sin fines de lucro ha establecido en sus recomendaciones al inicio de la misma, priorizar las acciones de prevención del VIH y otras ITS, entre ellas, la continuación de su programa de distribución de condones, cuidando las medidas de sana distancia.
Por su parte, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Coalición Global para la Prevención de VIH, hicieron un llamado mundial al inicio de la pandemia para reconocer que los condones y otros anticonceptivos son productos esenciales, a mantener la producción de condones, a responder a las necesidades de comunidades clave y gente joven y sostener la entrega de los mismos apoyando el distanciamiento social.
«La cuarentena y restricciones debido al COVID-19 han sido una amenaza constante para el acceso a los condones, particularmente en países donde los desabastecimientos y otras barreras ya dificultaban que las personas obtuvieran condones», manifestó Terri Ford, Jefa de Promoción y Política Global de AHF.
En la misma línea, Michael Weinstein, presidente de fundación, aseguró: «Siempre hemos colocado el acceso a los condones en un lugar destacado de nuestra lista de prioridades. El Día Internacional del Condón nos brinda una plataforma para pedir a los gobiernos y las instituciones de salud pública que se aseguren de que las personas tengan las herramientas para protegerse a sí mismas y a sus seres queridos, lo cual es especialmente importante cuando todavía vemos 1,7 millones de nuevas infecciones por el VIH cada año. Eso simplemente no es aceptable cuando tenemos los medios para distribuir condones a personas en todo el mundo para mantenerlas a salvo de enfermedades prevenibles».
«Si se ha reacondicionado y adaptado la atención clínica en muchas instalaciones a los largo de la región para asistir a pacientes con COVID-19, así también, debemos readecuar las políticas de prevención del VIH y del sida así como de todas las ITS, adoptando estrategias de comunicación, promoción de su uso, compra y distribución de preservativos, para que lleguen a quienes lo necesitan», finalizó Guillermina Alaniz, directora de Abogacía de AHF América Latina y El Caribe.
En Argentina, más del 98% de las infecciones de transmisión sexual son por no usar protección
Según los resultados arrojados por una investigación que realizó AHF Argentina, sólo el 14,5% de los argentinos utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales, el 65% lo hace solo a veces y el 20,5% nunca. Además, en nuestro país más del 98% de las infecciones se producen por relaciones sexuales sin protección y se estima que 139.000 personas viven con VIH, de las cuales el 17% desconoce su diagnóstico.
Hay 1,7 millones de nuevas infecciones por VIH anualmente y más de 1 millón de nuevos casos de ITS curables todos los días, según ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud, respectivamente. Un dato inaceptable cuando esas condiciones son cien por ciento prevenibles: los gobiernos y las organizaciones mundiales de salud deben hacer más para garantizar que las personas tengan fácil acceso a condones gratuitos o económicos.
Según datos del último Boletín Epidemiológico de la Dirección de SIDA, ETS, Hepatitis y TBC de la Secretaría de Salud de la Nación, durante los últimos años, en todo el mundo y en especial en América Latina y el Caribe, se ha observado un aumento en la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS), con un claro predominio de la sífilis por sobre las otras.
«Es fundamental que la prevención de ITS en esta población esté basada en consejería sobre conductas de riesgo, medidas de prevención (fundamentalmente el uso adecuado de preservativo), vacunación contra HPV y hepatitis B más tamizaje de laboratorio», aseguran los investigadores en el informe.
«A partir de las respuestas de más de 30.000 personas a las que realizamos la prueba rápida y confidencial de VIH, hemos determinado que sólo el 14,5% utiliza siempre el preservativo, mientras que el 65% lo usa en algunas oportunidades y el 20,5% reconoció no usarlo nunca», informaron.
Sobre la tendencia de poco uso del preservativo, Haag indicó: «Creemos que hay un relaje en torno a las medidas preventivas por el hecho de que el VIH se volvió una infección crónica y ya no algo mortal. La falta de propaganda como política pública sobre la importancia del uso, y la falta de la correcta implementación de la Ley de Educación Sexual Integral también dificultan que a corta edad los adolescentes tomen conciencia sobre el uso del condón e inicien su actividad sexual protegidos».