Recomendaciones para reducir el consumo de sal
  
Del 8 al 14 de marzo se conmemora la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal. Este año el lema de la campaña es "Más sabor, Menos sal". La campaña es impulsada por la comunidad internacional y busca promover acciones que reduzcan el consumo de sal en la población, y así proteger la salud cardiovascular.

El consumo excesivo de sal es la principal causa de hipertensión arterial, que puede ocasionar infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y enfermedades renales.

En Argentina, se estima que el consumo de sal duplica la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud, y que la mayor cantidad proviene de los alimentos procesados.

El consumo habitual de sal en exceso es perjudicial para la salud: aumenta la presión arterial a cualquier edad y contribuye a las enfermedades del corazón, principal causa de muerte en la población adulta de nuestro país.

En nuestro país, se estima que el consumo de sal es muy elevado: 10-12 gramos por día; la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda menos de 5 gramos diarios (1 cucharadita). Además, se calcula que la mayor cantidad de sal que consumimos proviene de los alimentos procesados, y no de la que añadimos al cocinar o comer.

Sal y sodio
Muchas veces usamos estos términos indistintamente, pero son diferentes. La sal es un compuesto que abunda en la naturaleza y está formada por el mineral sodio, responsable del sabor salado. Los alimentos naturales (frutas, verduras, legumbres y carnes frescas) aportan pequeñas cantidades de sodio que son las que nuestro organismo necesita para su funcionamiento.

Tipos de sal
La sal (cloruro de sodio) es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. Pero podemos distinguir entre la sal visible, aquella que agregamos al cocinar o servir las comidas en la mesa, y la sal invisible, la que proviene fundamentalmente de alimentos procesados (por ejemplo: fiambres, embutidos, caldos, conservas, etc.), que aportan alrededor del 70% del sodio consumido.

La sal tiene múltiples usos en la elaboración de alimentos: conservar, aportar humedad, textura, color, entre otros. Además de añadirse específicamente como sal, el sodio se incorpora como parte de aditivos, es decir compuestos que cumplen funciones específicas, por ejemplo: leudantes químicos (bicarbonato de sodio), resaltadores del sabor (glutamato de sodio), conservantes (lactato de sodio), etc.

Alimentos con mayor contenido de sal
Los grupos de alimentos que aportan mayor cantidad de sal son: panificados, galletitas, productos de copetín; productos cárnicos; quesos, sopas, caldos, aderezos y conservas. Algunos alimentos contienen elevada cantidad de sal y no son salados, ya que suelen presentar otros ingredientes que enmascaran su sabor.

Busca la etiqueta (mira, compara y elige)
En la tabla nutricional: mira el contenido de sodio por porción, compara con otro producto similar y elige el de menor valor de sodio.
En la lista de ingredientes: identifica si tiene sal añadida y/o algún aditivo con sodio.


Recuerda que el consumo total de sal recomendado es menos de 5 gramos por día! Para calcular la relación sal/sodio, tiene en cuenta que la cantidad de sal es igual a la cantidad de sodio multiplicada por 2.5 (sal = sodio x 2.5).

  • Reduce la sal en casa
  • Modera el consumo de alimentos procesados.
  • Cocina sin sal, y de ser necesario, agregá un poco luego de la cocción.
  • Evita el salero en la mesa, también contribuye a desarrollar un hábito saludable en los niños.
  • Realza el sabor de las comidas con hierbas aromáticas frescas, especias, jugo de limón, ajo, etc.
  • Aumenta el consumo de frutas y verduras.


Ref: ANMAT
 
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