Advierten sobre secuelas cardíacas en recuperados de coronavirus
  
La mayoría de las personas que cursan COVID-19 presentan síntomas leves y se recuperan fácilmente, pero existen casos donde se experimentan síntomas graves que necesitan tratamientos y hasta internaciones. Especialistas del Hospital de Clínicas José de San Martín, alertan sobre las secuelas y hablan de la importancia de realizarse chequeos luego de cursar la enfermedad.

La Dra. Analia Aquieri, (MN 114.729) de la División Cardiología del Hospital de Clínicas, señaló que «se han visto casos de miocarditis por coronavirus en pacientes que tuvieron que ser hospitalizados por cuadros moderados o graves de la enfermedad, se estima que alrededor del 30% de las personas en el mundo presentan complicaciones una vez superada esta afección».

Estas complicaciones en el miocardio principalmente producen aumento en la posibilidad de arritmias y también aumento en la mortalidad según estudios realizados. «Dichas secuelas pueden ser diagnosticadas mediante el dosaje en sangre venosa de troponina que demuestra el daño causado en el corazón. Existen otros estudios por imágenes como el ecocardiograma que pueden poner en evidencia del daño y suelen tener disponibilidad las instituciones médicas para realizarlo», señaló la especialista.

En nuestro país esos números son sensiblemente menores: el 15% de los pacientes que tuvieron covid tuvieron alguna complicación cardíaca. Según un registro de la Sociedad Argentina de Cardiología sobre 2.750 pacientes que fueron atendidos en 50 centros hospitalarios públicos y privados de Argentina. Este relevamiento se hizo durante la primera ola de la pandemia en nuestro país, durante 2020.

Es importante remarcar la similitud de los síntomas dados por el coronavirus propiamente dicho y aquellos producidos por el compromiso miocárdico por el virus, entre ellos se destacan la disnea o falta de aire, el dolor de pecho, el decaimiento y desgano. Es importante descartar entonces en estos pacientes la miocarditis a través de los estudios antes mencionados. De confirmarse el diagnóstico, el paciente debería recibir un cuidado y seguimiento más estrecho.

Podemos dividir a los pacientes en dos grandes grupos; aquellos que cursaron una enfermedad leve, que no requirió internación, en ellos un interrogatorio de los síntomas, un examen físico completo, un electrocardiograma, un ecocardiograma doppler y una prueba de esfuerzo gradual, son suficientes para evaluar las posibles complicaciones cardiológicas y si no existieran, se podría autorizar el reinicio de la actividad física.

«Por otro lado quienes cursaron la enfermedad moderada o grave, que requirieron hospitalización, y se les diagnóstico miocarditis, hepatopatía, daño renal, neuropatía, que hayan requerido asistencia respiratoria prolongada durante la internación, no se recomienda iniciar actividad física pero si rehabilitación cardiopulmonar y un control profesional cada 3 meses», recomendó la profesional.

«Es importante remarcar la presencia del compromiso miocárdico reportado en más de mil casos como efecto adverso en aquellos que recibieron las vacunas ARNm específicamente Moderna, BioNThech y Pfizer. Reportes hechos en EEUU, ponen en evidencia la presencia de miocarditis principalmente en adolescentes masculinos y jóvenes de más de 16 años que habían recibido hacía varios días su segunda dosis de estas vacunas. No se conoce con claridad el mecanismo por el cual se produce este evento, pero el compromiso de los pacientes fue leve y presentaron la mayoría de ellos una recuperación completa a los 15 días de iniciado el cuadro», afirmó la Dra. Aquieri.

Es frecuente ver arritmias ventriculares de bajo riesgo, en los electrocardiogramas de pacientes que han presentado COVID-19, que se encuentran asintomáticos y que no requieren tratamiento para ello. «Pero se debe considerar y descartar el compromiso miocárdico, enfatizando en la realización de un adecuado interrogatorio y examen físico a nuestros pacientes y así decidir a quién indicar los estudios específicos y a quien no. Recordar que el inicio de la actividad física en ellos, debe ser supervisada y evaluada según las condiciones clínicas, para evitar el desarrollo de complicaciones graves que pueden llevar a nuestro paciente a la muerte. Ejemplo de ello es el jugador de fútbol europeo que luego de haberse recuperado de COVID-19, en el medio de un partido de fútbol, cae desplomado en el campo de juego, requiriendo cardioversión eléctrica para su reanimación cardiopulmonar. Se piensa que pudo existir compromiso miocárdico, no evidenciado durante la enfermedad, que facilitó la presencia de la arritmia ventricular fatal. Debemos evitar ese riesgo en nuestros pacientes, ya que tenemos todas las herramientas para hacerlo», finalizó la Dra. Analía Aquieri.
 
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