Una terapia combinada reduce a la mitad el riesgo de infarto e ictus
  
Consistente en ácido acetilsalicílico, estatinas y al menos dos antihipertensivos, sus mayores beneficios se observan en personas de edad avanzada, según un nuevo estudio canadiense.


Una terapia combinada de ácido acetilsalicílico y al menos dos antihipertensivos, administrada en dosis fijas, puede reducir a más de la mitad el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares mortales, según concluyó un estudio internacional dirigido por investigadores de Hamilton Health Sciences (Canadá).

Las terapias combinadas de dosis fijas se examinaron con y sin ácido acetilsalicílico frente a grupos en un análisis combinado de más de 18.000 pacientes sin enfermedad cardiovascular previa de tres grandes ensayos clínicos. Las terapias combinadas de dosis fijas con ácido acetilsalicílico redujeron el riesgo de infarto de miocardio en un 53%, de ictus en un 51% y de muerte por causas cardiovasculares en un 49%.

"Esta combinación, ya sea administrada por separado o combinada en forma de polipíldora, reduce sustancialmente los episodios cardiovasculares mortales y no mortales", afirmó el autor principal, Philip Joseph.

"Los mayores efectos -añadió- se observan con los tratamientos que incluyen agentes antihipertensivos, una estatina y ácido acetilsalicílico juntos, que pueden reducir los episodios cardiovasculares mortales y no mortales en aproximadamente la mitad. Los beneficios son consistentes en diferentes niveles de presión arterial, niveles de colesterol y con o sin diabetes, pero los mayores beneficios pueden observarse en las personas mayores".

Joseph es el primer autor del estudio de este metaanálisis, que cuenta con Salim Yusuf, como autor e investigador principal.

El estudio, que ha contado con investigadores de 13 países y con participantes de 26 países, se publica en The Lancet y se presentó en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología.

Anteriormente se pensaba que las estrategias de tratamiento con terapias combinadas de dosis fijas ensayadas por los investigadores reducían sustancialmente los episodios de enfermedad cardiovascular y se bautizaron como "polipíldoras" cuando se utilizaban en una fórmula farmacológica de un solo comprimido, pero hasta los dos últimos años no se han podido demostrar sus beneficios.

El concepto de píldora combinada se propuso por primera vez hace exactamente 20 años como estrategia para reducir sustancialmente las enfermedades cardiovasculares en la población y también en quienes ya habían sufrido un infarto o un ictus.

Los primeros ensayos demostraron una mayor adherencia de los pacientes a los regímenes de tratamiento y un mejor control de los factores de riesgo con una polipíldora, en comparación con el uso de fármacos únicos, la atención habitual o los placebos.

"Estos resultados son enormes, y su uso generalizado puede evitar que entre 5 y 10 millones de personas sufran un ictus o un infarto de miocardio o mueran por estas afecciones cada año -declaró Yusuf-. Podría ver un futuro con el desarrollo de una polipíldora más fuerte en el que podríamos ver una reducción de las enfermedades cardiovasculares en un 65 o 70% en todo el mundo y que llevaría a beneficios aún mayores. "Dado que todos los componentes de la polipíldora son genéricos y de bajo coste, las polipíldoras pueden suministrarse a la gente a un coste modesto y es probable que sean muy rentables".

Los investigadores obtuvieron sus conclusiones a partir de la combinación de los datos de tres grandes estudios sobre un total de 18.000 personas a las que se hizo un seguimiento durante unos 5 años, entre ellos, el Estudio Internacional de Polipíldoras (TIPS)-3, el estudio de Evaluación de la Prevención de Resultados Cardiacos (HOPE)-3 y el Ensayo PolyIran.


Ref: Lancet
 
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