COVID-19: ¿Puede la vacuna causar raros casos de trombosis?
  
Aunque está comprobado que todas las vacunas son efectivas y seguras, en algunos países se está presentado un nuevo síndrome de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacunas (VITT) y ha surgido como un efecto secundario poco común de la vacunación contra COVID-19.

El fenómeno ocurre entre los 4 y 24 días post vacunación y es más frecuente en personas jóvenes, de sexo femenino y que no presentan antecedentes de trombosis o trombofilia. La Dra. Ester Rosenfeld (MP 36024 / MN 55749), hematóloga de DIM Centros de Salud, explica el porqué de esta situación.

La trombosis es el proceso de formación de un coágulo de sangre, también conocido como trombo, en un vaso sanguíneo. Este coágulo puede bloquear u obstruir el flujo sanguíneo en el área afectada, así como causar complicaciones graves si el coágulo se mueve a una parte crucial del sistema circulatorio, como el cerebro o los pulmones.

«La trombosis post vacunación luego de la inmunización contra el SARS-COV-2, es un raro fenómeno que presenta plaquetopenia y trombosis en sitios inusuales, con una mortalidad entre 20-40 % de los casos. El fenómeno trombótico parece ser semejante al que ocurre con el uso de la heparina sódica», explicó la Dra. Ester Rosenfeld.

La hematóloga aclaró que esto constituye un nuevo fenómeno denominado "trombocitopenia trombótica inmune inducida por vacuna", que ha surgido como un efecto secundario poco común tras la vacunación. «La trombosis se caracteriza por asociarse a una caída del recuento plaquetario que puede llegar a 20-30.000/ mm. Esto se debe a que existiría una activación plaquetaria mediada por anticuerpos IGG, dirigidos contra el Factor IV plaquetario, la plaqueta una vez activada se deposita en el endotelio vascular y genera la trombosis. En el laboratorio se observa elevación del Dimero D, hay consumo y por lo tanto los factores de coagulación disminuyen, y el número de plaquetas baja por debajo de 150.000/mm».

Los síntomas suelen ocurrir en los senos cerebrales y en el territorio esplácnico entre los 4 y 24 días post vacunación. Puede tratarse de casos graves, incluso con un 40% de mortalidad y por lo general suele ocurrir en pacientes femeninas jóvenes que no presentan antecedentes de trombosis o trombofilia. «La clínica de presentación puede ser similar al de cualquier evento trombótico, incluso las secuelas de los mismos. La prueba confirmatoria se obtiene por el dosaje de anticuerpos contra el Factor IV de las plaquetas, a través del método ELISA», advirtió la especialista.

Asimismo, la especialista de DIM Centros de Salud informó que las vacunas que mayormente pueden generar este tipo de episodios en los pacientes son AstraZeneca y Johnson & Johnson. «Ambas vacunas comparten la misma base viral recombinante de adenovirus tipo26 de chimpancé, no replicativo. Con las otras vacunas usadas en Argentina Sputnik V y Sinopharm no se han registrado episodios de trombosis, y tampoco con las de Pfizer y Moderna».

Es importante señalar que la incidencia de estos episodios no se conoce exactamente, pero en Alemania se estima que ocurre en 1 de cada 100.000 personas vacunadas. En la Argentina no se ha detectado ningún caso de trombosis hasta el momento. «Todas estas vacunas reducen el riesgo de mortalidad por COVID-19. El tratamiento incluye anticoagulación, infusión de inmunoglobulina endovenosa y corticoides para bloquear la respuesta inmune. No se recomienda la transfusión de plaquetas. La fisiopatología trombótica descripta para estas vacunas no se relaciona con los antecedentes de trombofilia o trombosis ocurridas previamente. Esta es una entidad inmunológica cuyo gatillo está en el vector viral, por lo cual pacientes anticoagulados por trombosis previas o portadores de trombofilia pueden vacunarse», concluyó.
 
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