El diagnóstico es el mejor aliado para detectar el cáncer de mama a tiempo
La mamografía permite ver lo que aún no se palpa y detectar la enfermedad en una fase asintomática. Ante la confirmación del caso, es posible encontrar distintas vías de expresión para gestionar las emociones asociadas con la noticia.
El autoexamen para detectar irregularidades en las mamas no alcanza. No debe reemplazar al estudio realizado por un especialista ni a la mamografía. «El autoexamen permite detectar cambios tales como bultos, retracciones, asimetrías, cambios en la piel y el pezón, enrojecimiento, aumento de tamaño de ganglios axilares y secreción por pezón entre otros», expresa la Dra. Luciana D'Angelo (M.N. 144.014), cirujana general, especialista en mastología de Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC).
Para ella, «el autoexamen es una herramienta útil especialmente si se la complementa con la mamografía para detección de carcinomas mamarios. El conocer nuestras mamas, va a permitir detectar cualquier mínima alteración y realizar la consulta precozmente».
Mamografía: paso a paso
Lo que se solicita previamente al estudio, es no aplicar desodorantes ni talcos en mamas ni axilas para que la zona esté lo más limpia posible. El procedimiento, que implica la compresión de las mamas, consiste en la realización de cuatro placas o, en el caso de quienes tengan prótesis, seis.
«El tema del dolor es muy subjetivo. Es altamente tolerable y la compresión dura segundos, no es que está comprimida un minuto completo. Para nosotras a mayor compresión, mejor es la precisión del estudio y menos dosis de radiación va a recibir la persona», explica Ana Laura González (M.N. 24.89), técnica en diagnóstico por imagen de LALCEC. La dosis de radiación que se utiliza en la mamografía, al ser un tejido poco denso, es muy baja y no puede generar daños a la paciente en otros órganos.
El estudio suele durar, incluyendo las preguntas básicas para la historia clínica, como máximo 20 minutos.
«Otros chequeos que permiten obtener un diagnóstico temprano son la ecografía mamaría, el examen físico y, en algunos casos, la resonancia de mama», detalla el Dr. Carlos Silva (MN: 62.549), médico especialista en oncología y coordinador del área psicosocial de LALCEC. Siempre es fundamental realizar una consulta personalizada con un profesional.
El rol de la psicooncología
Es el campo de intervención interdisciplinario que se ocupa de los aspectos psicosociales asociados al diagnóstico y el tratamiento del cáncer en el paciente, sus familiares, cuidadores y equipos de salud, así como de las conductas que afectan el afrontamiento del proceso.
«La psicooncología puede acompañar el momento de la recepción del diagnóstico, para gestionar las emociones asociadas con la noticia, el impacto, así como también facilitar la adaptación al proceso que continúa el inicio del tratamiento, cirugías, cambios en imagen corporal, licencia laboral, cambios en dinámica familiar, etcétera», expone la Lic. María Fernanda Montaña (M.N. 33.687), psicóloga con formación en psicooncología y coordinadora del área psicosocial de LALCEC y continúa: «La psicooncología puede ser un espacio para registrar lo que ocurre en términos de lo psíquico y emocional, distinguir recursos efectivos y prevenir procesos desadaptativos cuando los cambios resultan difíciles. También puede dar espacio para pensar la adversidad, facilitar el desarrollo de resiliencia, entendiendo que también podemos generar crecimiento personal, aún en lo no elegido o difícil».
Es importante saber que no resulta necesario cambiar a las emociones por otras. «Escuchar nuestras necesidades, deseos y preocupaciones para pensar qué hacer con ello. Quizá motiven una decisión a tomar o un cambio por hacer, a eso llamamos gestionar los procesos psíquicos y emocionales. Es como registrar una incomodidad y poder pensar qué sería aquello que puede aliviarlo. De la misma forma, registrar los factores de alivio para poder ofrecernos ese recurso más seguido», plantea la experta.
Otros recursos que pueden resultar útiles son:
⚫ Buscar ayuda en caso de encontrar dificultad para adaptarse a los cambios, sabiendo también que la adaptación es un proceso.
⚫ Ubicar recursos para afrontar situaciones. Identificar eventos del pasado donde hubo que afrontar alguna dificultad. Recordar las herramientas que fueron útiles.
⚫ Realizar actividades que den placer y satisfacción.
⚫ Tener un registro para anotar preguntas para el médico, estados emocionales, teléfonos y pegar etiquetas que recuerden algún momento importante del proceso, puede ser un buen ordenador y, a su vez, un recurso para administrar el autocuidado.
⚫ Identificar aquellos elementos que le dan sentido a la vida: eso que funciona como motor para vivir puede ser un muy buen combustible.