La lepra es una enfermedad antigua (1890) y a lo largo de la historia quienes padecen de esta enfermedad han sido condenados y discriminados por las comunidades donde viven. Bajo la campaña Unidos por la Dignidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) honra las experiencias vividas por las personas que han sufrido de lepra e invita a crear conciencia sobre la enfermedad y pedir el fin del estigma y la discriminación.
Especialistas de DIM Centros de Salud advierten que las personas no pueden adquirir lepra por contactos casuales con personas que padecen la enfermedad.

Hay muchas personas que piensan que la lepra es una enfermedad del pasado, sin embargo, en algunos países de América del Sur, Asia y África prevalece. Según la OMS, alrededor de 200.000 personas en todo el mundo son diagnosticadas con lepra cada año debido a la falta de acceso a la atención médica y al estigma que rodea su padecimiento. Hoy es fácilmente curable si es tratada a tiempo.

También conocida como enfermedad de Hansen, la lepra es una enfermedad levemente infecciosa. «Es una infección causada por una bacteria llamada Mycobacterium leprae, la cual afecta la piel, los nervios, los ojos y los bordes de la nariz. En los estadios tempranos la enfermedad puede ser curada. Sin embargo, si no es tratada a tiempo, el daño en los nervios de manos y pies pueden provocar parálisis y la afectación de los ojos, e incluso ceguera. La afectación es progresiva, y en etapas avanzadas los tratamientos antibióticos ya no son efectivos. El cuerpo puede sufrir deformaciones graves y mutilaciones por las lesiones», explicó la Dra. Silvina Ivalo, Infectóloga de DIM CENTROS DE SALUD (MN 86191 / MP 444316).

El procedimiento indicado, se basa en una terapia multidrogas. «El tratamiento efectivo debe administrarse lo más tempranamente posible, por lo que el diagnóstico precoz es fundamental en esta enfermedad. La terapia actual consiste en el uso de 2 o 3 antibióticos usados al mismo tiempo».

Los síntomas que afectan principalmente a la piel, los nervios y las mucosas son:

✔ Lesión grande y descolorida en el tórax
✔ Manchas de piel descoloridas, generalmente planas, indoloras
✔ Nódulos
✔ Úlceras no dolorosas en las plantas de los pies
✔ Hinchazón o bultos indoloros en la cara o los lóbulos de las orejas
✔ Pérdida de cejas o pestañas.

También podría aparecer:

✔ Entumecimiento de las áreas afectadas de la piel
✔ Debilidad muscular o parálisis (especialmente en las manos y los pies)
✔ Problemas oculares que pueden provocar ceguera (cuando los nervios faciales están afectados)
✔ Manchas rojizo-oscuras en el tórax que son indoloras
✔ Pérdida de tejido en el ala de la nariz
✔ Hemorragia nasal
✔ Pérdida de sensibilidad en los dedos de las manos y/o pies
✔ Debilidad muscular y parálisis (especialmente de manos y pies)
✔ Engrosamiento de los nervios (especialmente alrededor de las rodillas y a los costados del cuello).

La enfermedad de Hansen afecta principalmente a personas en países de recursos limitados, especialmente a aquellos que viven en condiciones de hacinamiento. «La población más afectada son los varones adultos jóvenes y de edad media de 40 años. Aquellas personas que trabajan en tareas rurales presentan más frecuentemente esta condición en comparación con las que viven en zonas urbanizadas», indicó la especialista

Hay muchas creencias falsas y mitos sobre las causas de la lepra. Para que la enfermedad se transmita, una persona necesita tener un contacto prolongado con alguien que sea infeccioso. «No se sabe exactamente cómo se transmite la enfermedad de Hansen entre las personas. Los científicos piensan que podría ser a través de las micro-gotitas que una persona con la enfermedad de Hansen elimina con la tos o el estornudo, y así infectar a una persona sana. Lo más importante que sí se conoce es que se necesita un contacto cercano y prolongado por meses con una persona infectada y sin tratamiento para adquirir la enfermedad. Las personas no podemos adquirir lepra por contactos casuales con personas infectadas si las abrazamos o les damos la mano, nos sentamos al lado de ellas en una sala de espera, en un transporte o nos sentamos en la misma mesa a compartir una comida», concluyó la Dra. Ivalo.