Nuevo estudio confirma que la infección por COVID-19 es menos grave en personas totalmente vacunadas
Las vacunas salvan vidas y cada vez más estudios lo confirman. Una nueva investigación demostró que las personas completamente vacunadas que contraen la infección por coronavirus tienen síntomas más leves que aquellas que no están vacunadas o solo parcialmente vacunadas.
Tanto la experiencia clínica como las tomografías computarizadas sugieren que la vacunación completa contra el SARS-CoV-2 protege fuertemente contra la enfermedad grave, según un nuevo estudio publicado en la revista Radiology.
El número de casos positivos de COVID-19 en todo el mundo supera ya los 380 millones, con una tasa de mortalidad global de aproximadamente el 2%. Y las vacunas contra el COVID-19 son herramientas eficaces y fundamentales para controlar la pandemia, aunque no son 100% efectivas para prevenir la enfermedad.
Las reinfecciones crecen en todo el mundo tras la irrupción de la variante Ómicron altamente transmisible. Por lo tanto, es importante saber cómo la vacunación mitiga no solo la gravedad de la enfermedad de COVID-19, sino que también esto se registra en los datos clínicos y los resultados de imágenes médicas.
«Aunque el riesgo de infección es mucho menor entre los individuos vacunados y la vacunación reduce la gravedad de la enfermedad, no se han comunicado en detalle los datos clínicos y de imagen de las infecciones por COVID-19», apuntó el autor principal del estudio, Yeon Joo Jeong, del Departamento de Radiología y del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital de la Universidad Nacional de Pusan, en Busan (Corea del Sur).
«El objetivo de este estudio era documentar las características clínicas y de imagen de las infecciones por COVID-19 y compararlas con las de las infecciones en pacientes no vacunados», añadió.
Los investigadores analizaron información de pacientes adultos registrados en un banco de datos abierto para casos positivos (la Cohorte Coreana de Imágenes para COVID-19), entre junio y agosto de 2021.
Los pacientes hospitalizados con radiografías de tórax de referencia se dividieron en tres grupos, según su estado de vacunación. Los investigadores evaluaron las diferencias entre las características clínicas y de imagen, y analizaron las asociaciones entre el estado de vacunación y los resultados clínicos.
De los 761 pacientes hospitalizados con COVID-19, la edad media era de 47 años y 385 (51%) eran mujeres. Cuarenta y siete pacientes (6,2%) estaban totalmente vacunados, 127 estaban parcialmente vacunados (17%) y 587 (77%) no estaban vacunados. Se realizaron tomografías computarizadas de tórax a 412 (54%) de los pacientes durante la hospitalización.
De los pacientes sometidos a estos estudios por imágenes, la proporción sin neumonía fue del 22% (71/326) de los pacientes no vacunados, del 30% (19/64) de los pacientes parcialmente vacunados y del 59% (13/22) de los pacientes totalmente vacunados. El estado de vacunación completa se asoció a un menor riesgo de requerir oxígeno suplementario que el estado de no vacunación, así como a un menor riesgo de ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Los resultados también mostraron asociaciones entre el riesgo de enfermedad grave y características clínicas como una mayor edad, antecedentes de diabetes, linfocitopenia, trombocitopenia, LDH (lactato deshidrogenasa) elevada y PCR (proteína C reactiva) elevada. Cabe destacar que la edad también resultó ser un importante factor de predicción de una enfermedad más grave en los pacientes con COVID-19, incluso en aquellos con una infección avanzada.
Los investigadores señalan que las diferencias observadas en las características clínicas pueden reflejar diferencias en las prioridades de vacunación en función de las comorbilidades subyacentes.
Durante el periodo de estudio, los grupos de alto riesgo, como las personas mayores de 65 años, los trabajadores sanitarios y las personas con discapacidades fueron objetivos prioritarios de la vacunación contra la COVID-19. Por lo tanto, los pacientes de edad avanzada y los pacientes con al menos una comorbilidad fueron más comunes en el grupo vacunado que en el grupo no vacunado en el estudio.
«A pesar de estas diferencias, la necesidad de ventilación mecánica y la muerte intrahospitalaria sólo se produjeron en el grupo no vacunado. Además, tras ajustar las características clínicas de partida, el análisis demostró que los pacientes totalmente vacunados tenían un riesgo significativamente menor de necesitar oxígeno suplementario y de ingresar en la UCI que los no vacunados», explicaron los investigadores
Aunque se necesitarán investigaciones adicionales a medida que surjan diferentes variantes, este estudio demostró la eficacia clínica de la vacunación contra la COVID-19 en las reinfecciones por SARS-CoV-2.
Tanto la experiencia clínica como las tomografías computarizadas sugieren que la vacunación completa contra el SARS-CoV-2 protege fuertemente contra la enfermedad grave, según un nuevo estudio publicado en la revista Radiology.
El número de casos positivos de COVID-19 en todo el mundo supera ya los 380 millones, con una tasa de mortalidad global de aproximadamente el 2%. Y las vacunas contra el COVID-19 son herramientas eficaces y fundamentales para controlar la pandemia, aunque no son 100% efectivas para prevenir la enfermedad.
Las reinfecciones crecen en todo el mundo tras la irrupción de la variante Ómicron altamente transmisible. Por lo tanto, es importante saber cómo la vacunación mitiga no solo la gravedad de la enfermedad de COVID-19, sino que también esto se registra en los datos clínicos y los resultados de imágenes médicas.
«Aunque el riesgo de infección es mucho menor entre los individuos vacunados y la vacunación reduce la gravedad de la enfermedad, no se han comunicado en detalle los datos clínicos y de imagen de las infecciones por COVID-19», apuntó el autor principal del estudio, Yeon Joo Jeong, del Departamento de Radiología y del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital de la Universidad Nacional de Pusan, en Busan (Corea del Sur).
«El objetivo de este estudio era documentar las características clínicas y de imagen de las infecciones por COVID-19 y compararlas con las de las infecciones en pacientes no vacunados», añadió.
Los investigadores analizaron información de pacientes adultos registrados en un banco de datos abierto para casos positivos (la Cohorte Coreana de Imágenes para COVID-19), entre junio y agosto de 2021.
Los pacientes hospitalizados con radiografías de tórax de referencia se dividieron en tres grupos, según su estado de vacunación. Los investigadores evaluaron las diferencias entre las características clínicas y de imagen, y analizaron las asociaciones entre el estado de vacunación y los resultados clínicos.
De los 761 pacientes hospitalizados con COVID-19, la edad media era de 47 años y 385 (51%) eran mujeres. Cuarenta y siete pacientes (6,2%) estaban totalmente vacunados, 127 estaban parcialmente vacunados (17%) y 587 (77%) no estaban vacunados. Se realizaron tomografías computarizadas de tórax a 412 (54%) de los pacientes durante la hospitalización.
De los pacientes sometidos a estos estudios por imágenes, la proporción sin neumonía fue del 22% (71/326) de los pacientes no vacunados, del 30% (19/64) de los pacientes parcialmente vacunados y del 59% (13/22) de los pacientes totalmente vacunados. El estado de vacunación completa se asoció a un menor riesgo de requerir oxígeno suplementario que el estado de no vacunación, así como a un menor riesgo de ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Los resultados también mostraron asociaciones entre el riesgo de enfermedad grave y características clínicas como una mayor edad, antecedentes de diabetes, linfocitopenia, trombocitopenia, LDH (lactato deshidrogenasa) elevada y PCR (proteína C reactiva) elevada. Cabe destacar que la edad también resultó ser un importante factor de predicción de una enfermedad más grave en los pacientes con COVID-19, incluso en aquellos con una infección avanzada.
Los investigadores señalan que las diferencias observadas en las características clínicas pueden reflejar diferencias en las prioridades de vacunación en función de las comorbilidades subyacentes.
Durante el periodo de estudio, los grupos de alto riesgo, como las personas mayores de 65 años, los trabajadores sanitarios y las personas con discapacidades fueron objetivos prioritarios de la vacunación contra la COVID-19. Por lo tanto, los pacientes de edad avanzada y los pacientes con al menos una comorbilidad fueron más comunes en el grupo vacunado que en el grupo no vacunado en el estudio.
«A pesar de estas diferencias, la necesidad de ventilación mecánica y la muerte intrahospitalaria sólo se produjeron en el grupo no vacunado. Además, tras ajustar las características clínicas de partida, el análisis demostró que los pacientes totalmente vacunados tenían un riesgo significativamente menor de necesitar oxígeno suplementario y de ingresar en la UCI que los no vacunados», explicaron los investigadores
Aunque se necesitarán investigaciones adicionales a medida que surjan diferentes variantes, este estudio demostró la eficacia clínica de la vacunación contra la COVID-19 en las reinfecciones por SARS-CoV-2.