La importancia de concientizar sobre las enfermedades renales pediátricas para lograr una mejor atención
  
Desde el 2006 todos los segundos jueves de marzo se celebra el Día Mundial del Riñón con el fin de concientizar sobre la importancia de la salud renal y para reducir la frecuencia y el impacto de la enfermedad renal y sus problemas asociados de salud.

Existen muchas enfermedades que afectan a los riñones, algunas congénitas y otras adquiridas. La enfermedad renal se puede prevenir y su progresión se puede retrasar con el acceso apropiado a diagnósticos básicos y tratamiento temprano.

En los últimos años, desde la Sociedad Internacional de Nefrología - ISN de sus siglas en inglés- se ha hecho foco en concientizar desde los efectos nocivos de la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad sobre la salud renal, hasta fijar la atención en grupos humanos como los ancianos, niños, niñas y mujeres. En 2020 se dirigió a la prevención y el acceso equitativo a la atención y el último año se enfocó en la calidad de vida en los enfermos renales crónicos.

«Este año la meta es impulsar que se reduzca la brecha de conocimiento para lograr una mejor atención de la enfermedad renal ya que existe un continuo y persistente desconocimiento de la enfermedad renal crónica (ERC)», precisó la Dra. Marta Adragna, jefa del servicio de Nefrología del Hospital Garrahan.

Y agregó: «Es importante producir mayor divulgación para que la comunidad incorpore la noción de salud renal para entender cómo funcionan sus riñones, cómo se pueden dañar y cuáles son las conductas saludables y las pautas de alarma para consultar».

Es por esto que desde la campaña del Día Mundial del Riñón se promueve la continuidad de la formación de las y los profesionales de la salud para lograr una detección temprana de la patología renal y así lograr una derivación oportuna al especialista para seguimiento de las y los pacientes.

«Estos grupos de riesgo no sólo involucran las patología nefrológicas clásicas como las malformaciones estructurales de los riñones y las vías urinarias, como los monorrenos, urópatas y aquellos afectados por el Síndrome Urémico Hemolítico, sino también los pacientes con cardiopatías congénitas, prematuros y bajo peso al nacimiento, hipertensos, obesos, diabéticos y aquellos con antecedentes de episodios de fallo renal agudo», resaltó la Dra. Adragna.

Y remarcó: «Los tomadores de decisiones deben incorporar en un lugar preponderante en sus agendas a la ERC que es una amenaza mundial para la salud pública, tan importante como la enfermedad cardiovascular, el cáncer, la diabetes, y la EPOC».

El Día Mundial del Riñón en el Garrahan
Desde 2016 el servicio de Nefrología, junto con otros espacios como el Área de Alimentación incorporaron esta celebración activamente mediante actividades educativas y lúdicas con la comunidad en forma presencial en el hall del hospital y de forma virtual por medio de videos y material escrito debido a los años transitados con la pandemia de COVID-19.

«Desde hace casi 35 años, el servicio de Nefrología ha intervenido mediante interconsultas presenciales y a distancia, clases, escritos, webinars, talleres y participaciones en eventos de sociedades científicas, a la capacitación de los profesionales de la Salud: pediatras, especialistas pediátricos, nutricionistas, bioquímicos y microbiólogos. También, a nivel del Ministerio de Salud de la Nación, estamos participando de las nuevas guías de información sobre Enfermedad Renal en el Primer Nivel de Atención (PNA)», resaltó Adragna.

Uno de los pilares de la prevención: la alimentación saludable
Desde el Área de Alimentación recalcan que una alimentación y estilo de vida saludables ayudan a mantener una buena salud renal en personas sanas y sobre todo en pacientes con ERC para permitir preservar la función renal por más tiempo, mantener un adecuado estado nutricional y disminuir el riesgo de complicaciones.

Esto incluye el aumentar el consumo de frutas y verduras, asegurar una ingesta adecuada de líquidos, moderar el consumo de azúcares y disminuir el consumo de sodio.

«Las nutricionistas realizamos la atención del paciente con enfermedad renal, tanto en el ámbito ambulatorio como en el paciente internado. Su educación y la de sus cuidadores tiene como finalidad empoderarlos y así lograr resultados de salud y objetivos de vida que sean significativos», la Lic. Carina Brenna, nutricionista del Área de Alimentación.

Desde el Área de Alimentación del Hospital Garrahan se incorporó a la atención, la consejería a través de talleres presenciales o virtuales dirigidos a las y los pacientes y sus familias. También una cocina escuela y material didáctico para abordar los diferentes tópicos con la finalidad de brindar conocimientos, y herramientas prácticas, desde la compra de los alimentos y formas de preparación hasta comensalidad para lograr una mejor adherencia al tratamiento.
 
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