Los selfies ofrecen una visión distorsionada a quienes piensan en la cirugía plástica
  
Una visión poco favorecedora en un selfie realizado con el teléfono móvil puede provocar que algunas personas piensen en someterse a una rinoplastia u otros procedimientos de cirugía estética. Sin embargo, las fotos realizadas con el móvil no siempre proporcionan una imagen real, ya que los selfies introducen distorsiones medibles en el tamaño y la percepción de los rasgos faciales, según un estudio publicado en Plastic and Reconstructive Surgery.

En particular, la nariz parece más larga y ancha en los selfies que en las fotografías clínicas estándar, según el estudio realizado por el Dr. Bardia Amirlak y colegas del Centro Médico UT Southwestern de Dallas (Estados Unidos). "Con la creciente popularidad de las fotografías frontales de los teléfonos inteligentes, estos datos permiten una conversación más precisa entre el cirujano y el paciente", escribieron los investigadores.

Los selfies y las redes sociales han contribuido a un aumento del interés por los procedimientos de cirugía plástica estética. "Se ha observado una relación entre el aumento de los selfies y el incremento de las solicitudes de rinoplastia, sobre todo entre las personas más jóvenes", escribieron el Dr. Amirlak y coautores. La rinoplastia es el procedimiento cosmético más frecuente, con más de 352.000 procedimientos realizados en 2020 en Estados Unidos.

El nuevo estudio evaluó cómo los selfies afectan a la apariencia de los rasgos faciales. Treinta voluntarios se sentaron para una serie de tres fotografías estándar. Dos fotos se tomaron con la cámara frontal de un teléfono móvil a distancias de 12 y 18 pulgadas, lo que aproxima los efectos de tomarse un selfie con el codo doblado (12 pulgadas) o a la distancia del brazo con la muñeca doblada (18 pulgadas).

La tercera foto se tomó con una cámara digital réflex de lente única a una distancia de 1,5 metros. Estas fotografías clínicas estandarizadas son una parte importante de la discusión de los objetivos y resultados esperados entre los pacientes y los cirujanos plásticos. Todas las fotos se tomaron en la misma sesión, en condiciones de iluminación estándar.

Los investigadores compararon la medición de los puntos de referencia faciales (nariz, labio, barbilla y anchura de la cara) entre las tres fotografías, con el objetivo de evaluar las distorsiones introducidas por los selfies simulados. Los pacientes también rellenaron un cuestionario en el que calificaban su satisfacción con su aspecto en los selfies de 12 pulgadas y en las fotografías clínicas.

Los resultados mostraron distorsiones significativas en las fotos frontales del móvil. Por término medio, la nariz parecía un 6,4% más larga en los selfies de 12 pulgadas y un 4,3% más larga en los de 18 pulgadas que en las fotografías clínicas estándar.

También se observó una disminución del 12% en la longitud de la barbilla en los selfies de 12 pulgadas, lo que supuso un aumento sustancial del 17 quienes piensan en la cirugía plástica en la relación entre la longitud de la nariz y la barbilla. Los selfies también hicieron que la base de la nariz pareciera más ancha, en relación con la anchura de la cara.

Las distorsiones inducidas por los selfies se reflejaron en las valoraciones de los pacientes sobre su aspecto facial. En consonancia con la experiencia clínica de los autores, las distorsiones medidas también se hicieron evidentes cuando las 3 fotografías se vieron una al lado de la otra.

"A medida que aumenta la popularidad de las fotografías selfie, es crucial entender cómo distorsionan los rasgos faciales y cómo los pacientes las utilizan para comunicarse -concluyeron los investigadores-. Además, nuestros hallazgos proporcionan datos para que los fabricantes mejoren el impacto social de las cámaras de los móviles".

El Dr. Amirlak planteó la preocupación de que las distorsiones faciales en los selfies y la influencia de las redes sociales puedan afectar a la salud mental, sobre todo en un momento de aumento de las tasas de suicidio y depresión entre los adolescentes. "Nuestro estudio apoya aún más la preocupación de que los selfies pueden afectar negativamente a la percepción de la apariencia facial -comentó-. Tenemos que aumentar la conciencia de cómo las falsas percepciones en los selfies pueden afectar a las solicitudes de rinoplastia, a la percepción de la imagen personal y a la posterior depresión y ansiedad".

Ref: Eurekalert ·
 
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