Fertilidad: cada vez más mujeres postergan su maternidad
La edad biológica óptima para tener un hijo es entre los 20 y 30 años. Actualmente, son muchas las mujeres que optan por ser madres después de los 35 años y cada vez son más las que lo desean después de los 40. Desde el punto de vista biológico no es lo ideal, ya que a esa edad aumentan los problemas para quedar embarazada, pero aún así se puede tener un bebé sano.
La Dra. Agostina Piacentini (MN140.429), ginecóloga y obstetra, especialista en Medicina Reproductiva en el Hospital Argerich, explicó qué es y cuál es la eficiencia de la criopreservación de óvulos.
«La mujer cada día difiere más de su maternidad. Es un cambio social que viene en aumento desde hace muchos años a partir de la revolución industrial, del cambio del rol de la mujer de ama de casa a trabajadora industrial. En la actualidad, la gran mayoría de las mujeres, además de la actividad familiar, tiene una vida laboral y profesional en paralelo», precisó.
¿Cómo iniciarse en ese contexto en el mundo de la fertilidad? La especialista dijo que hay que entregarse a la ciencia: «Cada mujer puede tener un consejo de un profesional y saber cómo funciona su organismo, conocer el concepto de la reserva ovárica, tener la posibilidad de estudiar su reserva (si es que lo desea), y poder evaluar las posibilidades en función de sus deseos para poder lograr su maternidad», aclaró.
Y señaló: «Nuestros óvulos son las células que se encuentran en el ovario que nos permite reproducirnos, células que no se renuevan, que comienzan a perder en cantidad y calidad a medida que transcurre la edad de la mujer. Criopreservar óvulos es guardarlos en cantidad y calidad, ya que la finalidad es lograr un hijo sano».
La Dra. Piacentini también destacó que, «a medida que avanza la edad de la mujer, no solo va a disminuir la posibilidad de embarazo y a aumentar la de aborto espontáneo, sino que además la principal causa de pérdida de embarazo durante el primer trimestre es producto de embriones con alteraciones genéticas que tienen que ver con óvulos de edad aumentada». Y añadió: «Otro riesgo con el correr de los años es la posibilidad de que un recién nacido tenga alteraciones genéticas, como síndrome de Down o trisomía del cromosoma veintiuno».
Además, aclaró que otra posibilidad es poder utilizar óvulos donados: la técnica llamada ovodonación. «Esta técnica permite que mujeres con reserva ovárica agotada puedan lograr tener un recién nacido con la utilización de un óvulo donado», detalló.
Y aclaró: «Hay que realizarlo cuando la reserva ovárica sea óptima para poder guardar algo que sea representativo a la hora de utilizarlo, porque a mayor cantidad de óvulos que guardemos de una menor edad, hay mayores probabilidades de tener un recién nacido sano. Se hace con una sedación y luego el paciente se puede ir a su casa».
«Desde que se comenzó a realizar la técnica de vitrificación de ovocitos, afortunadamente lo que estamos viendo en los últimos años es que las mujeres están consultando a edades más tempranas, lo que es muy positivo», enfatizó.
«Guardar los óvulos cuando se es menor de 35 años es clave, no solo porque se va a tener la posibilidad de recuperar una mayor cantidad de ovocitos sino porque su reserva es mayor en cantidad. Al ser mejor en calidad, también va a tener una mayor posibilidad de lograr un embarazo con esa cantidad que guarde», especificó.
«Para evaluar la calidad no hay ningún marcador, sino que va a estar marcada por la edad de la mujer. Con respecto a la cantidad, hay marcadores para estudiarlos y son los que solicitamos en las consultas: la famosa hormona antimulleriana, la ecografía transvaginal con recuentos de folículos centrales y el laboratorio hormonal, lo que nos sirve para conocer la reserva ovárica y poder hacer un asesoramiento personalizado», dijo la Dra. Piacentini.
«Una dieta bien rica en antioxidantes en frutas y verduras va a caer muchísimo mejor que una dieta rica en ultraprocesados, sobre todo los hábitos tóxicos como el tabaquismo y el alcohol van a tener implicancias negativas al momento de querer quedar embarazada», finalizó la Dra. Piacentini.
La Dra. Agostina Piacentini (MN140.429), ginecóloga y obstetra, especialista en Medicina Reproductiva en el Hospital Argerich, explicó qué es y cuál es la eficiencia de la criopreservación de óvulos.
«La mujer cada día difiere más de su maternidad. Es un cambio social que viene en aumento desde hace muchos años a partir de la revolución industrial, del cambio del rol de la mujer de ama de casa a trabajadora industrial. En la actualidad, la gran mayoría de las mujeres, además de la actividad familiar, tiene una vida laboral y profesional en paralelo», precisó.
¿Cómo iniciarse en ese contexto en el mundo de la fertilidad? La especialista dijo que hay que entregarse a la ciencia: «Cada mujer puede tener un consejo de un profesional y saber cómo funciona su organismo, conocer el concepto de la reserva ovárica, tener la posibilidad de estudiar su reserva (si es que lo desea), y poder evaluar las posibilidades en función de sus deseos para poder lograr su maternidad», aclaró.
Las herramientas desde la fertilización para el proyecto de maternidad
Según la especialista, la ciencia ha avanzado en distintas técnicas para ayudar a estas mujeres que desean ser madres después de los 35 años. Una herramienta para poder diferir la maternidad de forma más segura es la criopreservación de óvulos, lo que permite detener el envejecimiento de estas células reproductoras femeninas.
Y señaló: «Nuestros óvulos son las células que se encuentran en el ovario que nos permite reproducirnos, células que no se renuevan, que comienzan a perder en cantidad y calidad a medida que transcurre la edad de la mujer. Criopreservar óvulos es guardarlos en cantidad y calidad, ya que la finalidad es lograr un hijo sano».
La Dra. Piacentini también destacó que, «a medida que avanza la edad de la mujer, no solo va a disminuir la posibilidad de embarazo y a aumentar la de aborto espontáneo, sino que además la principal causa de pérdida de embarazo durante el primer trimestre es producto de embriones con alteraciones genéticas que tienen que ver con óvulos de edad aumentada». Y añadió: «Otro riesgo con el correr de los años es la posibilidad de que un recién nacido tenga alteraciones genéticas, como síndrome de Down o trisomía del cromosoma veintiuno».
Además, aclaró que otra posibilidad es poder utilizar óvulos donados: la técnica llamada ovodonación. «Esta técnica permite que mujeres con reserva ovárica agotada puedan lograr tener un recién nacido con la utilización de un óvulo donado», detalló.
Criopreservación: otra técnica de embarazo
La especialista explicó que la criopreservación consiste en extraer los ovocitos para luego fecundarlos. Y aclaró: «El procedimiento es sencillo. Para extraerlos, se estimulan los ovarios con anterioridad con una medicación inyectable subcutánea de fácil aplicación por diez a doce días, con la finalidad de poder recuperar la mayor cantidad de óvulos posibles».
Y aclaró: «Hay que realizarlo cuando la reserva ovárica sea óptima para poder guardar algo que sea representativo a la hora de utilizarlo, porque a mayor cantidad de óvulos que guardemos de una menor edad, hay mayores probabilidades de tener un recién nacido sano. Se hace con una sedación y luego el paciente se puede ir a su casa».
El tiempo en la toma de decisiones para ser mamá
En ese sentido, la especialista dijo que lamentablemente hay mucha desinformación sobre la maternidad y expresó que el asesoramiento sobre la capacidad reproductiva de una mujer debería ser un ítem más a conversar con el ginecólogo en su control anual para evaluar las posibilidades de acuerdo con el interés y al deseo de cada mujer.
«Desde que se comenzó a realizar la técnica de vitrificación de ovocitos, afortunadamente lo que estamos viendo en los últimos años es que las mujeres están consultando a edades más tempranas, lo que es muy positivo», enfatizó.
«Guardar los óvulos cuando se es menor de 35 años es clave, no solo porque se va a tener la posibilidad de recuperar una mayor cantidad de ovocitos sino porque su reserva es mayor en cantidad. Al ser mejor en calidad, también va a tener una mayor posibilidad de lograr un embarazo con esa cantidad que guarde», especificó.
Para qué sirve saber en qué consiste la reserva ovárica
La reserva es un término para describir el potencial reproductivo de una mujer en un momento determinado de su vida. Lo importante es la calidad y la cantidad.
«Para evaluar la calidad no hay ningún marcador, sino que va a estar marcada por la edad de la mujer. Con respecto a la cantidad, hay marcadores para estudiarlos y son los que solicitamos en las consultas: la famosa hormona antimulleriana, la ecografía transvaginal con recuentos de folículos centrales y el laboratorio hormonal, lo que nos sirve para conocer la reserva ovárica y poder hacer un asesoramiento personalizado», dijo la Dra. Piacentini.
¿Qué son los disruptores endocrinos y qué rol juegan?
Al respecto, especialista confesó: «Hace tiempo que venimos estudiando que cada vez hay más problemas en la fertilidad. Muchos tienen que ver con el diferimiento de la edad en que la mujer decide lograr su embarazo, pero también está en relación a todo el impacto ambiental como los disruptores endocrinos que son miles de sustancias con las cuáles estamos en contacto a diario y que cada vez más están en aumento como el famoso BPA, o los parabenos en las líneas cosméticas, todo lo que es industria del plástico o de pinturas cosméticas que tiene impacto en un montón de enfermedades endocrinas, tumorales y también en enfermedades oncológicas».
La alimentación y el ejercicio juegan un rol importante en la fertilidad
Por último, concluyó que lo que comemos y los hábitos saludables van a tener un impacto positivo en la reserva ovárica, como los malos hábitos tienen un impacto muy negativo.
«Una dieta bien rica en antioxidantes en frutas y verduras va a caer muchísimo mejor que una dieta rica en ultraprocesados, sobre todo los hábitos tóxicos como el tabaquismo y el alcohol van a tener implicancias negativas al momento de querer quedar embarazada», finalizó la Dra. Piacentini.