Asocian la vacunación contra la COVID-19 con niveles más bajos de depresión y ansiedad
  
La pandemia generó, y aún lo hace, un gran número de consecuencias en la salud física y mental. Sin embargo, la aparición de las vacunas abrió una nueva esperanza ante la COVID-19, la cual se vio ensombrecida por las sucesivas olas y brotes. Ante este panorama, investigadores del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) advirtieron que las personas vacunadas mostraban niveles más bajos de depresión y ansiedad.

Desde finales de 2019, el mundo vive con un ritmo casi cíclico ante la COVID-19. Superada la incertidumbre por esta nueva enfermedad y el confinamiento; las vacunas le otorgaron a la humanidad un camino hacia una "nueva normalidad". Sin embargo, el surgimiento de nuevas variantes puso en jaque este nuevo estadio.

Es por este motivo que investigadores del ITBA, junto a alumnos y graduados de la carrera de Bioingeniería, analizaron cómo impactó la pandemia y esta situación en los argentinos vacunados y en aquellos que no recibieron ninguna inmunización. El trabajo fue publicado en la revista científica Frontiers in Psychiatry.

Según explicaron en un comunicado, la investigación "se centró en el impacto que produce en la salud mental de los argentinos la inoculación contra el SARS COV-2", por lo cual evaluaron esta situación a partir del "análisis de los niveles de depresión y desorden de ansiedad generalizada (GAD) durante dos momentos diferentes a lo largo de la pandemia".

En ese sentido, los expertos destacaron que este estudio se enmarcó "en la preocupación e incertidumbre sufridas por las personas desde la irrupción de la pandemia, con un impacto directo en la salud mental". Siendo que, para evaluar el impacto, los investigadores también analizaron "los factores que pueden contribuir a reducir la magnitud de estos trastornos, incluida la vacunación".

"La interacción entre los trastornos mentales y el efecto de la vacunación es compleja. Se reportó que el TAG y la depresión pueden aumentar asociados a la reticencia a vacunarse, pero también las personas con mayores niveles de ansiedad son las que acceden a vacunarse", afirmaron los expertos en el documento. Al tiempo que advirtieron que "estos factores psicológicos influyen negativamente en la eficacia de la vacuna".

Para detectar esta relación, los científicos efectuaron dos encuestas durante el período pandémico. La primera tuvo lugar en noviembre de 2020, mientras que la segunda fue durante mayo de 2021. En estas consultas, los expertos les consultaron a los participantes, adultos de entre 18 y 50 años, "sobre su estado de vacunación y de ánimo autopercibido".

"Nuestro objetivo fue analizar el impacto de las vacunas, la actividad física y la modalidad de trabajo bajo la hipótesis de que pueden actuar como posibles factores protectores de la salud mental de la población, después de un período tan prolongado de pandemia", explicaron los investigadores.

En ese sentido, señalaron que "el GAD y la depresión pueden aumentar asociados con las dudas por parte de la población hacia las vacunas". "Registramos los niveles autoinformados de GAD y depresión en la población adulta durante estas dos oleadas de COVID-19, donde observamos que, independientemente del estado de inmunización, los niveles de GAD durante la segunda ola fueron más altos que durante la primera ola, tanto para las poblaciones de adultos jóvenes, como de adultos", señalaron.

"Asimismo, analizamos el impacto de la vacunación en la salud mental y apreciamos que aquellas personas de la población adulta que recibieron al menos una dosis de cualquier vacuna COVID-19 informaron menos síntomas de depresión que los no vacunados en la segunda ola", explicaron los investigadores en un comunicado.

Es más, los científicos señalaron que "los niveles de GAD y depresión informados fueron más altos durante la segunda ola que durante la primera". "Más importante aún, las personas vacunadas estaban menos deprimidas que las personas no vacunadas, mientras que los niveles de GAD permanecieron equivalentes en ambos grupos", agregaron. Es por eso que resaltaron que “la vacunación contra la COVID-19 se asoció con menores síntomas depresivos”.

Por último, resaltaron que "otros factores directamente asociados con niveles más bajos de GAD y depresión fueron la realización frecuente de actividad física y el empleo, independientemente de la modalidad laboral". Y concluyeron: "Este trabajo evidencia el TAG y la depresión en las diferentes olas pandémicas en Argentina, así como los factores que pueden contribuir a reducir la magnitud de estos trastornos, incluida la vacunación".

Vale destacar que los investigadores que realizaron este estudio son: el graduado en Bioingeniería Pedro Benedetti -autor principal-, los alumnos Franco Moscato, Victoria Reppucci, y un equipo de investigadores del departamento de Ciencias de la Vida del ITBA: Diego Moncada, Alejo Barbuzza, Franco Moscato, Victoria Reppucci, Celina Goyeneche, Cynthia Katche, Jorge H. Medina, Haydee Viola y Fabricio Ballarini.
 
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