China en alerta por 35 personas infectadas con un nuevo virus zoonótico
La pandemia de COVID 19 ha trastocado completamente la manera en que la sociedad percibe la aparición de nuevas enfermedades. Mientras que antes apenas se les prestaba atención, en la actualidad cualquier brote o descubrimiento de un nuevo virus hace saltar la voz de alarma ante la posibilidad de que se repita la historia tan solo unos años más tarde. Es precisamente lo que acaba de ocurrir con un nuevo estudio publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine el pasado 4 de agosto, el cual ha puesto en alerta a la sociedad al detectarse 35 casos de personas infectadas con un nuevo virus de origen animal del tipo Henipavirus en dos provincias situadas al este de China, Henan y Shandong, pero que son limítrofes entre sí.
De momento los científicos han asociado este virus a síntomas como fiebre, cansancio, tos, dolores de cabeza, dolores musculares, náuseas... De manera más específica, según el informe científico, "la investigación identificó a 35 pacientes con infección aguda por LayV en las provincias chinas de Shandong y Henan, entre los cuales 26 estaban infectados solo con LayV (no había otros patógenos presentes). Estos 26 pacientes presentaron fiebre (100% de los pacientes), fatiga (54%), tos (50%), anorexia (50%), mialgia (46%), náuseas (38%), dolor de cabeza (35%), y vómitos (35 %), acompañados de anomalías de trombocitopenia (35 %), leucopenia (54 %) y deterioro de la función hepática (35 %) y renal (8 %)", explica.
Además, según el mismo informe, "una encuesta serológica de animales domésticos detectó seropositividad en cabras (3 de 168 [2 %]) y perros (4 de 79 [5 %]). Entre las 25 especies de pequeños animales salvajes encuestadas, el ARN de LayV se detectó predominantemente en musarañas (71 de 262 [27 %]), un hallazgo que sugiere que la musaraña puede ser un reservorio natural de LayV".
La primera pregunta que ha surgido tras la publicación de este informe es evidente: ¿hay motivos para alarmarse? A pesar del revuelo y la alarma que se ha generado alrededor de la noticia en las últimas horas, la Organización Mundial de la Salud no ha emitido todavía ningún comunicado al respecto. De hecho, se desconoce todavía la capacidad infecciosa de este virus.
En palabras del Dr. Raúl Rivas, catedrático del área de Microbiología de la Universidad de Salamanca (España), "siempre que aparece un nuevo virus que además presenta síntomas patogénicos en humanos, hay que estar alerta. No es cuestión de lanzar una alarma injustificada, pero sí ser conscientes de que es un nuevo virus que no conocemos, que no sabemos muy bien hasta dónde puede llegar y que todavía no sabemos cómo se transmite".
Por otra parte, surge una duda razonable pero esperanzadora: ¿podría toda la investigación que se ha llevado a cabo sobre el SARS Cov-2 ayudar a luchar contra estos nuevos virus zoonóticos? De momento
Respecto al aprendizaje realizado con el coronavirus SARS Cov2 que provocó la pandemia en 2020, el Dr. Rivas explica que todas las investigaciones que se llevan a cabo en biología y en microbiología en general sirven para conocer aspectos diversos, pero en realidad, en este caso, "son virus muy diferentes los coronavirus de los henipavirus, aunque ambos son virus de ARN".
Los siguientes pasos que deberán dar los investigadores es realizar experimentos en cultivos celulares in vitro también para conocer mejor la multiplicación del virus. Y posteriormente experimentación animal para conocer mejor la capacidad infecciosa de este nuevo henipavirus. A este respecto, el Dr. Rivas apunta que "en principio lo que sabemos de los henipavirus, es que la forma de transmisión más frecuente y habitual es a través de fluidos que normalmente es a través de los animales, no suele haber una buena transmisión humano o humano, o no está constatada. Pero sí que hay una transmisión bastante buena a través de fluidos como sangre, saliva, semen...".
De momento faltan investigaciones sobre este nuevo virus pero, aprendiendo la lección de la COVID-19, y tal y como apunta el propio Dr. Rivas, "hay que estar alerta".
Ref: National Geographic
De momento los científicos han asociado este virus a síntomas como fiebre, cansancio, tos, dolores de cabeza, dolores musculares, náuseas... De manera más específica, según el informe científico, "la investigación identificó a 35 pacientes con infección aguda por LayV en las provincias chinas de Shandong y Henan, entre los cuales 26 estaban infectados solo con LayV (no había otros patógenos presentes). Estos 26 pacientes presentaron fiebre (100% de los pacientes), fatiga (54%), tos (50%), anorexia (50%), mialgia (46%), náuseas (38%), dolor de cabeza (35%), y vómitos (35 %), acompañados de anomalías de trombocitopenia (35 %), leucopenia (54 %) y deterioro de la función hepática (35 %) y renal (8 %)", explica.
Además, según el mismo informe, "una encuesta serológica de animales domésticos detectó seropositividad en cabras (3 de 168 [2 %]) y perros (4 de 79 [5 %]). Entre las 25 especies de pequeños animales salvajes encuestadas, el ARN de LayV se detectó predominantemente en musarañas (71 de 262 [27 %]), un hallazgo que sugiere que la musaraña puede ser un reservorio natural de LayV".
La primera pregunta que ha surgido tras la publicación de este informe es evidente: ¿hay motivos para alarmarse? A pesar del revuelo y la alarma que se ha generado alrededor de la noticia en las últimas horas, la Organización Mundial de la Salud no ha emitido todavía ningún comunicado al respecto. De hecho, se desconoce todavía la capacidad infecciosa de este virus.
En palabras del Dr. Raúl Rivas, catedrático del área de Microbiología de la Universidad de Salamanca (España), "siempre que aparece un nuevo virus que además presenta síntomas patogénicos en humanos, hay que estar alerta. No es cuestión de lanzar una alarma injustificada, pero sí ser conscientes de que es un nuevo virus que no conocemos, que no sabemos muy bien hasta dónde puede llegar y que todavía no sabemos cómo se transmite".
Nuevos virus que afecten al ser humano
La última pandemia ha puesto en alerta a la sociedad y en valor el trabajo de los virólogos y microbiólogos, pues es muy probable que próximamente proliferen nuevos virus patógenos que puedan llegar a afectar al ser humano. Como apunta el propio Dr. Raúl Rivas, "en los próximos años habrá cada vez un mayor número de microorganismos (particularmente de virus, pero no sólo de virus, sino también pueden aparecer bacterias) que puedan ser patógenas de humanos y que provengan de los animales". ¿Cómo está el especialista tan seguro? "Una de las razones es porque cada vez mejoramos más las técnicas de diagnóstico, pero otra fundamental es que se conjugan un montón de factores que tienen que ver con el cambio climático, con la destrucción de los hábitats, con la deforestación, con el contacto estrecho con animales salvajes... Con lo cual aumenta la posibilidad de que hay un intercambio de virus y que puedan ocurrir saltos a otras especies, incluida la nuestra".
Por otra parte, surge una duda razonable pero esperanzadora: ¿podría toda la investigación que se ha llevado a cabo sobre el SARS Cov-2 ayudar a luchar contra estos nuevos virus zoonóticos? De momento
Respecto al aprendizaje realizado con el coronavirus SARS Cov2 que provocó la pandemia en 2020, el Dr. Rivas explica que todas las investigaciones que se llevan a cabo en biología y en microbiología en general sirven para conocer aspectos diversos, pero en realidad, en este caso, "son virus muy diferentes los coronavirus de los henipavirus, aunque ambos son virus de ARN".
Los siguientes pasos que deberán dar los investigadores es realizar experimentos en cultivos celulares in vitro también para conocer mejor la multiplicación del virus. Y posteriormente experimentación animal para conocer mejor la capacidad infecciosa de este nuevo henipavirus. A este respecto, el Dr. Rivas apunta que "en principio lo que sabemos de los henipavirus, es que la forma de transmisión más frecuente y habitual es a través de fluidos que normalmente es a través de los animales, no suele haber una buena transmisión humano o humano, o no está constatada. Pero sí que hay una transmisión bastante buena a través de fluidos como sangre, saliva, semen...".
De momento faltan investigaciones sobre este nuevo virus pero, aprendiendo la lección de la COVID-19, y tal y como apunta el propio Dr. Rivas, "hay que estar alerta".
Ref: National Geographic