El Mundial de Futbol: no apto para ansiosos
Mientras la selección Argentina avanza en el Mundial de Fútbol Qatar 2022, la ansiedad aumenta. Como ocurre cada cuatro años, el fútbol convoca a toda la población en torno a los partidos del Mundial del cual participa nuestra selección. Argentina es un pueblo netamente futbolero por lo cual el campeonato paraliza al país y se vive a vida o muerte. A esto se le suma que los nervios de los fanáticos se van por las nubes ante cada partido y al sufrimiento también aumenta. Esta situación, normal en la mayoría de los argentinos, se intensifica hasta instancias patológicas en aquellas personas con trastornos de ansiedad.
Por este motivo, profesionales del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), explican por qué la tensión que viven los simpatizantes del fútbol en un mundial puede derivar en padecer distintos trastornos de ansiedad o agudizar los existentes para aquellos que ya los padecen.
«Es natural que los seres humanos tengamos ansiedad frente a nuestro equipo favorito, en este caso Argentina porque no sabemos cuál será el resultado y la ansiedad justamente tiene que ver con la incertidumbre, con el hecho de no saber y con la necesidad de querer tener control sobre cosas que no podemos controlar. En Argentina hemos estado bastante ansiosos en los últimos partidos», comenzó aclarando la Lic. Gabriela Martínez Castro (MN 18627), directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad.
Sin dudas hay personas que lo toleran más que otras. Cuando la incertidumbre se vuelve insoportable se convierte en ansiedad a raíz de no poder controlar lo que sucede.
El Mundial de Fútbol es un evento que provoca, sobre todo en nuestro país, grandes euforias y fanatismos que llevan a alcanzar importantes niveles de adrenalina y nerviosismo en los simpatizantes.
«La incertidumbre ya de por si es algo negativo, algo sufriente, poco agradable, sobre todo en situaciones complicadas o importantes, porque necesitamos tener los resultados que no están bajo nuestro control», agregó la Lic. Martínez Castro sobre la incertidumbre.
Si bien todos queremos que las cosas estén bajo control, claramente no lo están. Y tenemos una ilusión de que si lo están. Y esta situación provoca ansiedad que puede derivar en un trastorno de pánico en aquellos propensos.
Por otra parte, la adrenalina que genera tanta expectativa e incertidumbre ante los resultados de los partidos hace que aumenten los niveles de tensión y junto a éstos, aumentan los niveles de ansiedad.
Según la Lic. Martínez Castro, especialista en trastornos de ansiedad y terapia cognitivo conductual de tercera generación, esta ansiedad que viven algunas personas al ver un deporte como el fútbol «puede provocar trastornos de pánico, trastornos por ansiedad generalizada o puede generar preocupación excesiva con síntomas físicos concomitantes».
«Lo que podemos destacar, es que en aquellas personas que ya poseen predisposición a la ansiedad, y no lo saben, este tipo de eventos, como el mundial, pueden gatillar trastornos como el trastorno de pánico, el trastorno por ansiedad generalizada, y por último, el de ansiedad social, ya que solemos reunirnos para ver los partidos, y eso induce a la interacción social», continuó especialista.
Además, en muchos otros casos se puede dar otro cuadro como la ansiedad social o fobia social que es el temor a no ser aceptado, a ser ridiculizado o burlados por otras personas.
«El mundial generalmente provoca que las personas se reúnan a ver los partidos y esto hace que individuos con tendencia a la timidez pueden tener temor a hacer un papelón en público como, por ejemplo, gritar excesivamente un gol o maldecir ante una situación desfavorable del partido», explicó la directora de CEETA.
A partir de una situación de este estilo el trastorno sale a la luz y puede perjudicar otras aéreas de la vida, como miedo hablar en público, concurrir a eventos sociales, presentarse ante muchas personas, rendir examen, etc.
«Los síntomas más frecuentes con la ruborización, temblores, sudoración, taquicardia, agitación respiratoria, deseos intensos de escapar de la situación social, y hasta, en los casos más graves, ataques de pánico. Si todos estos síntomas o sensaciones se presentan, significa que estamos ante la presencia de un cuadro de ansiedad social», explicó la Lic. Martínez Castro.
Además, «hay, situaciones desencadenantes donde se vive una alta tensión como por ejemplo quedar afuera de un mundial, un gol a último minuto, ganar la copa del mundo, que pueden despertar esta tendencia y provocar trastornos de pánico, trastornos por ansiedad generalizada o preocupación excesiva», agregó la psicóloga.
Es importante prevenir, por eso los especialistas recomiendan:
Lo primero que debe ocurrir es darnos cuenta que estamos ansiosos. Luego para evitar o mitigar la ansiedad tenemos que tener en cuenta el contexto. En este caso si bien genera mucha adrenalina, mucha euforia, mucha ansiedad, no deja de ser un partido de fútbol. No se está poniendo en juego la vida de una persona. Un partido de fútbol tiene solución.
Y por último no adelantarse a los eventos negativos por suceder.
Estas situaciones desencadenantes pueden estimular los distintos tipos de trastornos en el momento en que se vive la tensión o no. Es decir que la persona con predisposición, que vive una situación de tensión, puede padecer los síntomas desde ese primer momento o entre los seis meses o hasta un año después del factor desencadenante.
«La mujer tiene menor predisposición a sufrir trastornos de ansiedad por una cuestión básicamente hormonal, pero al tratarse de un evento como lo es el mundial, los hombres generan y viven un nivel de tensión mucho mayor que el de las mujeres», explicó la titular del CEETA.
Si bien las mujeres también viven el fútbol con gran fanatismo, este es un deporte preferentemente masculino, por lo que ambos sexos estarían en un mismo nivel de predisposición a la ansiedad.
La especialista trabaja sobre los patrones de conducta que están distorsionados y que por lo tanto no son acordes a una vida saludable, como así también sobre el aspecto cognitivo, es decir, sobre las formas que adquiere el pensamiento de la persona, que en caso de ser enferma está alterado al realizar conclusiones erróneas.
Dicha terapia se realiza en conjunto psicólogo-paciente, con la participación eventual de un acompañante terapéutico o co-terapeuta, por lo general alguien del círculo familiar. También se rescata que durante las sesiones la psicóloga, según el avance que presente el paciente, lo acompaña a la situación concreta que le produce ansiedad.
Lo importante es que es necesario tratarlos ya que «con un trastorno de ansiedad es imposible vivir. Ninguno permite el curso normal de la vida, y la persona no puede solucionarlo sola, debe recurrir a ayuda profesional», explicó la reconocida psicóloga. Y en este tipo de tratamientos, se provee las herramientas necesarias para que quien lo padezca se sienta recuperado y pueda continuar una vida saludable.
Por este motivo, profesionales del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), explican por qué la tensión que viven los simpatizantes del fútbol en un mundial puede derivar en padecer distintos trastornos de ansiedad o agudizar los existentes para aquellos que ya los padecen.
«Es natural que los seres humanos tengamos ansiedad frente a nuestro equipo favorito, en este caso Argentina porque no sabemos cuál será el resultado y la ansiedad justamente tiene que ver con la incertidumbre, con el hecho de no saber y con la necesidad de querer tener control sobre cosas que no podemos controlar. En Argentina hemos estado bastante ansiosos en los últimos partidos», comenzó aclarando la Lic. Gabriela Martínez Castro (MN 18627), directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad.
Sin dudas hay personas que lo toleran más que otras. Cuando la incertidumbre se vuelve insoportable se convierte en ansiedad a raíz de no poder controlar lo que sucede.
El Mundial de Fútbol es un evento que provoca, sobre todo en nuestro país, grandes euforias y fanatismos que llevan a alcanzar importantes niveles de adrenalina y nerviosismo en los simpatizantes.
«La incertidumbre ya de por si es algo negativo, algo sufriente, poco agradable, sobre todo en situaciones complicadas o importantes, porque necesitamos tener los resultados que no están bajo nuestro control», agregó la Lic. Martínez Castro sobre la incertidumbre.
Si bien todos queremos que las cosas estén bajo control, claramente no lo están. Y tenemos una ilusión de que si lo están. Y esta situación provoca ansiedad que puede derivar en un trastorno de pánico en aquellos propensos.
Por otra parte, la adrenalina que genera tanta expectativa e incertidumbre ante los resultados de los partidos hace que aumenten los niveles de tensión y junto a éstos, aumentan los niveles de ansiedad.
Según la Lic. Martínez Castro, especialista en trastornos de ansiedad y terapia cognitivo conductual de tercera generación, esta ansiedad que viven algunas personas al ver un deporte como el fútbol «puede provocar trastornos de pánico, trastornos por ansiedad generalizada o puede generar preocupación excesiva con síntomas físicos concomitantes».
«Lo que podemos destacar, es que en aquellas personas que ya poseen predisposición a la ansiedad, y no lo saben, este tipo de eventos, como el mundial, pueden gatillar trastornos como el trastorno de pánico, el trastorno por ansiedad generalizada, y por último, el de ansiedad social, ya que solemos reunirnos para ver los partidos, y eso induce a la interacción social», continuó especialista.
Además, en muchos otros casos se puede dar otro cuadro como la ansiedad social o fobia social que es el temor a no ser aceptado, a ser ridiculizado o burlados por otras personas.
«El mundial generalmente provoca que las personas se reúnan a ver los partidos y esto hace que individuos con tendencia a la timidez pueden tener temor a hacer un papelón en público como, por ejemplo, gritar excesivamente un gol o maldecir ante una situación desfavorable del partido», explicó la directora de CEETA.
A partir de una situación de este estilo el trastorno sale a la luz y puede perjudicar otras aéreas de la vida, como miedo hablar en público, concurrir a eventos sociales, presentarse ante muchas personas, rendir examen, etc.
«Los síntomas más frecuentes con la ruborización, temblores, sudoración, taquicardia, agitación respiratoria, deseos intensos de escapar de la situación social, y hasta, en los casos más graves, ataques de pánico. Si todos estos síntomas o sensaciones se presentan, significa que estamos ante la presencia de un cuadro de ansiedad social», explicó la Lic. Martínez Castro.
Propensión a la Ansiedad Social
Hay muchas personas que tienen una predisposición a padecer trastornos de ansiedad, pero no lo saben. Esta predisposición puede darse por la simple genética o puede ser configurada en la infancia por tener padres ansiosos, nerviosos, sobreprotectores o temerosos.
Además, «hay, situaciones desencadenantes donde se vive una alta tensión como por ejemplo quedar afuera de un mundial, un gol a último minuto, ganar la copa del mundo, que pueden despertar esta tendencia y provocar trastornos de pánico, trastornos por ansiedad generalizada o preocupación excesiva», agregó la psicóloga.
Es importante prevenir, por eso los especialistas recomiendan:
Lo primero que debe ocurrir es darnos cuenta que estamos ansiosos. Luego para evitar o mitigar la ansiedad tenemos que tener en cuenta el contexto. En este caso si bien genera mucha adrenalina, mucha euforia, mucha ansiedad, no deja de ser un partido de fútbol. No se está poniendo en juego la vida de una persona. Un partido de fútbol tiene solución.
Y por último no adelantarse a los eventos negativos por suceder.
Estas situaciones desencadenantes pueden estimular los distintos tipos de trastornos en el momento en que se vive la tensión o no. Es decir que la persona con predisposición, que vive una situación de tensión, puede padecer los síntomas desde ese primer momento o entre los seis meses o hasta un año después del factor desencadenante.
Hombres y mujeres en el mismo nivel
Si bien la predisposición genética marca que, en general, las mujeres son más propensas a padecer trastornos de ansiedad, en el caso del mundial de fútbol los hombres son los que más sufren, ya que son ellos los más fanáticos.
«La mujer tiene menor predisposición a sufrir trastornos de ansiedad por una cuestión básicamente hormonal, pero al tratarse de un evento como lo es el mundial, los hombres generan y viven un nivel de tensión mucho mayor que el de las mujeres», explicó la titular del CEETA.
Si bien las mujeres también viven el fútbol con gran fanatismo, este es un deporte preferentemente masculino, por lo que ambos sexos estarían en un mismo nivel de predisposición a la ansiedad.
El tratamiento
Según su experiencia, la Lic. Martínez Castro propone realizar terapias cognitivas conductuales que se caracterizan fundamentalmente porque son breves: de 6 meses a 1 año con una alta participación del paciente, con tareas para el hogar y acompañamiento del enfermo en la situación de dificultad.
La especialista trabaja sobre los patrones de conducta que están distorsionados y que por lo tanto no son acordes a una vida saludable, como así también sobre el aspecto cognitivo, es decir, sobre las formas que adquiere el pensamiento de la persona, que en caso de ser enferma está alterado al realizar conclusiones erróneas.
Dicha terapia se realiza en conjunto psicólogo-paciente, con la participación eventual de un acompañante terapéutico o co-terapeuta, por lo general alguien del círculo familiar. También se rescata que durante las sesiones la psicóloga, según el avance que presente el paciente, lo acompaña a la situación concreta que le produce ansiedad.
Lo importante es que es necesario tratarlos ya que «con un trastorno de ansiedad es imposible vivir. Ninguno permite el curso normal de la vida, y la persona no puede solucionarlo sola, debe recurrir a ayuda profesional», explicó la reconocida psicóloga. Y en este tipo de tratamientos, se provee las herramientas necesarias para que quien lo padezca se sienta recuperado y pueda continuar una vida saludable.